Jaime I, Conde de Urgel (1320-1347).
Conde de Urgel, nacido en 1320 y muerto en Barcelona el 15 de noviembre de 1347. Fue también infante de Aragón y encabezó el bando nobiliario que se enfrentó en 1347 contra Pedro IV el Ceremonioso.
Heredó el condado de Urgel de su padre Alfonso IV el Benigno, rey de Aragón, en 1328, contando sólo con ocho años de edad, por lo que el rey gobernó sus estados hasta su mayoría de edad en 1334. En 1331 don Jaime casó con Cecilia de Comenge, con quien tuvo dos hijos: Pere, que le sucedió en el condado e Isabel, que se desposó con Hugo Folch, vizconde de Cardona. Entre 1334 y 1336 el conde estuvo a punto de perder su herencia como consecuencia de las intrigas de su madrastra, la reina Leonor, que deseaba ver a su hijo Fernando como titular del condado. Aunque no lo consiguió, sí logró desvincular de las tierras de Urgel las villas y lugares de Alós, Meyá, Camarasa, Fontllonga y otros, que pasaron a formar el marquesado de Camarasa, otorgado a Fernando.
Según la ley sucesoria del condado éste correspondería al segundo de los hijos del rey de Aragón y Cataluña, lo cual brindó a los condes la oportunidad de subir al trono y la posibilidad de ejercer altos cargos en el reino. Esta circunstancia hizo que Jaime se ausentase numerosas veces de sus tierras.
En 1336 el conde don Jaime se negó a asistir a la coronación como rey de su hermano Pedro IV el Ceremonioso, por considerar que ésta debería haberse llevado a cabo en Barcelona y no en Zaragoza, como sucedió. Sin embargo estuvo muy unido al rey y participó en el Consejo Real junto con sus tíos Pedro de Prades y Ramón Berenguer. Posteriormente llegó a ser Procurador General del Reino. Jaime I obtuvo el dominio sobre el condado de Comege cuando su suegro murió sin descendencia masculina y Cecilia, esposa del conde, fue nombrada heredera, no sin grandes oposiciones. Jaime obtuvo la ayuda de Pedro IV en la reivindicación de sus derechos, sin embargo la intervención del rey de Francia causó que Comege fuese entregado a un tío de Cecilia y Jaime cesó de reclamar el condado.
Durante su gobierno Jaime I se mantuvo ocupado en asuntos ajenos al condado y residió en el palacio de Balaguer cuando sus responsabilidades se lo permitieron. La ausencia de guerra que caracterizó su ejercicio condal trajo a Urgel un periodo de prosperidad económica, propiciada también por el gran número de libertades y franquicias que el conde concedió y potenciada mediante la fundación de ferias y una efectiva política fiscal. Como sus antecesores, Jaime de Urgel hizo donaciones al monasterio de Bellpuig, según consta en una providencia dada en Balaguer en 1344. También ayudó a la construcción del convento de clarisas de Balaguer, como había dispuesto Armengol X en su testamento, cuando en 1350 el obispo de Urgel, Nicolás Capocci, trató de llevar a efecto la ejecución testamentaria del conde.
En 1347 Jaime se enemistó con su hermano el rey, a causa de que Pedro nombró heredero suyo a su hija Constanza. El conde, depuesto de su cargo de Gobernador General, marchó a Zaragoza y encabezó un partido nobiliario, "la Unión", que reclamaba del rey derechos y libertades y que comenzó una guerra civil. El infante don Jaime fue acusado de traidor y desafiado por el propio rey en las Cortes de Zaragoza de aquel año. Sin embargo el conde asistió a la boda en segundas nupcias de Pedro IV en Barcelona en 1347 y fue recibido con grandes honores. Pocos días después de llegar a Barcelona enfermó gravemente y murió. Existieron rumores de envenenamiento, lo cual no pudo ser probado. Fue enterrado en la iglesia de los franciscanos de Barcelona.
El conde Jaime I fue un hombre de gran temperamento y contrajo enormes deudas, que fueron satisfechas por su esposa tras su muerte.
Bibliografía
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