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Ingeniería y tecnologíaReligiónBiografía

Gusmão, Bartolomeu Lourenço de (1685-1724).

Ingeniero y sacerdote jesuita brasileño, nacido en Santos el mes de diciembre de 1685 y muerto en Toledo (España) el 18 de noviembre de 1724. Está considerado como el pionero de la aeronáutica, por haber sido el primero en presentar en público, de forma documentada, un globo capaz de elevarse ayudado por aire caliente.

Conocido con el apodo de "Padre volador", Bartolomeu Lourenço de Gusmão estudió en Belém (Bahia), luego ingresó en la Compañía de Jesús, y en 1708, se trasladó a Portugal, donde estudió Derecho Canónico en la Universidad de Coimbra, ordenándose sacerdote. Ejerció como profesor de matemáticas y como Capellán de la Casa Real de Juan V. Tuvo gran prestigio como orador sagrado.

El padre Gusmão era un hombre dotado de gran inteligencia y conocedor de los trabajos de Descartes, Leibniz, Newton, y de sus contemporáneos Bernouilli y Maclaurin, entre otros. Como era habitual en la época, trabajó en diversos ramos del conocimiento, incluyendo matemáticas, física, astronomía, química y filología. Sus habilidades fueron reconocidas tanto en Brasil como en Portugal. Durante su estadía en el seminario de Bahia, construyó un mecanismo que permitía subir agua del río a las tierras altas de las colinas. Una vez en Portugal, trabajó en el proyecto de construir una máquina voladora; llegó a probarla en 1809, incluso delante del rey y de la corte, logrando levantar más de 20 palmos del suelo, un globo de papel grueso, en cuyo interior colocaba un cuenco con fuego. Por eso no dudó en dirigirse al rey Juan V, solicitando una patente para construir un "instrumento que había inventado para andar por el aire". En su petición le exponía también las ventajas de aquella máquina tanto para las comunicaciones, como para la guerra y el comercio. El 17 de abril de 1709, su petición fue aprobada por el rey, y Gusmão comenzó a trabajar como profesor de matemáticas en la Universidad de Coimbra, con una dotación de 600.000 reales para desarrollar su invento. Sus ideas eran extremadamente avanzadas para su época, por lo que no faltaron ignorantes que ridiculizaran el invento y al inventor, apodando a Bartolomeu "Padre Volador" y poniendo a su invento el apelativo de "Passarola". En todo caso, el padre no consiguió reunir los fondos necesarios para construir globos mayores, ni suscitar el interés de quienes habrían podido invertir y llevar adelante el proyecto cuya factibilidad había demostrado con sus experimentos, y que sería realizado 60 años después (1783) en París, por los hermanos franceses Montgolfier, basados en los mismos principios tecnológicos de Gusmão. Por otra parte, sus experimentos suscitaron los recelos de la Inquisición, que los consideraba efecto de magia y hechicería. Ello le obligó a huir a España donde murió en un hospital de caridad de Toledo. Sus restos mortales se encuentran en la Iglesia de San Román, en Toledo.

Autor

  • Cipriano Camarero Gil