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CineBiografía

Huston, John (1906-1987).

Director de cine norteamericano, nacido en Nevada, Missouri (Estados Unidos), el 5 de agosto de 1906, y fallecido en Newport (Gran Bretaña), el 28 de agosto de 1987.

Vida

Hijo del director y actor Walter Huston, se vinculó desde muy pronto al mundo del cine, lo que no le impidió probar fortuna en numerosas actividades de diversa índole, que a la larga habrían de influir en su bagaje vital a la hora de plantearse su actividad profesional.

Fue cineasta, boxeador, escritor y un viajero impenitente. Su paso por la Universidad no le supuso ningún título y él fue siempre más amigo de aprender las cosas de un modo práctico a cimentarlas en la teoría. Es por ello que su cine está repleto de su propia vitalidad.

Los padres de John se separaron cuando éste era pequeño y su infancia fue un deambular por camerinos en los que estaba su padre, o la vida de su madre, Rhea Gore, una periodista inquieta que iba de un lado para otro.

Después de su primer matrimonio, y ya abandonado el boxeo, trabajó para el ejército mejicano y publicó una obra titulada Frankie y Johnny, que demostraba una interesante capacidad literaria. Esa circunstancia le permitió el acercarse a periódicos y revistas y ser atendido a la hora de publicar artículos e historias. Su afán viajero le llevó hasta París donde trabó conocimiento con toda la bohemia de una época importante de la cultura del primer tercio de siglo. Por fin, y tras vagar por Europa, se estableció más o menos definitivamente en Hollywood, donde contrajo su segundo matrimonio en el año de 1931.

A través de su padre fue contratado como guionista. Fue su primera actividad trabajar con William Wyler en La casa de la discordia (1932). Esta película inició su larga serie de colaboraciones como guionista entre las que cabe citar, por ejemplo El doble crimen de la calle Morgue (1932); Jezabel (1938), dirigida también por Wyler, o El sargento York (1941) con dirección de Howard Hawks. De aquellos años queda la imagen de un escritor de talento, pero al mismo tiempo extravagante y un tanto indisciplinado.

En 1941 acomete su primer trabajo como director, tras convencer a los hermanos Warner para que le financiasen, El halcón maltés. Convirtió la novela de Dashiell Hammett en un clásico gracias al equilibrio con que está rodada y a la cuidada selección de actores.

Sin embargo, sus trabajos posteriores no estuvieron a la misma altura y pueden calificarse de rutinarios, es el caso de Como ella sola. Por estos mismos años rodó una serie de documentales para el ejército como Report front Aleutianas o Let there be Light, que trata el tema de soldados con enfermedades mentales y que le sirvió de toma de datos para el rodaje, años más tarde, de Freud, biografía del famoso médico psicoanalista.

En 1948 vuelve a recuperar su pulso narrativo con El tesoro de Sierra Madre. Su argumento guarda similitud con El halcón maltés, lo que viene, en cierto modo, a ser una constante en muchos trabajos de Huston. Gente que no repara en nada para buscar un objeto, convencidos de su importancia, que al final resulta ser algo vanamente ilusorio.

Fichado por la Metro Goldwyn Mayer, Huston llega a sus cotas más altas como creador cuando dirige La jungla del asfalto, una obra densa y tensa, del mejor estilo policiaco y en la que aparecía una atractiva Marilyn Monroe. Después vino La roja insignia del valor, que fue cortada por la productora, pero en cuyos restos todavía es posible descubrir el talento de su director en su mejor fase creativa.

La mítica La reina de África, con Humphrey Bogart y Katherine Hepburn, constituyó un rodaje muy accidentado. Realizada en el Congo, el equipo hubo de superar numerosas dificultades de todo tipo dado el clima del lugar. Años más tarde, Clint Eastwood rodaría Cazador blanco, corazón negro sobre las circunstancias que marcaron este rodaje.

Tras las incursiones en el mundo bohemio y pictórico de Toulouse-Lautrec en Moulin Rouge, y en la obra de Herman Melville Moby Dick, entre otros títulos, llega a los sesenta y aborda Vidas rebeldes, una extraña película que reunió a un puñado de personalidades en crisis, de Clark Gable a la Monroe, pasando por Montgomery Clift, y con guión de Arthur Miller. Es una obra de seres y ambiente crepuscular, a caballo entre el western y el filme intimista que ha tenido y tiene opiniones de lo más contradictorias.

Después le sigue una variedad de películas que se mueven entre el fracaso y el reconocimiento relativo, destaca, entre todas ellas, Reflejos en un ojo dorado, donde contaría con el excelente trabajo de Marlon Brando y Elizabeth Taylor, entre otros, y Paseo por el amor y la muerte, una peculiar obra en la que los protagonistas eran su hija Anjelica y Asaf Dayan, hijo a su vez del famoso general israelí del mismo apellido. Ambientada en la Guerra de los cien años, él mismo no acabó muy contento de su trabajo, pero se trata de una cinta interesante, llena de un romanticismo sincero que se da la mano con una visión cruel de la vida.

