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HistoriaPinturaBiografía

Inglés, Jorge (ca. 1420-1500).

Pintor y miniaturista procedente del Norte de Europa, posiblemente de Inglaterra a causa de su apellido, que desarrolló su actividad en Castilla desde el año 1445. Fue el introductor en Castilla del estilo gótico flamenco con pinceladas humanistas y se cree que recibió, por tanto, su formación artística en Flandes.

Sobre su vida personal, apenas se conocen datos. Fue el autor de diversas obras. Destaca el Retablo de la Virgen para la Iglesia del Hospital de Buitrago, realizado en torno a 1445 en el que aparecen en unos de sus tableros el Marqués de Santillana y su esposa, y que es la primera obra pictórica hispanoflamenca castellana que se encuentra documentada.

También se le atribuyen a Jorge Inglés, el Retablo de San Jerónimo para el monasterio de la Mejorada de Olmedo, realizado entorno a 1470; el Retablo de la Virgen de Villasandino, una Crucifixión (hoy en colección particular) y la Trinidad rodeada de ángeles, actualmente en el Museo del Prado.

Obras más destacadas

La importancia de Jorge Inglés en la pintura española es enorme. Sus aportaciones fueron prematuras, algunas de ellas, como la caracterización psicológica de los retratos, no volvieron a repetirse hasta el Renacimiento. En su obra destaca el realismo, la minuciosidad en las descripciones, la concepción cúbica de las formas que posee el arte flamenco y la presentación de paisajes minuciosos.

Entre sus obras más destacadas se encuentra el Retablo de la Virgen para la Iglesia del Hospital de Buitrago. También llamado el Retablo de los Ángeles, es la primera obra castellana documentada. En un codicilo de Don Iñigo López de Mendoza , marqués de Santillana, fechado el 5 de junio de 1455, se dice que se coloque este Retablo en el altar mayor de la iglesia del Hospital de Buitrago, el cual se había construido gracias a las aportaciones económicas del Marqués.

De este Retablo se conservan en la actualidad los retratos del marqués y de su mujer, Catalina Suárez de Figueroa, además de la predella, con los padres de la Iglesia. Lo que no se ha conservado han sido los ángeles que debían sobrevolar la estatua central de la Virgen.
El Marqués está arrodillado, absorto en la contemplación de la Virgen. Tiene un porte aristocrático, retrato fiel de un noble del S. XV. Detrás de él, un paje sostiene una espada y al fondo, hay una puerta abierta que descubre un paisaje. Los trajes que llevan las dos imágenes son gruesos y aterciopelados. En el muro, detrás del Marqués, se encuentra un pergamino con un canto a la Virgen.

El retrato de doña Catalina Suárez nos presenta a una dama de la baja Edad Media vestida con un traje ceremonial, en actitud piadosa, con las manos juntas rezando una plegaria a la Virgen. Tras ella, aparece otra dama también con la misma pose, y en uno de los laterales, se observa un paisaje a través de una ventana gótica.

El arte de Jorge Inglés se presenta en todo su esplendor en las figuras de los cuatro padres de la Iglesia que aparecen representados en la predella. Con formas netas y concisas, el pintor presenta a los santos con rasgos nerviosos y refinados, con rostros precisos y huesudos. Destaca otra de las características del autor, que es situar en casi todas sus creaciones un paisaje de fondo.

Relacionado con este retablo, y parece que creado por él o bien por uno de sus discípulos, tenemos el Retablo de la Ermita de la Fuensanta, en Sopetrán, hoy en el Museo del Prado. La escena más destacada del retablo es la que representa a Diego Hurtado de Mendoza, duque del Infantado e hijo del marqués de Santillana. El duque aparece vestido con suntuosas telas, arrodillado ante un altar gótico con estatua de la Virgen. Detrás del duque, aparece un paje que sostiene un turbante.

A causa de las semejanzas con las pinturas de Buitrago, Sánchez Cantón atribuyó a Jorge Inglés varias miniaturas que aparecen en cinco manuscritos que fueron propiedad del Marqués de Santillana. Estos manuscritos, que se encuentran en la Biblioteca Nacional de Madrid, son, entre ellos, la traducción española del Fedón de Platón, y la Vita Beata, de San Agustín.

El Retablo de San Jerónimo es otra de sus obras. Esta pieza de gran calidad se le atribuyó al pintor debido a las similitudes que comparte con el retablo documentado del Marqués de Santillana.

El escudo de los Fonseca aparece representado en varios lugares del retablo y corresponden a las armas del obispo de Ávila, don Alonso de Fonseca, nacido en Toro (Zamora) en 1418, y que fue uno de los personajes más activos en los reinados de Juan II y Enrique IV de Castilla.

Las relaciones de este prelado con el monasterio de la Mejorada en Olmedo, en Valladolid, le llevaron a donar este retablo en torno a 1470. A causa de la desamortización del siglo XIX, el retablo fue trasladado del monasterio al Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

El retablo representa algunos de los episodios de la vida de San Jerónimo, titular y patrón de la orden, cuya imagen como santo intelectual y estudioso ocupa la tabla central. El retablo se completa con una "predela" o "banco" formado por siete tablas más. Las tres centrales representan a Cristo resucitado acompañado por la Virgen y San Juan. En las otras cuatro tablas aparecen Santo Domingo, San Agustín, San Gregorio y San Sebastián.

Los retratos están realizados con naturalismo, y destaca la fuerza expresiva de los personajes. Como en otros retablos, destaca la afición por el paisaje y el gusto por los pequeños detalles accesorios, además del empleo uniforme de la luz, sin marcar puntos de procedencia concretos de la misma.

SCG.

Autor

  • 0107 SCG ; Esther Alegre Carvajal.