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HistoriaBiografía

García de León y Pizarro, José [hijo] (1770-1835).

Político y diplomático español, nacido en Madrid el 19 de octubre de 1770, y fallecido en la misma ciudad, el 27 de enero de 1835. Era hijo de José García de León y Pizarro, fiscal destinado a Sevilla al poco de nacer él, y de María de Frías. En 1777, su padre fue nombrado presidente, regente, capitán y visitador general del Reino de Quito (según la expresión usada por Pizarro en sus Memorias), así que la familia entera se trasladó al Perú.

Fue su madre la encargada de enseñarle a leer; en 1783 se le proveyó de un pingüe beneficio -más de dos mil duros- llamado "la sacristía de Guayaquil", por el que recibió la tonsura y cuatro grados en la carrera eclesiástica, así como el grado de bachiller en Filosofía el 3 de marzo de 1784 en el Colegio-Universidad de Quito. Al ser promovido su padre al Consejo de Indias, toda la familia se trasladó a Cartagena de Indias, en donde permaneció a lo largo del año 1785 y en donde José aprendió francés. Pasaron después a la Península en la fragata Correo Lanzarote, llegaron a La Coruña en 1786 y siguieron a continuación para Madrid.

Tras alguna que otra peripecia -por ejemplo, se escapó de casa con la pretensión de llegar a América, aunque no pasó de Torrijos- estudió en San Isidro y, en octubre de 1789, ingresó en la Universidad de Alcalá. El 31 de marzo de 1790 fue nombrado agregado en Berlín, para lo cual hubo de renunciar a la sacristía americana; desde esta ciudad viajó, estudió alemán, tuvo alguna aventura galante, recibió el 8 de marzo de 1791 la cruz supernumeraria de Carlos III y fue nombrado el 21 de marzo de 1792 oficial de embajador en Viena. Según dice, escribió unas Relaciones mercantiles de la monarquía austríaca, que se perdieron. El 26 de noviembre de 1793 fue promovido a oficial noveno de la secretaría.

Volvió a España a través de Italia y llegó a Aranjuez el 29 de mayo de 1794. En 1797 fue nombrado secretario de la Embajada extraordinaria que llevaba al conde de Cabarrús a París y a Lille, y como el conde tenía que ir también a Holanda, pudo darse el gusto de darse un viaje de placer. Al año siguiente pasó de secretario de Embajada a Viena, pero el 8 de octubre de 1799 Urquijo le llamó de nuevo a la Secretaría en Madrid.

Fue secretario del Consejo de Estado entre 1802 y 1808, y consejero de Estado de José I desde el 25 de julio de 1808, aunque ya no figuraba su nombre en febrero de 1809 por haberse pasado al bando patriota y fugado a Andalucía. En Cádiz colaboró en el Redactor general, y el 6 de febrero de 1812 fue nombrado ministro interino de Estado; el 23 de junio pasó a ser, en propiedad, ministro de Gobernación de la Península. Se dice en el Redactor, nº 260, del 29 de febrero de 1812, que cedió el sueldo de ministro de Estado en favor de la patria. Cesó en 1813, y fue inmediatamente nombrado ministro en Prusia (16 de agosto de 1813), en calidad de lo cual intervino en varias negociaciones diplomáticas. Se casó por entonces con Clementina Bouligni, hija del ministro español en Suecia. Volvió a España a finales de 1814, y el 16 de octubre de 1816 fue nombrado ministro de Estado en propiedad e interino de Gracia y Justicia.

Se le concedió la gran cruz de Carlos III y fue nombrado consejero de Estado en 1817, así como protector de la Academia de San Fernando, del Museo de Ciencias Naturales y del Real Estudio de Medicina, superintendente general de Correos y presidente de la Junta de Apelaciones de Correos entre 1817 y 1818, y protector de la Academia médica de Madrid en 1818. Ese año perdió el ministerio por intrigas de la camarilla y fue desterrado a Valencia. Volvió a Madrid con el triunfo de la revolución de 1820, y se le vio en Lorencicni y en San Sebastián de la Corte, así como en el Ateneo (mayo, 1820).

Francisco de Paula Ferrer le atacó por su complicidad en la compra de los barcos rusos, en la cesión de la Florida y en ciertas supuestas negociaciones sobre las Californias. El general San Miguel le desterró de Madrid en 1821, pero le defendió sin embargo en el "Apéndice" al Zurriago (31 de enero de 1823). Se le atribuyó la autoría del Tutilimondi y de la Arlequinada diplomática, pero él lo negó en sus Memorias. Cuando se encaminaba confinado hacia Ibiza, se escapó, y vía Alicante, Gibraltar y Génova, llegó a París, en donde se presentó al duque de San Carlos y saludó zalamero a Víctor Damián Sáez (31 de julio de 1823), a raíz de haber sido nombrado éste secretario de Estado. Según la policía francesa, gastó mucho y tuvo estrecho trato con revolucionarios de todos los países. Volvió a España en noviembre de 1823, pero a principios de diciembre regresó a Francia con pasaporte que le había dado Sáez. No obstante, fue impurificado el 10 de septiembre de 1827, porque se le encontró haber pertenecido incluso a los comuneros. No se le perdonó hasta 1830, y en 1832 fue autorizado a residir en Madrid. En 1834 fue hecho prócer del Reino. Sus Memorias se publicaron póstumamente en 1894-1897, con una segunda edición en 1943.

A. GIL NOVALES.

Autor

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