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HistoriaBiografía

Guesclín, Bertrand du (1320-1380).

Mercenario de origen bretón, nacido en la Motte-Bron, cerca de Dinan, en el año 1320, y muerto en Chateauneuf de Riandón, en el año 1380. Perteneció a la baja nobleza de Bretaña, por lo que pronto se tuvo que dedicar a la carrera de las armas de forma profesional. No sabía leer ni escribir y su carácter era violento. Su participación en torneos y encuentros de armas le valió una merecida fama de guerrero. Su carrera militar la emprendió luchando al lado de Carlos de Blois, en el enfrentamiento de éste con Juan de Monfort, por la pertenencia de Bretaña. Por aquel tiempo, Du Guesclín ya tenía a su cargo a todo un ejército de soldados aventureros y mercenarios, compuesto de bretones e ingleses que luchaban sólo por una soldada y no por intereses nacionales.

En el año 1357 fue armado caballero y se puso a la orden del rey Carlos V de Francia. Fue enviado a luchar contra los ejércitos navarros de Carlos el Malo, y consiguió una aplastante victoria en la batalla de Cocherel, en el año 1364. En ese mismo año, en la batalla de Aurai, fue derrotado y hecho prisionero por las tropas inglesas. El rey francés pagó por su rescate una fuerte cantidad (100.000 francos).

Una vez que se firmó la paz entre Navarra y Francia, las Compañías Blancas de Du Guesclín quedaron sin ocupación, esto suponía un grave problema para la seguridad del reino ya que las tropas, desocupadas, arrasaban y expoliaban las poblaciones que encontraban a su paso. Para solucionar el problema, el rey francés envió a Du Guesclín y sus mercenarios al servicio del pretendiente a la Corona de Castilla, Enrique de Trastámara, que estaba embarcado en una guerra fratricida contra su hermanastro, el rey legítimo, Pedro I. Antes de traspasar los Pirineos, Bertrand de Du Guesclín y sus Compañías Blancas tuvieron tiempo de saquear la sede papal de Avignon.

Du Guesclín en la Guerra Civil Castellana.

En el año 1365, Du Guesclín entró en la ciudad de Barcelona, donde fue recibido por el rey aragonés, Pedro IV el Ceremonioso, que lo nombró conde de Borja, incluyendo el señorío jurisdiccional de la villa. El rey aragonés estaba aliado con el pretendiente a la Corona de Castilla para derribar al rey de Castilla, quien le era frontalmente adverso. Du Guesclín acompañó a Enrique de Trastámara en las diversas incursiones que hizo en Castilla. La campaña fue un puro paseo triunfal para las filas del pretendiente. Enrique licenció al gran grueso de las tropas de Du Guesclín, y se quedó tan sólo con un pequeño grupo, incluyendo al propio Du Guesclín. Enrique se proclamó rey de Castilla en la ciudad de Calahorra el 16 de marzo de 1366, y a comienzos de abril del mismo año entró en Valladolid, donde fue coronado rey. Pero en el año 1367, el rey legítimo Pedro, ayudado por los ingleses comandados por Eduardo, el Príncipe Negro, hijo primogénito de Eduardo III, hizo frente a las tropas de Enrique II en la batalla de Nájera, donde el pretendiente salió ampliamente derrotado. Enrique II pudo huir a duras penas, ayudado por el propio Du Guesclín, quien volvió a ser hecho prisionero por los ingleses, y puesto posteriormente en libertad previo pago de un fuerte rescate.

Debido a las desavenencias entre Pedro de Castilla y el Príncipe Negro, Enrique II pudo agrupar nuevamente un gran ejército. Du Guesclín estaba otra vez entre las filas de Enrique de Trastámara. Ambos sorprendieron al campamento del rey Pedro, situado en la localidad de Montiel. El rey, ante esta adversidad tuvo que refugiarse en el castillo de la localidad con su hueste diezmada. Du Guesclín traicionó la confianza del rey Pedro, que se encontraba en una situación límite, prometiéndole facilitarle la salida de Montiel. El rey fue engañado y entregado en las manos de su hermanastro. Parece ser que hubo una lucha cuerpo a cuerpo entre ambos, pero cuando Pedro tenía a su merced a su hermanastro, Du Guesclín le dio la vuelta, pronunciando la famosa frase de “yo ni quito ni pongo rey, sólo sirvo a mi señor”. El regicidio se consumó y se instauró en el reino de Castilla una nueva dinastía, la de los Trastámara.
(Véase Batalla de Montiel).

Enrique II, conocido posteriormente como el de Las Mercedes, una vez que subió al trono, recompensó grandemente a todos aquellos que le ayudaron a conseguirlo. Bertrand Du Guesclín fue generosamente recompensado con el señorío de Molina, Soria, Atienza y Almazán. Du Guesclín siguió combatiendo al lado de Enrique, hasta que en el año 1370 volvió a Francia, llevándose a sus mercenarios. En ese año fue nombrado condestable de Francia. De vuelta a las órdenes directas del rey francés, combatió contra los ingleses en el Poitou. En el año 1374 estuvo combatiendo en la Guyena, también contra los ingleses, los cuales ya estaban prácticamente expulsados de Francia. Murió cuando intentaba hacerse con la fortaleza de Chateaunueuf de Rondón.

Du Guesclín representó una nueva manera de entender la guerra medieval, y se comportó como un auténtico soldado profesional. En Francia, hoy en día, es considerado como un héroe nacional, de la misma manera que lo es para España la figura del Cid.

Bibliografía.

  • MOYA, G.: Don Pedro el Cruel, Madrid,1975.

  • ALDEÓN, J.: Enrique II de Castilla. La guerra civil y consolidación de un régimen, Valladolid, 1966.

  • CONTAMINE, PH.: La guerra en la Edad Media, Barcelona, 1984.

C. Herráiz García.

Autor

  • Carlos Herráiz García