Garro, José (ca. 1623-1702).
Administrador colonial español nacido en Mondragón hacia 1623 y muerto en San Sebastián en 1702. Fue administrador de Tucumán, Buenos Aires y Chile, realizó una obra constructiva en las tres gobernaciones, expulsó a los portugueses de la colonia del Sacramento, estableció paces con los araucanos y defendió la costa chilena de los ataques corsarios.
Ingresó en la carrera militar desde su juventud y participó en las guerras de Portugal y de Cataluña, por las que mereció ser nombrado Caballero de la Orden de Santiago en 1671 y su ascenso a Maese de campo.
En 1674 fue enviado a América como Gobernador de la provincia de Tucumán. Durante su mandato envió tres expediciones al Chaco, afrontó varias rebeliones de los indios mocovíes y fomentó las obras públicas de la Provincia. En 1676 fue nombrado Gobernador de Buenos Aires. Delegó el gobierno tucumano en Juan Díaz Andino y se posesionó del nuevo cargo. A poco de estar al frente del mismo, se produjo la invasión portuguesa del general Manuel Lobo, gobernador de Río de Janeiro, que fundo la “Nova Colonia do Sacramento”, en territorio español en enero de 1680. Garro protestó de inmediato y preguntó a Lobo si era alguna ocupación temporal, a lo que contestó el portugués con su programa de ocupación territorial, según mandatos superiores. Garro reunió el mismo año 1680 un ejercito de 300 españoles y unos 3.000 indios guaraníes procedentes de las misiones jesuitas, y lo puso al mando del Maese de Campo Juan Antonio de Vera y Múxica, a quien dio orden de restituir el dominio español en el Sacramento. Los españoles se apoderaron del Sacramento el 7 de agosto de 1680, e hicieron prisioneros a Lobo y a sus oficiales, que fueron enviados a Chile. El tratado firmado por España con Portugal en 1681 obligó a devolver la colonia del Sacramento. La Corona desautorizó además el proceder de Garro, aunque le premió poco después con el cargo de presidente y capitán general de Chile (febrero de 1682). Una vez en Santiago, Garro quiso acabar con el problema endémico mapuche. Estudió sistemáticamente la guerra que se les había hecho y luego convocó a sus caciques en La Imperial, negociando con ellos las paces. Más tarde quiso aprovechar la situación de debilidad de los araucanos por falta de caudillos, y elaboró un plan para apoderarse por sorpresa de los caciques principales y trasladarles al territorio dominado por los españoles, pero la Junta de Madrid rechazó el plan y Garro tuvo que volver a la situación anterior.
Garro se preocupó también de las fortificaciones, ante el avance del filibusterismo en las costas chilenas. Terminó de completar las de Valparaíso, mejoró Concepción y emplazó adecuadamente los diez cañones de bronce de Valparaíso. Charles Swan intentó inútilmente sorprender la guarnición de Valdivia. Luego, en 1686, se presentó la flota de Davis. Knight, uno de sus lugartenientes, atacó la Serena y fue derrotado. Davis y sus capitanes se reunieron en la isla de Juan Fernández y decidieron volver nuevamente a La Serena. Desembarcaron en Coquimbo y llegaron a La Serena, pero encontraron una gran resistencia que les obligó a refugiarse en el convento de Santo Domingo durante 36 horas. Los corsarios pudieron huir al fin, dejando 11 muertos y sufriendo numerosos heridos.
Garro hizo además una campaña moralizadora en la administración y dictó medidas apropiadas cuando surgieron desastres, como las cinco grandes avenidas de agua del río Mapocho. Cesó en el cargo en 1692 y volvió a España. En 1693 fue nombrado gobernador de Gibraltar, cargo que desempeñó hasta 1701. Murió en San Sebastián en 1702.
Bibliografía
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MLS
