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FísicaBiografía

Hertz, Gustav (1887-1975).

Físico alemán nacido en Hamburgo el 22 de julio de 1887 y fallecido en Berlín el 30 octubre de 1975. Fue galardonado con el Premio Nobel de Física -que compartió con su compatriota James Franck (1882-1964)- "por el descubrimiento de las leyes que rigen el impacto de un electrón sobre un átomo". Su nombre completo era Gustav Ludwig Hertz.

Hijo del abogado Gustav Hertz y de su esposa Auguste Arning, recibió desde niño una esmerada educación, primero en la escuela de Johanneum (sita en su Hamburgo natal) y, ya en su juventud, en la Universidad de Gotinga, donde ingresó en 1906. Posteriormente, amplió su formación superior en las universidades de Múnich y de Berlín, y en 1913, ya licenciado en Ciencias Físicas, obtuvo una plaza de asistente de investigación en el Instituto de Física de éste último centro de enseñanza universitaria.

Al año siguiente, con el estallido de la I Guerra Mundial (1914-1919), el joven Gustav Ludwig Hertz fue movilizado al frente de batalla, donde cayó gravemente herido en 1915. Restablecido de sus lesiones, regresó a Berlín en 1917 y volvió a incorporarse a la Universidad de dicha ciudad, en calidad de profesor ayudante.

En 1920 se trasladó a Holanda para empezar a trabajar en el laboratorio que la empresa Philips posee en la localidad de Eindhoven, donde se especializó en la fabricación de lámparas incandescentes. Al cabo de cinco años, regresó a Alemania para ingresar en el claustro de la Universidad de Halle, donde ejerció como profesor residente y director del Instituto de Física; y, en 1928, retornó a Berlín para asumir también la dirección del Instituto de Física de la Charlottenburg Technological University.

En dicho puesto permaneció hasta 1935, año en el que, por desavenencias políticas con el nuevo régimen implantado en Alemania por el canciller Adolf Hitler (1889-1945), renunció a sus cargos públicos y a los laboratorios de investigación y desarrollo de la empresa Siemens.

Al término de la II Guerra Mundial (1939-1945), Gustav Hertz abandonó su país natal para afincarse en la Unión Soviética, en donde habría de residir durante casi un decenio (1945-1954). A lo largo de todo este tiempo, el científico de Hamburgo trabajó como físico nuclear en un prestigioso laboratorio encargado de proporcionar a la nación comunista la bomba atómica que ya habían obtenido y utilizado los estadounidenses.

En 1954, Hertz regresó a la entonces denominada Alemania del Este (la República Democrática Alemana) para hacerse cargo de la dirección del Instituto de Física de la Universidad Karl Marx, emplazada en Leipzig. Allí también ejerció una fecunda labor docente, mientras se significaba por sus esfuerzos para reconducir la investigación sobre física nuclear a fines benefactores para la Humanidad (llegó a ser presidente del Consejo científico para la utilización pacífica de la energía atómica).

Honrado con el título de profesor emérito en dicha universidad de Leipzig, permaneció durante algún tiempo en esta ciudad hasta que volvió a afincarse en Berlín, en donde perdió la vida en el otoño de 1975.

Casado en 1919 con Ellen Dihlmann, fue padre de dos hijos que siguieron sus pasos por el sendero de la investigación física: Hellmuth Hertz, profesor en el Technical College de Lund, y Johannes Hertz, miembro del Instituto de Óptica y Espectroscopia de la Academia Alemana de Ciencias de Berlín. Tras el fallecimiento de su primera esposa, ocurrido en 1941, Gustav Hertz contrajo segundas nupcias en 1943 con Charlotte Jollasse.

Miembro de la Academia Alemana de Ciencias en Berlín, y de otras muchas instituciones científicas alemanas y del resto del mundo (como la Academia de Ciencias de Gotinga, la Academia Húngara de Ciencias, la Academia Checoslovaca de Ciencias y la Academia de Ciencias de la URSS), Gustav Ludwig Hertz fue distinguido, además del Premio Nobel, con otros muchos honores y distinciones, entre los que caber recordar la medalla "Max Planck" que otorga la Sociedad Alemana de Física.

Aportaciones de Hertz

En colaboración con James Franck, el científico de Hamburgo buscó con ahínco una demostración experimental de la teoría atómica del danés Niesl Bohr(1885-1962), uno de los pioneros en la descripción de la estructura del átomo. Estos experimentos se vieron coronados por éxito cuando Franck y Hertz decidieron llenar de vapor de mercurio un tubo similar a una válvula electrónica de vacío. Observaron entonces que en el cátodo se originaba un chorro de electrones debido al efecto termoiónico (es decir, a la emisión de electrones producida por un cuerpo -generalmente, metálico- sometido a una temperatura elevada), y decidieron aplicar una tensión eléctrica positiva al ánodo hacia el que, naturalmente, se dirigían dichos electrones.

En su trayecto desde el cátodo hacia el ánodo, algunos electrones -cuya energía es proporcional a la tensión- ionizan a los átomos de mercurio al colisionar con ellos. El gran hallazgo de Gustav Hertz y Franck James fue comprobar que era necesaria una cantidad mínima de energía para provocar la ionización, o para la mera excitación del átomo, enviando algunos de sus electrones a órbitas más altas. Y hallaron que dicha cantidad mínima de energía se ajustaba a la intuida por Bohr, con lo que quedaba probado -y demostrado de modo experimental- que las órbitas descritas por los electrones están cuantificadas. Así pues, a Hertz y Franck se debe el concepto de nivel de energía de los electrones en el átomo, según la teoría de los quantos.

Además, el científico de Hamburgo midió los potenciales de ionización de varios gases y logró la separación de isótopos en el gas neón (1923), con un procedimiento que luego aplicó al uranio-235 y 238, dentro de los trabajos de un equipo de investigadores que permitieron a la Unión Soviética disponer de la bomba atómica.

JRF

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.