Heredia, Pedro de (aventurero español, ¿-1554).

Conquistador español nacido en Madrid en fecha desconocida y muerto en el océano Atlántico en 1554. Fue colonizador de Santo Domingo, conquistador de Santa Marta y fundador de la ciudad de Cartagena de Indias. Fue gobernador de este último territorio, que exploró por su costa y por el interior hasta Antioquia.

Era hidalgo por su nacimiento. Amigo de juergas y pendencias, se vio envuelto en un lance contra seis hombres, los cuales le cortaron la nariz. El cronista Pedro Simón relata que un médico de la Corte le hizo entonces una buena cirugía estética, aunque propia de la época, que consistió en que “le arrimó el corte y rostro al molledo del brazo derecho y estando así sesenta días, le fue formando otras narices que, por ser remedio del mismo paño, diferenciaban poco de las primeras”. Heredia buscó entonces a sus agresores y encontró a tres de ellos, matándoles en un combate, motivo por el cual tuvo que huir de Madrid y de España.

Viajó a Indias con su hermano Alonso y se estableció en la isla Española, donde tuvo un ingenio azucarero y una estancia en Azúa. Llegaron entonces las noticias de la muerte del gobernador de Santa Marta, Rodrigo de Bastidas (1525), y la Audiencia decidió enviar como gobernador interino de dicha provincia a Pedro de Badillo, y a Pedro de Heredia como su teniente. Desembarcaron en Santa Marta con 200 hombres en 1525, y se vieron envueltos en algunas diferencias con Palomino (antiguo lugarteniente de Bastidas), que se solucionaron finalmente cuando este último se ahogó en el río que lleva su nombre.

Badillo ejerció algún tiempo como interino y volvió a Santo Domingo sin hacer el juicio de residencia, pero Heredia siguió en el cargo hasta 1528, adquiriendo una gran experiencia en las entradas contra los indios de Tierrafirme, así como un apreciable botín. Regresó a Santo Domingo y embarcó para España. Una vez en Madrid se reintegró al hogar familiar e inició gestiones para obtener la gobernación y conquista de Cartagena, que iba desde las bocas del río Magdalena hasta Darién, territorio que antiguamente perteneció a Ojeda. La capitulación se firmó en Medina del Campo el 5 de agosto de 1532, y otorgaba a Heredia un territorio desconocido que iba por el interior de Sudamérica hasta la línea equinoccial, prácticamente lo que hoy es Colombia y más de la mitad de Ecuador.

Heredia se trasladó a Sevilla. Alistó un galeón, una carabela y un patache, y embarcó en ellos 150 hombres con los que partió hacia su objetivo (1531). Llegó a Puerto Rico, donde reforzó su hueste (entre otros con Francisco César, a quien nombró su teniente), pasó a Santo Domingo y finalmente recorrió la costa de Tierrafirme (Santa Marta, bocas del Magdalena, etc.), alcanzando la bahía de Calamar o Cartagena a principios de 1532. Desembarcó una verdadera hueste pobladora, ya que aparte de unos 300 soldados figuraban en ella numerosas mujeres, indias y negros. Tuvo un encuentro con los naturales en el territorio de Turbaco, y tras éste decidió fundar la ciudad de Cartagena el 20 o 21 de enero de dicho año, aunque la Academia Colombiana de la Historia acordó fijar esta celebración, siguiendo a Otero D´Acosta, el 1 de junio de 1533. Se nombró su cabildo, se repartieron los solares de la ciudad y se asentaron pactos de amistad con los caciques de las islas próximas (Codego, Barú, etc.). Heredia emprendió entonces una expedición hacia el interior, llegando hasta Malambo, de donde regresó con un botín de un millón y medio de ducados en oro. Cada soldado recibió por ello seis mil ducados, mucho más que lo que obtuvieron los que conquistaron México y Perú.

Preparó una segunda expedición de exploración hacia la Mar del Sur y llegó al Sinú o Cenú, donde encontró muchas sepulturas en las que se habían enterrado grandes ajuares de oro. Los españoles preguntaron de donde venía el oro, ya que no se veían minas de dicho metal, y los naturales les informaron que procedía del interior, mas al sur, en Antioquia. Suspendieron entonces el saqueo del Sinú y penetraron hacia Antioquia (Zaragoza y Remedios), desde donde tuvieron que regresar agotados hasta Cartagena. Allí encontró Heredia a fray Tomás de Toro, primer obispo de dicha ciudad enviado por el rey, y a su hermano Alonso, que había llegado de Guatemala, a quien nombró su teniente, cargo que quitó a Francisco César.

