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Gavidia, Francisco (ca. 1863-1955).

Poeta, narrador, ensayista, dramaturgo, historiador, filósofo, musicólogo, orador, pedagogo, politólogo, crítico literario y traductor salvadoreño, nacido en San Miguel el 29 de diciembre de 1863 (aunque algunos de sus biógrafos retrasan esta fecha hasta 1865), y fallecido en San Salvador el 24 de septiembre de 1955. Al margen de la calidad contrastada de su producción literaria, por la amplitud de todos sus saberes humanísticos está considerado como el gran patriarca de las Letras salvadoreñas, y como una de la grandes figuras de la cultura universal. Al mismo tiempo, constituye uno de los modelos más representativos del progreso autodidacto, pues desde su propio esfuerzo, sin innegables dotes intelectuales y su voraz deseo de aprender consiguió atesorar un bagaje enciclopédico que abarca prácticamente todas disciplinas del saber humanístico.

Por lo demás, su presencia en la Historia de la Literatura Universal no se debe tan sólo a su propia creación literaria, ya que desempeñó un papel fundamental en la evolución de la poesía hispanoamericana de finales del siglo XIX, al convertirse desde muy pronto en uno de los principales renovadores de las técnicas, el estilo y la métrica de la lírica escrita en lengua castellana. Tanto es así, que su conocimiento y asimilación de las nuevas tendencias poéticas procedentes de Europa (en especial, de Francia) influyó decisivamente en la progresión estilística de su gran amigo el poeta nicaragüense Rubén Darío, máximo baluarte del modernismo literario hispanoamericano. En efecto, cuando ambos poetas eran apenas unos adolescentes deslumbrados por cualquier noticia cultural procedente de Europa, Gavidia animó con entusiasmo a su gran amigo Rubén para que empezase a cultivar el verso alejandrino (tan en boga, entonces, en la Francia de los poetas parnasianos y simbolistas), adopción métrica que constituye una de las piedras sillares del posterior quehacer modernista del universal vate nicaragüense.

Anclado, en sus primeros versos juveniles, a ese romanticismo tardío que aún coleaba en tierras hispanoamericanas, Francisco Gavidia se aficionó a la lectura de los poetas franceses contemporáneos (a algunos de los cuales traduciría posteriormente al castellano) y descubrió la grandeza de la obra de Víctor Hugo, lo que le permitió adaptar su oído lírico a las formas métricas más características de la lírica gala. Así, puede afirmarse que Gavidia fue el auténtico precursor del modernismo en Centroamérica, pues en su temprano poemario Versos (1884) ya se sirve de algunas de las principales características léxicas, rítmicas y métricas que, poco tiempo después, habría de codificar y consagrar magistralmente el susodicho Darío.

Posteriormente (y debido, en parte, a su longeva existencia), Francisco Gavidia fue evolucionando en la particular modulación de su propia voz poética, hasta llegar al cultivo de una reflexión conceptual que alcanza su máximo esplendor en el poemario titulado Sóteer o Tierra de preseas (1949), un moderno canto épico que, en buena medida, constituye su obra maestra y su gran legado literario. Pero entre aquella etapa romántica inicial y esta honda introspección lírica de su edad provecta cabe una copiosa producción creativa y ensayística que pasó por muy diversas etapas y se contagió de múltiples tendencias estéticas.

En efecto, también en su condición de dramaturgo supo Gavidia evolucionar desde un romanticismo tardío (o un atisbo premodernista) presente en dramas como Júpiter (1885) o Ursino (1889), hasta una épica conceptual manifiesta en el poema dramático titulado La princesa Catalá (1944). En media, quedan algunas obras teatrales tan diferentes entre sí como Conde de San Salvador o El Dios de las Cosas (1901), Lucía Lasso o Los piratas (1914), La torre de marfil (1920) o Héspero (1931).

Como precursor de nuevas estéticas literarias, Francisco Gavidia no se limitó a sus valiosas aportaciones en los géneros poético y dramático, ya que también desde el terreno de la narrativa breve propugnó una recreación de los espacios y personajes legendarios precolombinos y coloniales, en un claro anticipo de la posterior literatura indigenista que habría de triunfar en todos los países hispanoamericanos. Este decidido aliento innovador le impulsó, en fin, a proponer la adopción de un lenguaje universal inventado por él mismo, el "Idioma Salvador", del que se llegó a servir para publicar algunos números de su famosa revista Kosmos, una publicación prestigiada por su enorme difusión internacional. Asimismo, utilizó este lenguaje propio para componer su célebre poema titulado "Los aeronautas", o "Poema en Hexámetros a la Gloria Latinoamericana de Santos Dumont". Esta composición, de nítida inspiración prefuturista, está dedicada -como reza su subtítulo- al ingeniero y piloto de aviones brasileño Santos Dumont, considerado por aquellos años como "El Padre de la Aviación", por sus hazañas realizadas a los mandos de globos dirigibles y de las primeras aeronaves.

Al margen de las obras citadas, Francisco Gavidia publicó decenas de títulos sobre las más diversas materias. Entre ellos, resulta obligado recordar el ensayo filosófico Estudio y resumen del "Discurso sobre el método", de Descartes (1901); el ensayo crítico-literario Tradiciones (1901), centrado en la obra homónima del escritor peruano Ricardo Palma (1901); el ensayo histórico titulado 1814 (1905); el volumen de poemas líricos familiares publicado bajo el epígrafe de El libro de los azahares (1913), donde aparecía su famoso poema patriótico "Canto a Centroamérica"; el primer tomo de la recopilación de sus escritos, titulado Obras (1913); el tratado Historia moderna de El Salvador (publicado en dos tomos, en 1917 y 1918); el estudio de crítica musical titulado El cancionero del siglo XIX (1929-1930), constituido por una recopilación de sus traducciones de algunos fragmentos de las más conocidas óperas decimonónicas escritas en francés, inglés, alemán e italiano; la recopilación de relatos breves Cuentos y narraciones (1931); la recopilación de sus Discursos, estudios y conferencias (1941); y la narración en verso Cuento de marinos (1947). En 1974 y 1976 aparecieron, respectivamente, los tomos primero y segundo de sus Obras completas, en los que está recogida toda su producción poética, mientras que la recopilación de su quehacer dramático, publicada por el perspicaz crítico salvadoreño Carlos Cañas-Dinarte, vio la luz en 1999 bajo el título genérico de Teatro.

La presencia de Francisco Gavidia en el panorama socio-cultural salvadoreño de finales del siglo XIX constituye uno de los mejores exponentes del intelectual hispanoamericano comprometido con el desarrollo institucional de su país. En el terreno político, fue el fundador del Partido Parlamentarista (1895); y en el campo estrictamente cultural, fundó la revista Los andes (1904), y fue miembro -y, posteriormente, director- de la Academia Salvadoreña de la Lengua, de la Academia Salvadoreña de la Historia, y del Ateneo de El Salvador. Asimismo, fue director de Educación Pública Primaria (1896), ministro de Instrucción Pública (1898), director de la Biblioteca Nacional (1906-1919), catedrático del Instituto Nacional y de la Universidad de El Salvador, que en 1941 le otorgó el grado de "Doctor Honoris Causa". Entre otros muchos premios y honores con que fue reconocida su labor pública, literaria e intelectual, fue oficialmente homenajeado en 1912 y en 1919 por el Poder Ejecutivo de El Salvador, y en 1933 fue declarado "salvadoreño meritísimo" por parte de la Asamblea Nacional. Finalmente, en 1939 recibió el reconocimiento unánime de sus paisanos, quienes le coronaron como poeta en el teatro principal de San Miguel, emblemático edificio que, a partir de entonces, lleva el nombre del homenajeado escritor.

Bibliografía

  • CAÑAS-DINARTE, Carlos. Diccionario escolar de autores salvadoreños (San Salvador: Consejo Nacional para la Cultura y el Arte [CONCULTURA], Dirección de Publicaciones e Impresos, 1998).

J. R. Fernández de Cano.

Autor

  • JR.