García Cabero, Francisco (1685-1754).
Veterinario español, nacido en Cobeña, Madrid, en 1685, y fallecido también en Madrid, en 1754. Fue posiblemente el albéitar de más prestigio de la España del siglo XVIII. En 1725 fue nombrado albéitar herrador de las caballerizas del marqués de Casasolana, en San Sebastián de los Reyes. En 1732 se trasladó a Madrid y su prestigio le condujo a conseguir el título de alcalde examinador del Tribunal del Protoalbeiterato, máximo galardón que podía alcanzar en la profesión. Todos los historiadores de la veterinaria española consideran a García Cabero como la figura cumbre de la albeitería española y el máximo representante de una línea que comenzó con Francisco de la Reina y terminó en el siglo XVIII. En su producción científica podemos distinguir un aspecto de polemista y otro de profesional. El primero fue puramente coyuntural, mientras que el segundo tuvo una pervivencia de más de un siglo: todavía en 1882 se editaron sus Instituciones de 1740.
La obra de García Cabero en su faceta de polemista fue muy diversa; se inició en 1727 con un escrito en el que atacó a Francisco Suárez de Rivera por las críticas que había hecho a los albéitares en su Templador médico (1726). Más tarde, en 1729, polemizó con Antonio Monravá y Roca por sus juicios contra la cirugía veterinaria y, en 1731, con Martín Martínez por su aprobación del libro de Fernando de Sande y Lago. Más interesante fue la polémica que Juan Morcillo Olalla considera como el inicio de la discusión científica en la albeitería española: la desencadenada en torno a la publicación, en 1773, de un folleto sobre la curación de las "lupias tumorosas". El caso tuvo tal resonancia entre los profesionales, que se celebró junta de albéitares, la cual finalmente falló en favor de la técnica de García Cabero.
La obra propiamente científica de García Cabero se inició en 1728 con la publicación de Curación racional, verdadera monografía en la que estudia el tétanos, la angina o esquinencia, el carbunco y las heridas de los tendones. Su gran prestigio se debió a la publicación de las Instituciones, obra que refleja el estado cultural de la albeitería y los métodos de enseñanza y examen para conseguir la titulación. Se ha dicho de ella que era un manual para preparar los exámenes de albeitería. Se divide en seis libros, con un capítulo teórico donde se define la albeitería y otros aspectos generales. Los demás capítulos son los comunes en un tratado sobre la materia. El libro sexto está destinado a la anatomía y representa la parte más pobre y confusa. García Cabero afirma que los profesionales de la Albeitería deben tener conocimientos anatómicos, pero los suyos eran puramente teóricos, ya que no hizo jamás una disección. Siguen las descripciones de Pedro García Conde, ausentes de la más elemental verificación sobre el cadáver.
En los últimos años de su vida escribió Adiciones al libro de Albeitería, que fue publicada en 1756 con posterioridad a su muerte. En la introducción afirma: "El orden que tendré para éste será el que observé en las 'Instituciones' y, si acaso no se halla en todos los aspectos, será por considerar el que no es necesaria alguna nota: bien quiera que el albéitar aprendiera mucho, aunque leyera poco, porque no es decente leer muchas hojas si no se medita y reflexiona con atención lo que se lee en ellas".
La obra de García Cabero contribuyó durante un siglo a la formación de los albéitares, hasta tal punto que arrinconó todos los demás textos. Pese a ellos, no aportó grandes novedades ni introdujo ningún cambio, y los elementos fundamentales son los de la albeitería clásica.
También tuvo García Cabero una faceta eminentemente literaria, y a este respecto dejó algunos escritos acerca del Teatro crítico de Feijoo.
Bibliografía.
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PALAU CLAVERAS, A.: Bibliografía hispánica de veterinaria y Equitación, Bilbao: Imprenta Industrial, 1973, pp. 35-38.
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LLORENTE LÁZARO, R.: Compendio de la bibliografía de la veterinaria, Madrid: Ángel Calleja, 1856.
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SANZ EGAÑA, C.: "El albéitar madrileño Francisco García Cabero", en Anales de la Escuela Superior de Veterinaria, 2, 1937, pp. 123-150.
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