Alonso de Heredia hizo luego dos expediciones al Sinú y en la última de ellas llegó (1535) hasta el río Cauca, después de visitar Ayapel. Heredia emprendió en 1536 otra nueva penetración por el río Atrato sin ningún resultado. Sus irregularidades le valieron numerosas quejas, y la Corona envió entonces un visitador que murió en el viaje, sustituyéndole el oidor Juan de Badillo (pariente de Pedro de Badillo, con quien estuvo Heredia en Santa Marta), nombrado por la Audiencia dominicana en 1536 para que averiguara los cargos formulados contra él y su hermano por el pago de la Real Hacienda y maltrato a los indios. Badillo encontró culpables a los Heredias y los recluyó en una cárcel, tomando para sí el gobierno interino cartagenero. Pedro de Heredia logró que se le permitiera ir a España, donde se celebró su juicio, del que salió libre. Badillo, en tanto, había abandonado Cartagena para penetrar en Antioquia, donde encontró las tropas de Benalcázar mandadas por Jorge Robledo, verdadero descubridor de dicho territorio y fundador de Cartago y luego de Santa Fe de Antioquia. Por entonces (1539) Alonso de Heredia fundaba Mompox, a orillas del río Magdalena.

Regresó entonces de España Pedro de Heredia, restituido en su título. Siguió hacia Mompox para someter unos rebeldes. Tras hacer justicia, volvió a Cartagena y emprendió una expedición por el río Atrato en busca del tesoro del Dabaiba o Dabaibe (otro reflejo del mito de El Dorado). Tras muchos meses de perseguir el famoso mito, regresó a San Sebastián de Urabá. Desde allí mandó preso a España a Robledo, a quien había capturado por el supuesto delito de usurpar su jurisdicción con conquistas, y emprendió el camino a Antioquia, dispuesto a anexionarlo a Cartagena. Arribó a la ciudad de Santa Fe de Antioquia, donde sus autoridades se negaron a reconocerle como gobernador. Heredia se apoderó de su gobierno por la fuerza, y luego emprendió viaje para encontrarse con Benalcázar. Éste acababa de regresar a Popayán y mandó recuperar Antioquia al capitán Cabrera. Pedro de Heredia fue hecho prisionero y conducido a Cali, donde Benalcázar ordenó enviarle a Panamá, para que su Audiencia decidiera en el asunto de la jurisdicción antioqueña. La Audiencia no se atrevió a mediar en un asunto tan difícil y puso en libertad a Heredia, que regresó inmediatamente a Cartagena. Llegó en mal momento (1544), pues el corsario Roberto Val o Baal se había apoderado de la plaza. Logró escapar de sus manos, y el corsario abandonó la ciudad después de saquearla. El adelantado volvió entonces, preparó tropas, y fue nuevamente a Antioquia, donde se dedicó a repartir encomiendas.

Una vez en Antioquia recibió orden de presentarse en Cartagena para responder de su juicio de residencia. Dejó en el territorio disputado al licenciado Juan Gallegos y regresó a la ciudad costera. Poco después la Corona decidió incorporar Antioquia a la gobernación de Popayán, segregándola de Cartagena. En cuanto a Pedro de Heredia, fue sometido a juicio de residencia por el nuevo visitador Miguel Diez de Armendáriz en 1544, y le encontró culpable de varios cargos. Heredia siguió gobernando, pese a todo, hasta que en 1554 se le formularon nuevas acusaciones, aceptadas por el fiscal de la Audiencia de Santa Fe, Juan Maldonado. El gobernador decidió ir a España para alegar sus derechos y embarcó con los oidores Góngora y Galarza, que se enviaban a la Península en calidad de presos. Falleció junto a ellos en la nave que le transportaba, perteneciente a la flota de Cosme Farfán. Era ya anciano, y había gobernado más de 20 años en Cartagena.

Bibliografía

• FERNÁNDEZ DE PIEDRAHITA, L. Historia general de las conquistas del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Medardo Rivas, 1881.

• SIMÓN, FRAY PEDRO. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales. Bogotá, 1953, 7 t.

Manuel Lucena Salmoral

Autor

• 0302 MLS