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PinturaBiografía

Helsby Hazell, Alfredo (1862-1933).

Pintor chileno nacido en Valparaíso el 22 de julio de 1862 y muerto en Santiago el 24 de julio de 1933. Está considerado el paisajista de las tierras sureñas de Chile y uno de los más notables maestros de la pintura chilena del siglo XIX por su radicalización de la percepción visual y el acomodo de los medios plásticos a la sintonía dinámica de la naturaleza.

Alfredo Helsby fue hijo de inmigrantes ingleses, siendo su padre el famoso fotógrafo, retratista e introductor y difusor del daguerrotipo y la fotografía en Chile, William G. Helsby. Estudió pintura en Santiago bajo la dirección de Alfredo Valenzuela Puelma, a quien consideró su maestro por introducirle en el dibujo y la composición y cuya enseñanza le acercó a los postulados académicos aunque nunca se incorporó a la principal institución artística nacional. No tuvo, pues, que recorrer un largo sendero académico para advertir que la pintura exigía superar fórmulas gastadas y que era necesario generar un nuevo y más abierto vocabulario pictórico. Le bastó para ello con la oportunidad de conocer, en el colegio Mackay de Valparaíso, al pintor británico Thomas Somerscales quien le inculcó la idea de la importancia de pintar del natural, un precepto que el joven Helsby cumplió saliendo a pintar al aire libre junto a su amigo y gran artista Juan Francisco González. De esta época de formación data su obra Quinta Normal en la que ya anuncia la libertad de tratamiento dada a los diversos objetos que integran el escenario físico mediante la aplicación de distintas técnicas y variaciones plásticas.

Bien pertrechado de los consejos y la práctica pictórica obtenida al lado de maestros del prestigio de los citados Valenzuela, Somerscales y González, en 1906 Alfredo Helsby viajó un año a Europa para perfeccionar sus conocimientos gracias a una beca del gobierno chileno. En 1907 expuso en el Salón de la Sociedad de Artistas Franceses de París, en la Royal Academy de Londres y en la Old Sudley Water Colour Society de la capital inglesa, constituyendo la estancia en el viejo continente una experiencia vital en su conocimiento de las tendencias artísticas del momento, así como un reencuentro con sus raíces británicas.

Alfredo Helsby comenzó con un período paisajista patente en obras como Orilla del Aconcagua, al que prosiguió la temática urbana por el influjo de su amigo Juan Francisco González (Paisaje de Limache). En las casi 800 obras de su autoría destaca la revelación de los grandiosos panoramas naturales de las montañas, campos y valles australes de Chile, a través de una cierta técnica impresionista de profusión de colores al servicio de delicados planos como en Tarde en Providencia, Arco iris en los canales de Chiloé y Cordillera. Para Helsby el paisaje natural poseía una fuerza mágica inherente a los espectáculos efímeros cuyas distintas expresiones trataba de plasmar en sus telas. Sin hacer suyo el mensaje impresionista, su singularidad se encuentra en la apertura que realizó al mundo de la luz, su distanciamiento de la temática condicionante y de la representación rigurosa, así como la mayor flexibilidad en las técnicas. Otras muestras de su labor son el Paseo Atkinson, donde una niña corre tras un aro, el retrato del pintor Fernando Álvarez de Sotomayor, Iglesia de la Divina Providencia, Rincón de Londres viejo, Desde el Corcovado y Silencio Andino.

En el medio artístico chileno resultaron inéditos tanto el recurso utilizado por Helsby del punto de vista aéreo como el empleo de lienzos de enormes dimensiones. Realizó numerosas exposiciones en Santiago y en otras ciudades del país y del resto de mundo, desde Argentina a Estados Unidos -donde estuvo en 1914 y 1920- en cuyos museos y colecciones privadas se encuentran las obras de quien, además, obtuvo premios y distinciones (primera medalla en la Exposición Internacional de Santiago en 1900; segunda medalla en la Exposición Internacional del Centenario en 1910) a lo largo de una carrera vivida voluntariamente al margen de movimientos y grupos y, quizás por ello, carente de discípulos.

En síntesis, puede afirmarse que la obra de Alfredo Helsby no fue tanto una renovación inmediata de los medios expresivos de la pintura sino un cuestionamiento e invitación a replantear conceptos, temas y técnicas a fin de depurar el arte plástico.

Bibliografía

  • IVELIC, M. y GALAZ, G. La pintura en Chile desde la colonia hasta 1981, Valparaiso, Universidad Católica, 1981.

  • RICHON-BRUNET, R. Alfredo Helsby, Selecta, Santiago, julio 1909.

MDGN

Autor

  • 0109 MDGN