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HistoriaPolíticaBiografía

Irla i Bosch, Josep (1876-1958).

Político español, presidente de la Generalitat catalana en el exilio entre 1940 y 1954, nacido en Sant Feliu de Guíxols (Gerona) en 1874 y fallecido en Sant Rafael (Francia) el 19 de septiembre de 1958.

Hijo de un obrero manufacturero que después regentó una taberna, conocida como Cas Romagué, Josep Irla era el mayor de tres hermanos varones. Asistió durante su juventud a la Escuela de Artes y Oficios y aunque no siguió estudios superiores, reunió esfuerzo y constancia suficientes para conseguir una sólida formación autodidacta. Trabajó algún tiempo como ayudante en el negocio familiar hasta que comenzó a abrirse camino por sí mismo con una pequeña fábrica de tapones de corcho que le convirtió en un importante industrial de la comarca.

Seducido por la política desde muy joven, entró en contacto con el Centre Republicà Federal Català, organización que seguía fielmente el ideario federalista de Francesc Pi i Margall. Bajo las siglas de esta formación acudió Irla i Bosch como candidato a las elecciones municipales celebradas el 12 de noviembre de 1905 y resultó elegido concejal en el Ayuntamiento de su localidad natal. Después de algunos cambios en el consistorio, accedió a la alcaldía de Sant Feliu de Guíxols para asumir la jefatura de la autoridad municipal entre 1906 y 1910. Durante este periodo, centró su labor en la creación de obras y servicios de interés público, el impulso de la asistencia social y la promoción de la cultura popular.

Desde su sentimiento catalanista y progresista, siguió de cerca los principales acontecimientos de la vida política en Cataluña y en 1911 fue elegido miembro de la Diputación Provincial de Gerona. Reelegido sucesivamente para el cargo en los años 1913, 1917 y 1921, ocupó esta responsabilidad hasta la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera en 1923. Durante estos años participó activamente en la Mancomunitat de Cataluña y fue un importante colaborador del primer presidente de esta institución, Enric Prat de la Riba, y de su sucesor Josep Puig i Cadafalch.

Tras el fin de la dictadura, el presidente de la Generalitat republicana, Francesc Macià le nombró comisario delegado del gobierno catalán en Gerona, cargo que desempeñó entre 1931 y 1932. Junto a Lluís Companys fue además vicepresidente de la Diputación Provisional de la Generalitat, organismo presidido por Josep Carner y creado con el objetivo de preparar y aprobar el proyecto de Estatuto que debía regular la autonomía de Cataluña. El resultado del trabajo de esta Diputación se conoció como Estatut de Núria, precedente del Estatuto de Cataluña que finalmente se aprobó el 9 de septiembre de 1932.

En las elecciones al Parlamento de Cataluña celebradas el 20 de noviembre de 1932, Irla consiguió un amplio respaldo popular y el escaño como cabeza de lista de la candidatura de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el partido fundado un año antes por Macià y Companys. Durante los años de la República ocupó distintos cargos de responsabilidad en el ejecutivo de la Generalitat y fue también uno de los hombres de confianza de la Presidencia del gobierno catalán en el trienio de la Guerra Civil. En octubre de 1938 fue elegido presidente del Parlamento, el último que conocieron las Cortes autónomas antes de que Franco decretara su suspensión.

El 28 de enero de 1939, dos días después de que las tropas franquistas tomaran Barcelona, Josep Irla emprendió el camino del exilio. Llegó a Francia y se estableció primero en Voló y después en Ceret donde se dedicó al negocio que mejor conocía, la industria del corcho. Cuando en 1940 fue fusilado el presidente de la Generalitat, Lluís Company, tuvo que asumir en el exilio la presidencia interina del gobierno catalán según disposición del reglamento del Estatuto de Cataluña que establecía la sucesión, de forma automática y con plenos poderes, en la figura del presidente del Parlamento.

A finales de 1944 se creó el Consejo Asesor de la Presidencia, presidido por Antoni Rovira i Virgili, instrumento de trabajo encargado de estudiar el proceso de restauración de la autonomía en Cataluña. El 14 de septiembre se 1945 Irla se constituyó en el exilio el Gobierno de la Generalitat con Josep Irla como presidente y Pompeu Fabra, Carles Pi i Sunyer, Antoni Rovira i Virgili, Josep Carner, Joan Comorera, Manuel Serra i Moret y Pau Padró como consejeros. Entre los objetivos del nuevo Ejecutivo figuraban: preparar el retorno, mantener relaciones con las fuerzas catalanas en el interior, prestar ayuda a los catalanes exiliados, divulgar la situación de Cataluña a nivel internacional y constituirse en presencia viva y representativa de la voluntad democrática de Cataluña. Especial relevancia adquirió el memorándum que Irla remitió a la ONU en 1946 en el que, después de exponer la realidad histórica de Cataluña, denunció las actuaciones del general Franco contra la autonomía, la cultura y la economía catalanas.

Pero la dictadura franquista parecía perpetuarse y los exiliados vivían su situación con creciente desencanto, lo que provocó finalmente la disolución del Gobierno catalán el 22 de enero de 1948. Además, a finales de aquel año moría en Prada Pompeu Fabra y en noviembre de 1949 fallecía en Perpiñán Rovira i Virgili. El presidente perdía dos soportes fundamentales de las instituciones catalanas en el exilio pero, casi en solitario, continuó su particular cruzada por mantener la Generalitat como símbolo de resistencia y defensa de los derechos de Cataluña. Todavía en 1950 impulsó la creación de las Delegaciones Catalanas de los Países del Nuevo Continente para cumplir con uno de los objetivos que más le habían preocupado en los últimos años: la institucionalización de las relaciones de la Presidencia con los catalanes de América.

Cumplidos los 78 años, 'viejo, enfermo y pobre' según sus propias palabras, el 7 de mayo de 1954 firmó en París una carta dirigida a Josep Tarradellas, hombre de su confianza en quien de hecho había delegado las funciones ejecutivas en 1952, para comunicarle su renuncia a la presidencia de la Generalitat y su deseo de instar a los dirigentes catalanes en el exilio para la elección de su sustituto. La perseverancia de Irla por garantizar la continuidad del gobierno catalán en una situación que impedía el normal funcionamiento de las instituciones dio fruto el 7 de agosto de aquel año en la embajada española en México, país que no había reconocido el régimen franquista instaurado en 1939. Aquel día de verano de 1954, los diputados del Parlamento catalán eligieron a Josep Tarradellas nuevo presidente de la Generalitat.

Enlaces en Internet

http://www.gencat.net; Página oficial de la Generalitat de Cataluña.
http://www.parlament-cat.net; Página oficial del Parlamento de Cataluña.
http://erc-cat.org; Web de Esquerra Repulicana de Catalunya.

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  • 0105 ISC.