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PolíticaBiografía

Jerónimo, jefe de los apaches (1829-1909).

Jefe de los apaches nacido en No-Doyohn, Arizona, en 1829 y muerto en Fort Sill, Oklahoma, en 1909. Su verdadero nombre era Goyathlay (literalmente 'el que bosteza'), aunque ha pasado a la Historia con el nombre que le pusieron los mexicanos.

En 1846 se casó y comenzó a participar en las incursiones guerreras de los apaches contra los mexicanos y los norteamericanos en defensa de la independencia de su pueblo y de sus territorios de Sonora, Chihuahua y Arizona. Entre 1848 y 1851 los apaches, dirigidos por Mangas Rojas e Irigoyen, protagonizaron una serie de duros ataques que les enfrentaron tanto a los mexicanos como a los estadounidenses. En 1851 los mexicanos iniciaron una fuerte ofensiva contra las bandas de apaches, el ejército tomó la iniciativa y, a pesar de que conocían perfectamente el terreno, los apaches empezaron a perder terreno.

En 1858 se produjo un momento clave en la biografía de Jerónimo. Un contingente de cuatrocientos soldados mexicanos atacó el campamento apache mientras los hombres cazaban. El resultado de esta acción fue la muerte de cientos e mujeres, niños y ancianos; entre los que se encontraban la madre, la mujer y los hijos de Jerónimo. Desde ese momento, el futuro jefe apache juró odio eterno a los mexicanos. La leyenda cuenta que durante la noche siguiente al ataque, Jerónimo tuvo un visión mística en la que se le aseguraba su invulnerabilidad. Desde ese momento, Jerónimo se convirtió en un líder para su pueblo que pensaba que tenía poderes paranormales. Desde ese momento, Jerónimo y sus hombres se lanzaron a una campaña de saqueos y asesinatos que se prolongó hasta 1862 y que convirtió al jefe apache en el personaje más temido del momento. En estos años los apaches mataron en Arizona a más de cuatrocientos colonos, casi la mitad del total; pero no todas las muertes fueron obra de Jerónimo.

El 2 de abril de 1871, fuerzas conjuntas estadounidenses y mexicanas, atacaron el campamento de Jerónimo y, al igual que trece años atrás, escogieron el momento en el que los guerreros habían salido a cazar. El resultado volvió a ser una masacre entre mujeres, niños y ancianos. Esto supuso un duro golpe para los apaches, además, la caza escaseaba cada vez más debido a las grandes cacerías deportivas organizadas por los estadounidenses. Los apaches, derrotados, fueron conducidos a reservas y obligados a compartir el mismo espacio que otras tribus con las que llevaban siglos de lucha. El resultado de este hacinamiento fue desastroso.

En 1873 Jerónimo escapó de la reserva al frente de unos 700 apaches. Hasta 1877 volvieron a gozar de libertad, pero ese año fueron capturados y devueltos a la reserva. En 1881 volvió a escapar de la reserva, en esta ocasión la libertad le duró dos años. En 1883 el general Crook lo derrotó y le obligó a regresar a la reserva. En mayo de 1885 se escapó una vez más y comenzó una nueva serie de incursiones contra los colonos, en una continua búsqueda de terrenos de caza. El general Miles trató de darle caza, con un ejército de cinco mil hombres, pero Jerónimo lo burló por un tiempo hasta que decidió entregarse voluntariamente, en 1886. De los 146 apaches que habían salido de la reserva en 1885 sólo quedaban 35.

Fue exhibido como un trofeo, juzgado como un bandido y condenado a trabajos forzados. En 1903, cansado de luchar y derrotado anímicamente, decidió renunciar a las tradiciones de su pueblo y se convirtió al cristianismo. En 1906, a petición de un maestro de escuela, Jerónimo aceptó a dictar su autobiografía. El libro obtuvo un éxito inmediato y Jerónimo pasó de ser considerado un criminal peligroso a conmover a la sociedad norteamericana con el relato de su vida. Se convirtió en un personaje imitado por la juventud, un héroe bañado de un cierto romanticismo que acabó dando lugar al mito.

En 1909, en Fort Sill, Oklahoma, tras haber sido arrastrado durante años de una reserva a otra, Jerónimo falleció tras recitar de memoria el nombre de todos aquellos guerreros que habían luchado junto a él.

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez