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LiteraturaBiografía

Gorriti, Juana Manuela (1818-1892).

Escritora argentino-peruana, nacida el 15 de junio de 1818 en la hacienda Horcones, una de las dos que pertenecían a su familia en la provincia de Salta, al noroeste de Argentina, y muerta en Buenos Aires el 6 de noviembre de 1892. Sus padres fueron el coronel José Ignacio Gorriti y Feliciana Zuviría, pertenecientes a la aristocracia local, que apoyó el movimiento independentista y que mantenían lazos de parentesco con otros caudillos de la provincia.

Durante la guerra civil argentina (1828-35) su familia se adhirió a la causa unitaria, siendo derrotada por los ejércitos federales comandados por el general Facundo Quiroga. Como consecuencia de este suceso se vieron obligados a emigrar a Bolivia, siéndoles confiscados los bienes familiares. Recién llegados a Bolivia, los Gorriti se instalaron en Tarija. En dicha ciudad Juana Manuela Gorriti conoció al joven militar del ejército boliviano Manuel Isidoro Belzú, con quien se casó a los quince años (1833). Con su esposo recorrió el territorio boliviano, llegando a establecerse sucesivamente en Sucre, La Paz y Cochabamba, hasta que alrededor del año 1840 se separó de él y se trasladó a Lima, donde se dedicó a la enseñanza particular.

Después de una visita a Salta en 1842, regresó a Bolivia, donde continuaron sus problemas matrimoniales, que la obligaron a regresar al Perú, estableciéndose en la ciudad de Arequipa. En dicha ciudad la buscó Belzú (1847), quien se encontraba cumpliendo destierro, produciéndose una reconciliación que duró poco tiempo, porque al año siguiente la escritora volvió a establecerse en Lima, mientras que Belzú marchó a Bolivia, donde encabezó un levantamiento que lo llevó a la presidencia de su país (1848-1855).

En Lima comenzó a publicar relatos en forma de folletín en el diario El Comercio, entre ellos "La quena" (1851) y "El guante negro" (1852), y a relacionarse con los escritores limeños, particularmente con Ricardo Palma, a quien alentó en sus inicios literarios. Alrededor de 1857 la escritora volvió a establecerse en La Paz, pero tras el asesinato de su esposo por parte de Mariano Melgarejo, el 27 de marzo de 1865, regresó a Lima, donde continuó su actividad literaria.

En mayo de 1874 editó junto con la escritora Carolina Freyre de Jaimes El Álbum, "Revista semanal para el bello sexo", pero el semanario tuvo corta vida, habiéndose retirado Gorriti de la dirección en agosto del mismo año para participar en la edición de un nuevo semanario con el título de La Alborada (1874-75). En 1875 la escritora viajó por primera vez a Buenos Aires para solucionar cuestiones relacionadas con la pensión que le correspondía por ser hija de un guerrero de la independencia argentina. Antes de viajar fue agasajada en una sesión especial por el Club Literario de Lima, el 4 de febrero de 1875, institución que agrupaba a los escritores limeños más importantes.

La oportunidad sirvió para que la escritora pronunciara un discurso donde se mostró contraria a que los padres permitieran el entonces frecuente viaje de los hijos a Europa para educarse, sacrificando lo que llamó "los sagrados vínculos que unen al hombre con la familia y con el país natal", y reafirmando su opción por una educación nacionalista americana. En Buenos Aires la escritora fue bien recibida, siendo objeto de algunos homenajes, el 18 y el 24 de septiembre de 1875, en uno de los cuales se le hizo entrega de un álbum literario, el mismo que sería editado con el título de Palma Literaria y Artística (Buenos Aires, 1975). A finales del mismo año volvió a Lima para continuar con sus colaboraciones periodísticas y la enseñanza en el colegio para niños y niñas que había instalado en su casa.

Durante los siguientes años, la actividad de mayor importancia desarrollada en Lima por Gorriti fue la organización de veladas literarias (1876-77). Estos eventos sirvieron para reunir a los escritores limeños consagrados con los que empezaban a debutar en las lides literarias. Durante el lapso en que se desarrollaron las mencionadas veladas ( de julio de 1876 a julio de 1877) la casa de la escritora fue el centro de la actividad literaria en la capital peruana y lugar para la presentación de los escritores hispanoamericanos que llegaban a Lima.

Dichas reuniones también sirvieron para la promoción de las mujeres escritoras, muchas de las cuales debutaron en estas veladas. En julio de 1877 la escritora se embarcó con destino a Buenos Aires para ver asuntos relacionados con su pensión. Al poco tiempo de llegar a la capital argentina inició la publicación del semanario La Alborada del Plata, donde dio a conocer el movimiento literario latinoamericano. En 1878 viajó nuevamente a Lima, esta vez a causa de la enfermedad de su hija Mercedes, residente en la capital peruana, quien moriría al año siguiente.

En Lima, la escritora fue sorprendida por el estallido de la Guerra del Pacífico, que enfrentó a Perú y Bolivia con Chile. Gorriti permaneció en Lima durante la mayor parte del conflicto, llegando a presenciar la entrada de las tropas chilenas a la ciudad, en enero de 1881. Al año siguiente partió para Buenos Aires, pero en 1884 regresó a Perú, en lo que sería su último viaje al país que consideró su segunda patria. A comienzos de 1885 la escritora se instaló definitivamente en Buenos Aires, ciudad de la que sólo se apartó para hacer un corto viaje a Salta en 1886.

Aquejada de problemas de salud se dedicó a la publicación de sus obras, labor en la que le sorprendió la muerte. El gobierno argentino, mediante decreto, se hizo cargo de su funeral en mérito de sus trabajos literarios, y por ser considerada una de las últimas personalidades sobrevivientes de las guerras de la independencia nacional.

Juana Manuela Gorriti es considerada la primera novelista argentina y la escritora argentina del siglo pasado con mayor obra publicada, sin dejar de mencionar el hecho de ser una de las primeras mujeres latinoamericanas que ejerció la literatura de manera profesional. Sueños y realidades (2 vols., Buenos Aires 1865) es el título de su primer libro. En realidad se trata de una recopilación de sus trabajos publicados hasta esa fecha en periódicos y revistas de la región. El libro consta de novelas publicadas anteriormente en forma de folletín, cuentos y pequeños ensayos, dentro de un estilo marcadamente romántico.

Muchos de estos relatos están ambientados durante la guerra de independencia y la guerra civil argentina ("El guante negro", "La novia del muerto", "El lucero del manantial", "Güemes. Recuerdos de la infancia"), pero también se encuentran los que desarrollan temas peruanos. Por ejemplo, "La quena" y "El tesoro de los Incas" transcurren en el Perú virreinal y su tema es la fábula de la ciudad perdida de los Incas. Estudios recientes han enfatizado el papel transgresor de muchos de estos relatos al mostrar el conflicto étnico entre blancos, indios, mestizos y negros existente en la sociedad peruana, y que se hace más manifiesto en los relatos "El ángel caído" y "Si haces mal no esperes bien", incluidos en la misma colección.

Gorriti también fue compiladora de una Corona poética ofrecida al pueblo peruano el 28 de julio de 1866. Se trata de un conjunto de composiciones de escaso valor literario, con motivo de la victoria peruana en el combate librado contra una escuadra española en el puerto del Callao el 2 de mayo del mismo año. No incluye trabajos de la escritora y sólo tiene un valor anecdótico. En Europa publicó Biografía del general don Dionisio de Puch (París 1868), ampliada al año siguiente con el título Vida militar y política del general don Dionisio de Puch (París 1869), relato de la vida de este caudillo salteño, pariente de la escritora y líder de la resistencia de la provincia contra el régimen de Rosas.

Bajo el subtítulo de "Colección de novelas, fantasías, leyendas y descripciones americanas" publicó Panoramas de la vida (2 vols., Buenos Aires 1876), una nueva recopilación de sus trabajos literarios. Esta colección incluye la novela más extensa -y quizás la mejor lograda- escrita por Gorriti, Peregrinaciones de una alma triste, que narra el periplo de una mujer por los diversos países sudamericanos. Los siguientes libros, Misceláneas (Buenos Aires 1878) y El mundo de los recuerdos (Buenos Aires, 1886), también recopilan trabajos de parecida factura.

Una obra singular de la escritora, y que constituye su último texto de ficción, es Oasis en la vida (Buenos Aires, 1888), breve novela que narra la historia de un autor de folletines que gracias a una póliza de seguros logra la estabilidad económica que le permite seguir escribiendo. La novela, donde la escritora modifica su anterior discurso para hacer una defensa del sistema financiero, es una metáfora explícita al señalarse en el mismo texto que la publicación fue patrocinada por la Compañía de Seguros "La Buenos Aires", que compró la edición para regalarla a sus clientes. Sus siguientes libros, La tierra natal (Buenos Aires. 1889), Cocina ecléctica (Buenos Aires, 1890) y Perfiles (Buenos Aires, 1892) también contaron con financiación, esta vez del gobierno argentino.

El primero constituye un homenaje a su ciudad natal a través del relato de la visita realizada tres años antes, donde se mezclan las historias contadas durante el trayecto con los lejanos recuerdos de la infancia. Más interesante es el segundo libro, Cocina ecléctica, que contiene un prólogo donde la escritora se culpa por haberse dedicado a la literatura, por lo que ofrece como descargo un libro dedicado a "la ciencia más conveniente a la mujer". El libro recoge unas doscientas cincuenta recetas de cocina que sus amigas sudamericanas, escritoras o no, le enviaron a su solicitud.

La última obra contiene algunas semblanzas de personajes de Argentina, Bolivia y Perú escritas de manera desaliñada, lo que se explica por haber sido escritas cuando la escritora se encontraba grave de salud. Casi al mismo tiempo de su muerte se publicó Veladas literarias de Lima. (1876-1877). Tomo primero (Buenos Aires, 1892). El libro es una recopilación de los trabajos leídos durante las diez primeras veladas desarrolladas en 1876 en casa de la escritora y publicados bajo el cuidado de su hijo Julio Sandoval, a los que se añade una carta- prólogo de Ricardo Palma. La muerte de Sandoval en 1894 frustró la publicación de los demás trabajos.

Finalmente, la última obra de Gorriti, publicada póstumamente, es Lo íntimo (Buenos Aires, 1897). Escrita con el propósito de ser un libro de memorias, dista bastante de ser tal. En realidad nos encontramos ante un trabajo deficiente, cuyo borrador fue terminado durante la convalecencia de la escritora, por lo que al manuscrito se le adicionaron fragmentos de la correspondencia mantenida con Ricardo Palma, la misma que se encuentra guardada actualmente en la Biblioteca Nacional del Perú.

Consideramos que la obra de Gorriti merece atención por diversos aspectos. Es cierto que su técnica literaria es rudimentaria y su romanticismo cae en excesos, pero su preferencia por mostrar personajes socialmente marginales, entre otros rasgos destacables de su obra, reclama algún tipo de reconocimiento. Sin embargo, creemos que el mayor mérito de esta escritora está dado por la infatigable labor que desplegó, sobre todo durante su estancia en el Perú, para fomentar la literatura femenina, hasta tal punto, que prácticamente todas las escritoras peruanas del siglo XIX la consideraron su maestra y algunas -como Clorinda Matto de Turner- llegaron a llamarla su "segunda madre".

Bibliografía

  • DENEGRI, Francesca. El abanico y la cigarrera. La primera generación de mujeres ilustradas en el Perú. (Lima: Instituto de Estudios Peruanos / Flora Tristán, 1996).

  • IGLESIAS, Cristina (Comp.), El ajuar de la patria. Ensayos críticos sobre Juana Manuela Gorriti. (Buenos Aires: Feminaria Editora, 1993).

Autor

  • César Salas