Guevara, Laureano (1889-1968).
Pintor y muralista chileno, nacido en Molina el 18 de junio de 1889 y fallecido en Santiago de Chile el 21 de noviembre de 1968, representante de la Generación chilena de 1913 y considerado uno de los primeros pintores verdaderamente contemporáneos de su país, fue galardonado con el Premio Nacional de Arte en 1967 por su larga carrera artística y docente. Su nombre completo era Laureano Manuel Ladrón de Guevara.
Hijo de un profesor de lengua del Liceo de Vaparaíso, Laureano se formó en este centro bajo las enseñanzas del principal maestro de pintura chileno de la época, Juan Francisco González, y aunque posteriormente inició la carrera de derecho, pronto su vocación artística le llevó a ingresar en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, en la que recibió clases, entre otros, del español Fernando Álvarez de Sotomayor y sus compatriotas Alberto Valenzuela Llanos, José Mercedes Ortega y Pedro Lira, y coincidió con pintores de la talla de Pablo Burchard y Augusto Eguiluz.
En 1919 fue premiado por primera vez por el Salón Oficial de Santiago, certamen que le distinguió a lo largo de su vida con numerosos premios. En un viaje a Europa en 1924 aprendió diversas técnicas de pintura (fresco, vitral, grabado) y tomó contacto con las corrientes vanguardistas, especialmente el cubismo.
De regreso en Chile, fue nombrado profesor de grabado de la Escuela de Bellas Artes, pero tras el cierre de este centro, en 1928, partió de nuevo hacia Europa junto con el destacado grupo de artistas que serían conocidos como la Generación chilena del 28. Trabajó en la Academia Grande Chaumiere de París y en España recibió el encargo de decorar el pabellón de Chile para la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, proyecto que acometió junto a Arturo Gordon y Abelardo Bustamante y por el que fueron premiados con la Medalla de Oro.
Reconocido ya sobradamente su talento como muralista, en 1933 fue puesto al frente del curso de pintura mural de la Escuela de Bellas Artes de Santiago, que después él transformó en Cátedra, y al año siguiente fue nombrado profesor del Liceo Experimental Artístico. Además del Premio Nacional de Arte, Laureano Guevara recibió entre otros galardones, el concedido por la Ilustre Municipalidad de Santiago (1937) y el Premio del Certamen Edwards del Salón Oficial del mismo año, el Primer Premio de Pintura Mural con motivo del IV Centenario de la fundación de Santiago (1941), el Premio de Honor del XVI Salón de Verano de Viña del Mar (1949), y el Premio de la Crítica (1956).
La obra de Laureano Guevara se nutre principalmente de paisajes agrestes, de escenas y retratos costumbristas y de naturalezas muertas, una temática común a los artistas de la Generación del Trece, pero por otra parte, ligada aún a la tradición de la pintura decimonónica. Su estilo sobrio, con un tono melancólico, refleja un hondo sentimiento hacia los parajes de su tierra, especialmente los costeros (Junto al mar), parajes que plasma con maestría bajo los diferentes prismas que le ofrecen los cambios estacionales (Primavera y Otoño en Tobalada; Mes de mayo) o las sutiles variaciones de luminosidad; en este sentido, Guevara es un artista del color como elemento que se antepone a la composición y el dibujo, aunque utilizado siempre dentro de un estricto equilibrio académico. Como pintor muralista alcanzó cotas muy elevadas de reconocimiento y probablemente una mayor calidad pictórica; varios de sus murales, algunos de ellos realizados en colaboración con sus compañeros de generación, tuvieron como soporte edificios emblemáticos de la capital chilena: la fachada de la Casa de la Madre, desaparecido actualmente; el Liceo Juan Antonio Ríos Morales; o el muro principal de la antigua Escuela de Bellas Artes, después Museo de Arte Contemporáneo, parcialmente destruido a consecuencia del incendio de 1968.
