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EsculturaArquitecturaBiografía

Goujon, Jean (ca.1510-1572).

Escultor y arquitecto francés nacido en algún lugar de Francia hacia el año de 1510 y fallecido en París (Francia) el 24 de agosto de 1572. Admirador de la escultura clásica grecolatina y defensor a ultranza del legado de la Antigüedad, impuso el clasicismo en los numerosos bajorrelieves que realizó en París, la mayor parte de ellos concebidos como parte de la decoración del Palacio del Louvre.

Apenas se conocen datos acerca de su infancia y adolescencia. Debió de interesarse por la creación artística a una edad temprana, y pronto comenzó a estudiar escultura en el taller de un maestro desconocido. Se sabe, en cambio, con certeza que, llevado de su interés por el Arte clásico, viajó a Italia en su juventud y estudio in situ la creación de los grandes arquitectos y escultores de la Antigüedad.

A su regreso a Francia, renovó por completo estas dos disciplinas artísticas. Las primeras noticias ciertas que hay acerca de él lo ubican en Rouen hacia 1540, tallando las columnas de mármol negro sobre las que se apoya el órgano de la iglesia de Saint-Maclou, uno de las más relevantes edificaciones religiosas de dicha ciudad. La finura clásica de estas columnas delata la influencia que Goujon recibió en Italia y, de forma muy señalada, la huella de Benvenutto Cellini (1500-1570).

Pasó luego a París, en donde comenzó a colaborar con Pierre Lescot (1510-1571), considerado como el gran restaurador de la arquitectura francesa. Uno de los primeros trabajos -si no el primero- que realizó Goujon para decorar una fachada de Lescot fue el bajorrelieve del Descendimiento de la cruz (1544-1545), donde el escultor volvió a demostrar su tendencia al Clasicismo, manifiesta en su interés por la pureza y la serenidad de las formas, antes que por el sentimiento y la expresividad de las figuras.

Este interés por los aspectos formales volvió a hacerse patente en una nueva colaboración de Goujon con Pierre Lescot, ahora para la galería de Saint Germain-l'Auxerrois, perteneciente al parisino Palacio del Louvre. A partir de esta obra, fechada a mediados de la década de los cuarenta, Jean Goujon trabajó casi exclusivamente en la decoración de este imponente edificio.

En París dejó también la que tal vez pueda considerarse su obra maestra: el bajorrelieve Las ninfas (1549), con el que adornó la fuente de los Inocentes creada por su inseparable Lescot. Se trata de seis paneles de un gusto exquisito, en los que Goujon reflejó a la perfección la ondulación de los cuerpos y el pliegue de los ropajes, dentro de esa armonía plenamente clásica que valoraba la suavidad, el ritmo y la delicadeza de las formas, pero sin caer jamás en el patetismo de los sentimientos exacerbados.

También son auténticas obras maestras las cariátides que, entre 1550 y 1551, esculpió para la Salle (otra dependencia del Palais du Louvre). Inspirado por el arquitecto romano Marco Polión Vitrubio (s. I a.C.), cuyo famoso tratado de arquitectura había sido editado en francés en 1547, con ilustraciones del propio Goujon, el ya célebre autor de columnas y bajorrelieves concibió unas cariátides de tamaño monumental, algo que no era frecuente en la escultura occidental del siglo XVI.

Por todos estos trabajos, Jean Goujon gozó de sumo prestigio en la corte de Enrique II (1519-1559), donde llegó a recibir algunos favores muy señalados. Mas, comoquiera que profesara la religión protestante, fue objeto del odio de la facción católica y cayó muerto por un disparo de arcabuz en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572, cuando se desató en París ese furor exterminador contra los hugonotes que ha pasado a la historia bajo el nombre de la matanza de san Bartolomé. Según una vieja tradición, Jean Goujon fue herido de muerte mientras se hallaba encaramado a un andamio, trabajando en un nuevo bajorrelieve para la fachada exterior del Louvre. Otras fuentes aseguran, en cambio, que el escultor huyó de París al verse amenazado por sus creencias religiosas, y que buscó refugio en su amada Italia, para acabar muriendo en Bolonia.

Entre sus obras más notables, cabe recordar, al margen de las ya citadas en párrafos anteriores, la estatua tendida de Diana de Poitiers; los bajorrelieves de la puerta de San Antonio de París; el bajorrelieve Jesús en el sepulcro; La muerte y la resurrección (bajorrelieve); y los relieves con que adornó el Palacio Carnavalet, en París. Con todo, lo más destacado de su obra es la ornamentación de la susodicha fuente de los Inocentes, así como sus esculturas para la fachada y el interior del Palais du Louvre.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.