A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaPeriodismoLiteraturaMedicinaBiografía

Guzmán Martorell, David Joaquín (1845-1927).

Médico, escritor, periodista y político salvadoreño, nacido en San Salvador el 15 de agosto de 1845, y fallecido en su ciudad natal el 20 de enero de 1927. Considerado como uno de los doctores más eminentes de su tiempo, desarrolló a la par una brillante trayectoria periodística y ensayística que, unida a las elevadas responsabilidades públicas que desempeñó al servicio de su país, le convierten en uno de los intelectuales más destacados de su ámbito centroamericano.

Hijo del general Joaquín Eufrasio Guzmán -antiguo presidente de la nación salvadoreña-, el joven David Joaquín recibió desde muy temprana edad una esmerada formación académica que, por aquellos años, sólo quedaba al alcance de las familias más privilegiadas del país. Cursó, en efecto, sus primeros estudios en el prestigioso colegio La Asunción, de San Salvador, y posteriormente viajó hasta Guatemala para graduarse como bachiller en Filosofía en el colegio Tridentino (1859). Finalizada esta etapa inicial de sus estudios, en 1863 se trasladó a Europa para instalarse en París, donde cursó estudios superiores de Medicina y Cirugía y se doctoró en dichas disciplinas en 1869, con una tesis titulada Essai de topographie physique et médicale de la République de El Salvador, Amérique Centrale, trabajo que mereció una mención honorífica por parte del tribunal que lo examinó.

Todavía sin abandonar el Viejo Mundo, se trasladó con su reciente título de doctor en Medicina a la capital de España, donde en 1870 se incorporó a la Facultad de Madrid. Posteriormente, ejerció la docencia y sus facultades médicas en Santiago de Chile y Lima, para pasar después a trabajar en diferentes instituciones educativas y sanitarias de Centroamérica. Por aquellos años comenzó el ya prestigioso doctor David Joaquín Guzmán a publicar sus primeros artículos periodísticos en varios medios de comunicación, al tiempo que decidía implicarse en el devenir político de su patria. En efecto, tras la caída del gobierno del licenciado Francisco Dueñas -que había ordenado ejecutar a un cuñado del doctor Guzmán Martorell, el ex-presidente Gerardo Barrios, casado con su hermana Adelaida-, David Joaquín Guzmán fue elegido diputado para los congresos constituyentes de 1871-1873, 1880 y 1886, cargo que aprovechó -desde su primer nombramiento de 1871- para promover la expulsión de la Compañía de Jesús del territorio salvadoreño e incautar su convento en la capital del país (sito en la actual Plaza Morazán).

Posteriormente, siguió desempañando cargos públicos en los más variados organismos de la Administración salvadoreña: fue subsecretario de Estado de Relaciones Exteriores e Instrucción Pública (1872), cirujano mayor del Ejército Nacional durante la contienda bélica sostenida contra Honduras y Nicaragua (1872-74), director de la Biblioteca Nacional (1872-73), inspector general de Instrucción Pública (1874), director del Instituto Nacional y catedrático de las universidades de El Salvador y León (1881-88, y 1896). Además, fue fundador y director -en dos ocasiones- del Museo Nacional de El Salvador (institución que lleva su nombre desde 1945), y del Museo Nacional de Nicaragua; secretario privado de la Presidencia salvadoreña (1908); miembro de las Academias Internacionales de Botánica (Le Mans, 1884) y de Ciencias Naturales (Bruselas, 1885), que le distinguieron con sus respectivas medallas de oro y placas de honor; miembro asimismo de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador (1888); del Ateneo de El Salvador (1908), en cuya junta estuvo permanentemente, además de ser director de su revista; y de la Real Academia de la Lengua Española (1915). Por su parte, el gobierno francés le nombró caballero de la Legión de Honor y oficial de Instrucción Pública.

Pero su labor pública dentro y fuera de sus fronteras no se redujo a los cargos y honores recién enumerados. En calidad de comisario general de concurso (función que desempeñó desde 1875 hasta 1904), asumió la dirección de los pabellones de El Salvador, Costa Rica y Nicaragua en las Exposiciones Universales de Santiago de Chile, París, Boston, Amberes, Nueva Orleans, Philadelphia, Guatemala, Chicago y Buffalo. Para rematar esta etapa de su trayectoria pública, en 1904 fue el responsable máximo de la organización de la Gran Exposición Nacional celebrada en la Finca Modelo de San Salvador (sita en los terrenos que actualmente ocupa el Zoológico Nacional).

En su condición de galeno, David Joaquín Guzmán Martorell ocupa un lugar privilegiado dentro de la Historia de la Medicina salvadoreña. A sus desvelos se debe la introducción y propagación de la vacuna -junto con otros trabajos de Pasteur- en las instituciones sanitarias de El Salvador, y la fundación del primer anfiteatro de autopsias y disección anatómica del Hospital Rosales, establecimiento en el que también creó la primera oficina de Fitopatología.

Como periodista y articulista, dejó un vasto legado. La repercusión de sus primeras colaboraciones, que vieron la luz en el rotativo El Universo, le animaron a introducirse de lleno en el mundo de la prensa escrita; así, adquirió el diario La Democracia, donde volcó una incesante copia de trabajos que tuvieron continuidad en otros muchos medios de comunicación centroamericanos, como La Voz del Pueblo, La Tribuna, La República, La Universidad, La Discusión, el Repertorio Salvadoreño, Costa Rica Ilustrada, El Imparcial (de Costa Rica), los Anales del Museo Nacional, El Comercio (de Ecuador), La Escuela de Medicina de EL Salvador, el Boletín de la Academia Salvadoreña, el Diario de El Salvador, La Prensa y el Diario Latino.

Además de todas las actividades, David Joaquín Guzmán Martorell cultivó también con acierto la creación literaria, centrándose principalmente en el género ensayístico. En los últimos años de su vida, una composición suya resultó ganadora del certamen convocado bajo el lema "Oración a la bandera" (1925); pero mucho antes ya había dado a la imprenta varias obras, entre las que destacan Organización de la instrucción pública primaria de El Salvador (1886), Texto de higiene escolar (Managua, 1898), Texto de Historia Natural (Managua, 1900), Botánica industrial de Centro América (Guatemala, 1908), Texto de zoología elemental (San Salvador, 1910), Comentario sobre instrucción pública y práctica social (San Salvador, 1914), y Prontuario de elocución, estilo, declamación y elocuencia. Vade-mecum del orador salvadoreño (San Salvador, 1915). Finalmente, un año antes de su muerte publicó un tratado sobre Especies útiles de la flora salvadoreña (San Salvador, 1926).

Ante tal cantidad de aportaciones políticas, diplomáticas, culturales y literarias a la historia de su país, no es de extrañar que el óbito de David Salvador Guzmán Martorell (acaecido en la capital salvadoreña durante la madrugada del día 20 de enero de 1927) levantara una extensa oleada de dolor entre todos sus compatriotas, que velaron su cadáver en la propia residencia del doctor y, posteriormente, en el paraninfo de la Universidad Nacional. Sus restos mortales recibieron sepultura en el Panteón de los Hombres Ilustres del Cementerio General de San Salvador, en medio de unas solemnes honras fúnebres presididas por las más altas instancias gubernamentales y académicas de toda la América Central.

Bibliografía

  • CAÑAS-DINARTE, Carlos. Diccionario escolar de autores salvadoreños (San Salvador: Consejo Nacional para la Cultura y el Arte [CONCULTURA], Dirección de Publicaciones e Impresos, 1998).

J. R. Fernández de Cano.

Autor

  • JR.