Aunque buena parte de su cine posee elementos autobiográficos, quizá sea Ciudad dorada la más representativa en este sentido. Tres años más tarde logra plasmar uno de los proyectos que llevaba acariciando más tiempo y que, por diversas circunstancias, nunca había podido concretar. Se trata de El hombre que pudo reinar, una aventura colonial, en la que dos hombres marchan en busca de tesoros para encontrar la muerte y la mutilación. Si bien en su momento no fue destacada especialmente, el paso del tiempo la ha ido revalorizando y hoy día se considera un clásico del cine de aventuras.

Ya viejo, a finales de los setenta rueda una de sus obras más significativas, Sangre sabia, adaptación de una novela de Flannery O'Connor, acerca de un predicador del sur de Estados Unidos.

Uno de sus últimos trabajos importantes fue El honor de los Prizzi, con Kathleen Turner y Jack Nicholson, donde cuenta una historia sobre asesinos a sueldo que, en medio de su violencia, contiene interesantes apuntes de humor.

Aunque su obra es copiosa, hay que señalar que sólo ha hecho un puñado de buenas películas y un montón de cintas que en el mejor de los casos serían corrientes. Es cierto que una buena parte de su obra es un cine normal, pero de todos modos no se le pueden regatear méritos a un hombre que ha sabido impregnar el cine de vitalidad, no tanto en cuanto a fuerza sino más bien en cuanto a incorporarle experiencia y vida propia.

Su interés y curiosidad por los personajes, con mucho de duros pero también con mucho de perdedores, le han permitido crear una galería de tipos, humanos y creíbles, representativos de una sociedad que se mueve entre la derrota y los deseos de vivir a cualquier precio. Su propia curiosidad se acaba por contagiar a los espectadores y les invita a profundizar más en su psicología.

Su postrer obra será Dublineses, un trabajo introspectivo, lírico y testamental. En él el hombre fuerte, sarcástico y algo pendenciero de buena parte de su filmografía, descubre todo el potencial cultural que atesoraba. Sin peleas, sin cabalgadas y sin gritos, pone en imágenes una delicada y exquisita maravilla.

Filmografía

Como director:

Cortometrajes:
1978: Independence.

Largometrajes:
1941: El halcón maltés.
1942: Como ella sola; Across the Pacific.
1948: El tesoro de Sierra Madre; Cayo Largo.
1949: We Were Strangers.
1950: La jungla del asfalto.
1951: The Red Badge of Courege (La roja insignia del valor).
1952: La reina de África.
1953: Moulin Rouge; La burla del diablo.
1956: Moby Dick.
1957: Sólo Dios lo sabe.
1958: El bárbaro y la geisha; Las raíces del cielo.
1960: Los que no perdonan.
1961: Vidas rebeldes.
1962: Freud, pasión secreta.
1963: El último de la lista.
1964: La noche de la iguana.
1965: La Biblia
1966: Casino Royale.
1967: Reflejos en un ojo dorado.
1968: La horca puede esperar.
1969: Paseo por el amor y la muerte; La carta del Kremlin.
1972: Fat City/Ciudad dorada; El juez de la horca.
1973: El hombre de Mackintosh.
1975: El hombre que pudo reinar.
1979: Sangre sabia.
1980: Phobia.
1981: Evasión o victoria.
1982: Annie.
1983: Bajo el volcán.
1985: El honor de los Prizzi.
1987: Los muertos (Dublineses).

Como guionista (en películas ajenas):
1931: La casa de la discordia.
1932: Doble asesinato en la calle Morgue; Law and order.
1938: The amazing doctor Clitterhouse; Jezabel.
1939: Juárez.
1940: Dr. Erlich’s magic bullet.
1941: El último refugio; El sargento York.
1943: Report from the Aleutians (cortometraje).
1944: The Battle of San Pietro (cortometraje).
1945: Let there bi light (cortometraje).
1946: Three strangers; El extraño; Forajidos.

Como actor (en películas ajenas):
1963: El cardenal.
1968: Candy; Rocky road to Dublin.
1969: De Sade.
1970: Myra Breckinridge; The bridge in the jungle; La quebrada del diablo.
1971: El hombre de una tierra salvaje.
1973: Chinatown; Batalla en el planeta de los simios.
1975: El viento y el león; Fuga suicida.
1977: El tirángulo de las Bermudas; Tentáculos.
1978: The visitor.
1979: Head on.
1980: Agee.

Autor

  • Emilio C. García Fernández / Santiago Sánchez González