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PolíticaFísicaAstronomíaBiografía

Guericke, Otto von (1602-1686).

Uno de los más célebres físicos y astrónomos del siglo XVII. Nació en Magdeburgo, Alemania, el 20 de noviembre de 1602 y murió en Hamburgo el 11 de mayo de 1686.

Perteneciente a una familia acomodada, que había previsto para él un futuro como personaje relevante de la vida política de su ciudad natal, estudió Leyes en las universidades de Leipzig, Helmstedt, Jena y Leiden. En esta última ciudad se interesó por las matemáticas y las ciencias, y al finalizar sus estudios regresó a Magdeburgo, donde fue elegido en 1626 concejal y se ocupó de las obras públicas. La ciudad fue incendiada y saqueada en 1631 por los ejércitos suecos durante la Guerra de los Treinta Años, y Von Guericke fue ofreciendo sus servicios como ingeniero civil por diversos estados alemanes. Fue representante diplomático de la Dieta Imperial en el tratado de Ratisbona (1641) y en los Tratados de Westfalia (1648) que pusieron fin a dicho conflicto. Fue, por último, Alcalde de Magdeburgo entre 1646 y 1676, y en el escaso tiempo libre que le permitieron sus actividades como munícipe se aficionó al ejercicio de la ciencia.

Durante un viaje que realizó en 1646 a Osnabrück, asistió a una conferencia de Descartes sobre la nueva ciencia, en la que oyó a éste negar la existencia del vacío. Von Guericke ideó entonces diversas experiencias con que refutar al sabio francés. Llenó un barril con agua, lo cerró herméticamente e intentó extraer el agua con ayuda de bombas. Dos de sus ayudantes, que tiraban con todas sus fuerzas del émbolo de la bomba, no sólo no consiguieron extraer el agua, sino que arrancaron la bomba del barril. Un segundo intento, con una bomba reforzada, logró extraer parte del agua, pero se abrieron en el barril ciertas grietas por las que penetraba, silbante, aire del exterior. Tras idear un nuevo tipo de bomba neumática, realizó el más famoso de sus experimentos, el llamado de los hemisferios de Magdeburgo. En 1654, ante el parlamento de Ratisbona y en presencia del elector, el gran duque Federico Guillermo, unió entre sí dos semiesferas de cobre, de unos 35 cm de diámetro, una de las cuales poseía un grifo por el que extrajo, con la bomba neumática que había diseñado, el aire del interior. Las dos semiesferas quedaron entonces tan unidas entre sí que dos tiros de ocho caballos cada uno fueron incapaces de vencer la presión atmosférica, y una vez abierto el grifo pudieron separarse con facilidad. Gracias a este experimento se demostró la existencia del vacío, la considerable presión atmosférica y el hecho, vaticinado por Guericke, de que el aire es un fluido elástico, con lo que se sentaban los principios de la aerostática.

En 1671 inventó la que se puede considerar como primera máquina eléctrica, una esfera de azufre de tamaño algo menor que una cabeza que se cargaba de electricidad estática por frotamiento. Leibniz, enterado de la existencia de este aparato, solicitó a Von Guericke que se lo enviara, y una vez recibido pudo constatar en primer lugar la existencia del calentamiento por fricción, y en segundo lugar el desprendimiento de chispas eléctricas. Inventó asimismo una balanza para pesar el aire, y como astrónomo aficionado fue uno de los primeros en anunciar que la vuelta de los cometas podría predecirse con toda seguridad, como lo había acreditado la experiencia. Sus trabajos y sus principales observaciones se publicaron bajo el título de Experimenta nova.

Autor

  • JJ.