Ionesco, Irina (1930-2022).
Fotógrafa francesa nacida en París el 3 de septiembre de 1930 y fallecida ibídem el 25 de julio de 2022.
Pese a haber nacido en la capital gala, la Ionesco pasó su infancia en Rumanía y se instaló definitivamente en París en 1951. Antes de interesarse por la fotografía, realizó numerosos viajes y se inició en la pintura, aunque nunca trabajó profesionalmente en este arte. Sus fotografías vieron la luz por primera vez, ante la expectación y el interés popular, en la exposición que realizó en la sala Nikon de París en 1974, para después ser habitual en publicaciones como Femmes sans tain, Nocturnes o Temple aux miroirs.
Sus imágenes eran especiales por varias razones: por un lado, poseían el carácter barroco que les confiere el atrezo en exceso pero, al tiempo, poseían la agresividad de la expresión misteriosa. Sus mujeres aparecían en decorados lujosos, brillantes y glamurosos; semidesnudas, cubiertas de joyas, con excesivo maquillaje y cabellos de peinados muy marcados, en poses estáticas; brazaletes, pulseras, guantes, corpiños, cueros..., todo sugiriendo una violencia inminente. Es así como en sus fotografías se combinaban dos universos antagónicos: el “eros” y el “thanatos”, el erotismo y la muerte, con misterio, con elegancia, con belleza...
El escándalo morboso que generaba este tipo de puesta en escena fue magnificado por la Ionesco al tomar como modelo para sus fantasías erótico-fotográficas a su propia hija en edad púber tratando su desnudo, pose y atrezo del mismo modo que en sus modelos de mayor edad. Así, sobre un fondo negro, la niña, con una cascada de rizos rubios, excesivamente maquillada, con las uñas pintadas y con detalles de joyas, miraba lánguidamente al infinito con una expresión entre dulce y frívola; mientras que con una mano escondía sus genitales, dos máscaras ocultaban sus senos aún por desarrollar.
Los últimos trabajos evolucionaron con el tiempo y el recargamiento de la década de los ochenta, dejando paso a unas imágenes sencillas en su construcción compositiva, simples en su uso de complementos, más naturales en sus poses y más moderadas en sus intenciones.
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