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HistoriaPolíticaBiografía

Jaime II, Conde de Urgel (1378-1433).

Último Conde de Urgel, conocido por el apelativo de el Desdichado, nacido en 1378 y muerto en Játiva el 1 de junio de 1433. Aspiró al trono aragonés tras la muerte de Martín I el Humano y entró en guerra con su sucesor, Fernando de Antequera. Fue vencido y desposeído de sus bienes y honores sin que se nombrara sucesor al condado de Urgel.

Era hijo de Pere, conde de Urgel y de Margarita de Montferrato y hermano de Juan (muerto en 1410), Leonor, Cecilia e Isabel. Se educó en Balaguer donde recibió una formación nobiliaria acorde con la gran cantidad de honores y posesiones que más tarde heredaría. Aunque las crónicas coinciden en destacar su aspecto atlético, era de carácter tímido y reservado. Jaime visitó poco la corte, a pesar de que era frecuentemente requerido por el rey Martín I el Humano. El 29 de junio de 1407 casó en Valencia con doña Isabel, hija de Pedro IV, lo que le convirtió en cuñado del rey.

En 1408, a la muerte de su padre, Jaime heredó el patrimonio de éste; el nuevo conde de Urgel era además vizconde de Ager, titular de las baronías de San Vicente, Cervera, Granollers y Piera; en Aragón recibió también las baronías de Entenza y Antillón y los lugares de Fraga y Ballovar, heredados de su tío el infante don Fernando; en Navarra recibió el dominio de varios pueblos; en Valencia heredó las baronías de Moncastre, Siete Aguas y Buñol; por parte de madre se consideró descendiente de los emperadores paleólogos; además obtuvo en Lombardía (norte de Italia) la posesión de Aque y de otras tierras, aportadas como dote por su esposa. También recibió una fantástica fortuna amasada por su padre, que hizo de él uno de los hombres más ricos del reino.

Durante el reinado de Martín I (1395-1410) existían en Aragón dos bandos irreconciliables: el de los Urreas, encabezado por Pedro Giménez de Urrea y el de los Lunas, capitaneado por Antonio de Luna. Aunque Jaime de Urgel se había enfrentado al rey desde las cortes de Maella, al frente de un bando que se negaba al pago del impuesto del fogage, Martín nombró al conde de Urgel lugarteniente en Aragón en julio de 1407. Su misión era lograr la paz entre los bandos, pero su nombramiento fue revocado por el descontento que causó, dado que la lugartenencia era el camino lógico para la sucesión al trono. Cuando en junio de 1408 murió en Sicilia Martín el Joven, hijo del rey y heredero de la corona aragonesa, don Jaime pasó a ser el pariente más próximo del rey y fue nombrado de nuevo lugarteniente de Aragón.

Hubo dos obstáculos en el camino al trono de Jaime II de Urgel. Por un lado, Martín el Joven había dejado un hijo natural, Federico de Luna, al que su abuelo trató de hacer reconocer como legítimo heredero, lo cual fue rechazado por los notables, que pidieron al rey que se casase de nuevo para tener descendencia; una de las candidatas fue Cecilia de Urgel, hermana de don Jaime, pero el partido contrario al conde, consciente del poder que adquiriría don Jaime si esa boda se producía, consiguió que Martín casase finalmente con doña Margarita de Prades. El segundo impedimento al trono fue la nueva revocación de su lugartenencia de Aragón, causada por la presión que el bando de los Urreas, enemigos de don Jaime, había ejercido sobre el rey para que esto sucediera. Sin embargo el conde de Urgel siguió usando el título y en La Almunia (Zaragoza) ostentaba el cargo de gobernador general cuando le fue comunicada la muerte de Martín el Humano (1410); la comisión de 12 miembros que gobernó Aragón hasta que hubiese rey rogó a Jaime que abandonase el cargo. Tras aceptar y licenciar las tropas que tenía a su servicio, Jaime presentó su candidatura al trono, para lo cual contó con el apoyo de los Lunas y la oposición de los Urreas y de otros enemigos en Valencia y Cataluña.

