García Reverte, Manuel (1882-1924).
Matador de toros español, nacido en Alcalá del Río (Sevilla) el 8 de septiembre de 1882, y fallecido en la capital andaluza el 26 de febrero de 1924. Perteneciente a una ilustre saga familiar de toreros, era sobrino del genial coletudo hispalense Antonio Reverte Jiménez, y padre del modesto espada sevillano Manuel García Barbero ("Revertito").
El entorno familiar en que nació, sumado a los contactos que pudo presentarle su tío, permitió que Manuel García Reverte diera sus primeros capotazos como becerrista cuando todavía era un niño de corta edad. Así las cosas, pronto pasó a formar parte de la cuadrilla infantil de Rafael Gómez ("Gallito"), donde se dio a conocer en su inmediato ámbito meridional hasta conseguir algunos contratos individuales, ya en calidad de novillero. Con esta condición de aprendiz del Arte de Cúchares anduvo toreando con escasa fortuna hasta la temporada de 1900, fecha en la que optó por abandonar sus pretensiones de llegar a convertirse en matador de toros para pasar a integrar, en calidad de banderillero, la cuadrilla de su famoso tío.
Así, tras pasar más de un lustro enfundado en ternos de plata, en 1905 sorprendió a todos los aficionados al anunciar su deseo de volver a emprender la trayectoria que habría de conducirle al escalafón superior. Esta aspiración se vio cumplida el día 2 de julio de aquella campaña de 1905, fecha en la que Manuel García Reverte cruzó el ruedo de la localidad gaditana de La Línea de la Concepción para tomar la alternativa que había de otorgarle su padrino, el diestro sevillano Francisco Bonar y Casado ("Bonarillo"), quien le facultó para que diera lidia y muerte a estoque a un astado perteneciente a la ganadería de Halcón.
Llevado de su deseo de hacer olvidar cuanto antes su anterior etapa como subalterno, el día 22 de octubre de aquel mismo año de 1905 hizo el paseíllo a través de la plaza de toros de Madrid, dispuesto a confirmar ante la primera afición del mundo su condición de matador de reses bravas. Fue su padrino en aquella ocasión el celebrado coletudo sevillano Ricardo Torres Reina ("Bombita"), quien cedió a García Reverte los trastos con los que despachó a un morlaco criado en las dehesas de Pérez de la Concha. Este toro, mansísimo, fue condenado a recibir banderillas de fuego, circunstancia que empañó la posterior faena del ilusionado diestro. Por ésta y otras circunstancias que suele cruzarse en la trayectoria incipiente de numerosos aspirantes a convertirse en figuras del toreo, Manuel García fue recibiendo cada vez menos ofertas, por lo que acabó retirándose a la ciudad de Sevilla, donde la muerte vino a sorprenderle en los umbrales de la temporada de 1924.
