García Gómez, Emilio (1905-1995).

Emilio García Gómez

Escritor y filólogo, historiador, arabista, director de la Real Academia de la Historia y miembro de la Real Academia de la Lengua, nacido en Madrid, España, el 4 de junio de 1905 y muerto en la misma ciudad el 31 de mayo de 1995. Está considerado uno de los mejores arabistas de los últimos tiempos. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid especializándose en árabe. Se doctoró y completó estudios en las Universidades de El Cairo y Bagdad. En 1930 obtuvo por oposición la Cátedra de Árabe en la Universidad de Granada, en la que permaneció hasta 1935. En 1932 se creó la Escuela de Estudios Árabes de Granada, de la que García Gómez fue su primer director hasta 1935 en que sucedió al gran arabista Asin Palacios en la Cátedra de Lengua y Literatura de la Universidad Complutense de Madrid. Fue director del Instituto Miguel Asín, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y dirigió, primero con Asín Palacios y luego en solitario, la revista de investigacion literaria sobre lengua árabe Al Andalus, fundada en 1933. El 3 de febrero de 1943 ingresó como miembro numerario en la Real Academia de la Historia, de la que fue director desde diciembre de 1989, y el 22 de noviembre de 1945 leyó su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua Española.

En 1958 presidió en París el Comité Consultivo de la UNESCO para el proyecto Mayor Oriente-Occidente. Ese mismo año fue nombrado embajador de España en Bagdad, cargo en el que permaneció hasta 1960. Su carrera diplomática continuó en Beirut (1960-62) y finalizó en Ankara (1962-69). Fue representante de España en numerosos congresos, reuniones y conferencias y acompañante de varios ministros de Asuntos Exteriores en misiones a diferentes países árabes. También formó parte del séquito de casi todos los jefes de Estado árabes que visitaban España. Emilio García fue autor de numerosas ediciones, traducciones y estudio sobre literatura árabe.

Desde la muerte de su maestro, Asín Palacios, se le considera como el investigador más influyente en el arabismo. Fue embajador de España en Iraq, Líbano y Turquía. Sus traducciones de poesía hispanoárabe son excelentes, especialmente sus Poemas arabigoandaluces (1930), Cinco poemas musulmanes (1944) y su magistral versión de El collar de la paloma de Ibn Hazm (1953), Todo Ben Guzman, sobe la vida poética de este autor; y El filosofo autodidacta, de Abentofail. Sobre jarchas escribió también Las jarchas mozárabes y los judíos de al-Andalus (1957) y Las jarchas romances de la serie árabe (1966); es autor de Ibn Zamrak, el poeta de la Alhambra (1975), El libro de las banderas de los campeones de Ibn Said al Miuibi (1978), Tres discursos y dos prólogos (1978), Sevilla en el siglo XII (1981), y Poemas árabes en los muros y fuentes de la Alhambra publicada en 1986 y fruto de cincuenta años de investigacion sobre este tema. En los últimos años, participó activamente en la polémica sobre la esencia de las jarchas con el pseudónimo de Ángel Rodríguez Calvente, con escritos de ensayo e investigación como Las jarchas romances de la serie árabe en su marco, 1964; Métrica de moaxaja y métrica española, 1975; Sevilla en el s. XII, 1981; Poemas árabes en los muros y fuente de la Alhambra, 1986; Foco de antigua luz sobre la Alhambra, 1988. En 1989 se le concedió el Premio Nacional de Historia.

Al cumplirse el 50 aniversario de su ingreso en la Real de la Lengua, el 10 de febrero de 1993 esta institución le rindió un homenaje presidido por los Reyes de España en el que se le impuso la gran cruz de Alfonso X el Sabio. Un año después, en octubre de 1994, el rey le otorgó el título de conde de los Alixares. En 1980 se creó la Academia del Reino de Marruecos de la que Emilio GarcÍa es miembro numerario. En 1983 fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla y al año siguiente por la Universidad de Granada. Está en posesión de la Legión de Honor Francesa, de la Gran Cruz del Mérito Civil, de la Gran Cruz de la Orden Nacional del Infante Don Enrique de Portugal (23.02.1994) y las más importantes condecoraciones de El Líbano, Jordania, Siria, Irak, entre otras. En 1931 obtuvo el premio Fastenrath; el Mariano Cavia en 1983; en 1985, en la sede de la Unesco en París, el premio Internacional Bagdad 1985 para la Cultura Arabey; en 1988, el II Premio Internacional Menéndez y Pelayo. El 22 de mayo de 1989 fue galardonado con el Premio Nacional de Historia de ese año por su obra Foco de Antigua luz sobre la Alhambra.

Después de ser candidato al Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en la edición de mayo de 1991, el 24 de abril de 1992 le fue concedido este galardón por "la produnda significación de su obra en el campo de la edición y estudio de textos fundamentales para la compresión de la literatura y la cultura islámica". También en noviembre de 1992 fue candidato al Premio Cervantes. Además, es doctor honoris causa por varias Universidades europeas y árabes, como las de Burdeos, El Cairo y Argel. Miembro de la Academia Árabe de Damasco, correspondiente de las de El Cairo, Bagdad y Argel, también es miembro de la Comision Consultiva de los Congresos Internacionales de Orientalistas. En febrero de 1994 fue nombrado académico de mérito de la Academia de Historia de Portugal. Murió en Madrid de un paro cardíaco el 1 de junio de 1995, cuando estaba a punto de cumplir 90 años, mientras le hacían una entrevista telefónica.