García de Castro, Lope (¿-1576).
Político y administrador español, II gobernador del Perú (1564-1569), nacido en Villanueva de Valduenza (Astorga) en fecha desconocida y muerto en Madrid en 1576.
Se licenció en Leyes en el colegio de San Bartolomé de Salamanca, en el que ingresó en 1534. Se desempeñó hasta 1541 en la cátedra de Instituta en la Universidad de Salamanca. Fue nombrado oidor de Valladolid, miembro del Consejo de Órdenes Militares y, por último, miembro del Consejo de Indias. Mientras ejercía este último cargo, en 1563 Felipe II lo nombró gobernador del Perú, capitán general y presidente de la Real Audiencia, en sustitución del virrey Conde de Nieva. Zarpó de Cádiz el 15 de octubre de 1563 y llegó a Panamá en junio de 1564, luego a Paita en agosto del mismo año y finalmente al puerto de Callao el 24 de octubre de 1564. Se ocupó inicialmente de la reorganización de la Real Hacienda: fundó en 1566 la Real Casa de la Moneda en Lima. Este establecimiento contribuyó a que dejaran de circular los tejos de oro, las barras de plata y el peso ensayado en calidad de primitivas monedas de cambio. La mejora en la cobranza del quinto real provino de que este cobro se extendiera a la plata y a las joyas. Simultáneamente, implantó el impuesto de almojarifazgo sobre las mercancías y el de "señoreaje" sobre los marcos de plata. Correspondió a este gobernante anular las encomiendas perpetuas, los oficios vendidos y las mercedes otorgadas a algunos conquistadores por sus dos antecesores, el Marqués de Cañete y el Conde de Nieva. Estas medidas provocaron la recuperación de las cajas reales.
En el plano administrativo, le correspondió dividir en 1565 al virreinato en provincias en virtud de la extensión de los antiguos señoríos preincaicos, y dotó a cada una de un corregidor, cargo público éste introducido en el territorio en 1550. A continuación practicó un nuevo repartimiento de indios y tierras entre los encomenderos titulados beneméritos, y rectificó las tasas que se cobraban a los naturales en calidad de tributos. Este gobernador hizo cumplir en 1564 la cédula real que ordenaba que los territorios del Cuzco y del Tucumán fueran comprendidos en la jurisdicción administrativa de Charcas. Bajo su gestión se descubrieron en 1565 las minas de plata de Chumbilla, en Huamanga. En cambio, fracasó en su propósito de confiscar la mina de azogue de Huancavelica a su propietario Amador de Cabrera. Bajo su administración se inició la construcción en Lima del barrio de indios de Santiago del Cercado, el mismo que iba a inaugurar su sucesor, el virrey Toledo, en 1571. Paralelamente, dotó con recursos económicos a las Compañías de Lanzas y Arcabuces, únicas tropas oficiales del gobierno. Al mismo tiempo prohibió en 1566, bajo pena de muerte, que los mestizos y los mulatos portaran armas de fuego, y ordenó además que nadie llevara armas al Perú sin real licencia. En 1568 se creó por cédula real la sala del crimen de la Real Audiencia conformada por cuatro alcaldes. En lo que respecta a las entradas a la selva, correspondió a Juan Álvarez Maldonado en 1568 penetrar los Andes de Opatarí y descubrir el río Manú y el Alto Madre de Dios. También destacó la expedición marítima encomendada en 1567 a Álvaro de Mendaña, sobrino del gobernador, que condujo al descubrimiento del archipiélago de las islas Salomón, en la Melanesia; éste practicó el reconocimiento de las llamadas islas de Guadalcanal, San Cristóbal y Santa Isabel. En honor de este gobernador, en 1568 el capitán Quintero puso el nombre de Castro a la ciudad capital de la provincia de Atacames y Esmeraldas, situada en el valle de Vili. En cuanto al orden interno, García de Castro enfrentó con éxito la rebelión de los indios huancas en Jauja de 1565 y la rebelión de los mestizos del Cuzco de 1567. En cuanto al patronato real, mandó erigir en 1565, en Pacasmayo (Trujillo), la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Bajo su gestión se llevó a cabo el Segundo Concilio Limense, organizado por el arzobispo Jerónimo de Loaysa, el mismo que se inauguró el 2 de marzo de 1567 y fue clausurado el 21 de enero de 1568. Otro hecho relevante fue la llegada de los primeros jesuitas al territorio peruano el 28 de marzo de 1568. En cuanto a fenómenos naturales, destacan el terremoto de Quito y la consiguiente erupción del volcán Pichincha del 17 de octubre de 1566. Tras el nombramiento de Francisco de Toledo como nuevo virrey, Lope García de Castro regresó el 26 de noviembre de 1569 a España, donde se reintegró a su antigua plaza en el Consejo Supremo de Indias. Murió en Madrid en 1576.
Bibliografía
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TAURO; Alberto (ed.): Enciclopedia Ilustrada del Perú, t. 4, Lima, 1987.
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MENDIBURU, Manuel: Diccionario histórico biográfico del Perú, Lima, 1933.
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