La Corona de Aragón carecía de ley sucesoria, por lo que junto a Jaime hubo otros seis pretendientes al trono aragonés, que expusieron en su momento sus reivindicaciones: Federico de Luna, nieto natural de Martín I; Alfonso, duque de Gandía, hijo de Jaime II y hermano de Pedro IV; su hijo, del mismo nombre; Juan, conde de Prades, hermano del duque de Gandía; Fernando de Antequera, nieto de Pedro IV; y Luis, duque de Calabria.

Hasta que se eligió rey, Jaime fue desprestigiado por los Urreas, sobre todo desde que en 1410 Antonio de Luna, en defensa de los derechos del conde de Urgel, mató al obispo de Zaragoza don García Fernández de Heredia; Antonio de Luna fue excomulgado por Benedicto XIII y el Gobernador solicitó que entrasen tropas castellanas en Aragón para castigar el crimen. El 16 de febrero de 1412 se llegó al acuerdo de que el rey sería elegido por nueve compromisarios a partes iguales entre catalanes, aragoneses y valencianos; para ser designado rey un candidato necesitaba seis votos y al menos uno de cada reino. Desde finales de marzo fueron llegando a Caspe (véase Compromiso de Caspe) las embajadas de cada uno de los pretendientes y el 28 de junio fue hecha pública la sentencia: Fernando de Antequera sería rey; había contado con el apoyo de los Urreas y su candidatura había sido defendida fervientemente por San Vicente Ferrer, que además era compromisario por el reino de Valencia.

Jaime de Urgel no reconoció la Sentencia de Caspe y marchó al castillo de Balaguer, donde recibió diferentes embajadas del Parlamento Catalán que le conminaban a prestar obediencia a Fernando. Pero el conde no prestó juramento de fidelidad al rey, ni en Zaragoza, para lo que había sido convocado, ni en sus posesiones, donde siguió recibiendo embajadas que ponían de manifiesto la buena voluntad del rey con respecto a Jaime. Con el propósito de ganar tiempo, el conde negoció la boda de su hija Isabel con Enrique, hermano del rey y envió procuradores a Lérida para que jurasen lealtad a don Fernando; pero Jaime no acudió a las cortes de Barcelona para prestar juramento él mismo.

Se conocieron entonces los planes del conde de Urgel de comenzar la guerra contra el rey, para lo cual reclutó tropas extranjeras, inglesas y gasconas. Las primeras escaramuzas fueron ataques dispersos contra las tierras leridanas, que aumentaron la tirantez de las relaciones entre el conde y el rey. Las tropas gasconas e inglesas llegaron a Urgel a finales de 1412, lo cual fue altamente impopular y privó a don Jaime de todo apoyo nobiliario y popular. En 1413 el conde de Urgel mantuvo una guerra en solitario contra el rey de Aragón, para lo cual usó del gran tesoro heredado de su padre, el conde Pere. Finalmente se entregó cuando Balaguer capituló en octubre de 1413.

El juicio contra el conde había comenzado el 3 de junio de 1413, meses antes de su captura. Las acusaciones que se vertieron contra él fueron: rebelión armada contra el rey; tratos con elementos extranjeros y desprecios de lesa majestad. A pesar de pedir misericordia Jaime fue condenado a prisión perpetua en el exilio y a la pérdida de todos sus bienes y honores. En enero de 1414 fue conducido al castillo de Ureña, cerca de Ciudad Rodrigo, donde permaneció preso ocho años. Desde Ureña fue trasladado sucesivamente a las fortalezas de Madrid y Casto Torafe (1422). Antes de 1426 fue confinado en el castillo de Játiva donde permaneció hasta su muerte. Don Jaime fue enterrado en la iglesia de los franciscanos de Játiva.

Bibliografía

  • BOFARULL, A, Historia crítica (civil y eclesiástica) de Cataluña. Barcelona, 1878.

  • CORREDERA GUTIÉRREZ, E. Los Condes Soberanos de Urgel y los premostratenses. Barcelona, 1964.

  • CORREDERA GUTIÉRREZ, E. Noticia de los Condes de Urgel. Lérida, 1973.

  • MONFAR, D. Historia de los Condes de Urgel. Barcelona, 1853.

  • ROVIRA, A. Historia Nacional de Catalunya. Barcelona, 1934.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero