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MúsicaCineBiografía

Gámez, Celia (1905-1992).

Cantante y actriz argentina, nacida en Buenos Aries el 25 de agosto de 1905 y muerta en la misma ciudad el 10 de diciembre de 1992. Sus padres, Rafael Gámez, capitán de la marina mercante, y su madre Antonia Carrasco, eran malagueños. El matrimonio tuvo once hijos, cinco en Málaga, muertos a temprana edad y seis en Buenos Aires, donde se trasladaron en busca de trabajo.

Celia estudió, junto a sus hermanas, en el colegio de religiosas Santa Catalina, pero su padre enfermó del estómago y Celia tuvo que abandonar los estudios. La familia atravesó malos momentos económicos y la joven se vio obligada a trabajar como aprendiz de sombrerera.
A los trece años ingresó en el teatro de La Comedia, en el que debutó como vicetiple en la obra Las Corsarias, del maestro Alonso, y poco después ascendió hasta el papel protagonista en la misma obra al enfermar la primera "vedette". En diciembre de 1925 Celia acompañó a su padre a España, y durante el viaje en tren de Barcelona a Madrid, la marquesa de la Corona la oyó cantar unos tangos y solicitó su contribución en una obra con fines benéficos que tuvo lugar en el Teatro Pavón de Madrid. A esta representación asistieron los Reyes de España Alfonso XIII y Victoria Eugenia y el general Primo de Rivera.

La joven Celia a sus 17 años cantó siete tangos y triunfó con las canciones "Mi caballo murió" y "Todo a media luz". Al día siguiente, el empresario José Campúa la contrató por quince días para trabajar en el Teatro Romea, en la madrileña calle de Carretas, donde conoció a Encarnación López, "La Argentinita" y a las hermanas Pinillos.

Terminado el contrato con Campúa, el empresario Juan Carcellé le ofreció realizar una gira por España y Portugal. A su regreso a Madrid fue contratada por Arturo Serrano para trabajar en el Teatro Infanta Isabel. En 1926 trabajó junto a Carlos Gardel y conoció a Darío López, veintiún años mayor que ella, y que hasta su muerte, acaecida en 1941, fue su consejero y amor platónico. Ese mismo año debutó en el Teatro Eslava con un programa doble: Las burladoras del amor y El carnet del Eslava, del maestro Padilla.

Su relación con la familia real fue creciendo hasta el punto de que no se perdían ninguna de sus representaciones e incluso fue invitada al Palacio del Pardo donde cantó al infante algunas de sus canciones de mayor éxito. El mito había nacido. Mientras Celia triunfaba en el Eslava, creaba peinados o dictaba modas en España. Así, gracias a su exitosa canción "Con la falda muy cortita" introdujo la minifalda y el pelo "a lo garçon".

Posteriormente pasó medio año apartada de los escenarios por una operación de amígdalas y en 1931, coincidiendo con la promulgación de la República y el exilio de la Familia Real, estrenó, el 12 de noviembre en el Teatro Pavón, la obra cumbre de su vida, Las leandras, sobre libreto de Muñoz Román y González del Castillo, de la que Celia ofreció a lo largo de su carrera artística más de 4.000 representaciones. El éxito fue tan grande, que el maestro Alonso escribió para Celia la partitura "La mujer del Pichi". En 1932 estrenó El baile del Savoy, opereta de Franz Lehar en la que introdujo los conocidos "boys" en escena, innovación con la que consiguió que las mujeres fueran asiduas de su espectáculo.
Durante la Guerra Civil vivió en Buenos Aires y al terminar la contienda regreso a España, ya convertida en la "Celia nacional". Cosechó grandes éxitos con los hoy célebres números musicales imperecederos "Pichi" y "Los nardos". También estrenó La cenicienta del Palace, de Fernando Moraleda; Si Fausto fuera Faustina; Hoy como ayer; Gran revista; La estrella de Egipto y Yola, calificada por Celia como "una de las cuatro revistas de mi vida", original de José Luis Sáenz de Heredia y José María Iruesta. En esta época Celia conoció en San Sebastián al odontólogo José Manuel Goenaga, con quien se casó el 1 de julio de 1944 en la iglesia de Los Jerónimos de Madrid, siendo su padrino Millán Astray. No obstante, y pese a la expectación que causó la boda, Celia solicitó a los nueve años la separación legal.

Los años cuarenta fueron de gran esplendor para Celia Gámez. Por su compañía desfilaron jóvenes valores que más tarde ocuparon los primeros puestos del teatro español: Tony Leblanc, Fernando Fernán Gómez, Manolo Gómez Bur, Pedro Osinaga, José Luis Ozores, Concha Velasco, Vicky Lagos, Licia Calderón, Maruja Boldoba, las hermanas Dania, etc. Los mejores músicos del momento colaboraron con ella, además de los mejores libretistas, escenógrafos y figurinistas. Con Celia, la revista evolucionó a un género más cuidado y categórico.

Tras pasar una temporada en París, donde volvió a casarse, el empresario del Teatro Maravillas de Madrid le ofreció el papel protagonista en la obra El águila de fuego, con libreto de Arturo Rigel y Ramos de Castro y música del francés Francis López, que estrenó en enero de 1956. En 1960 protagonizó La estrella trae cola y en 1961, Colomba. En 1963 puso en escena, sin demasiado éxito, Buenos días, amor, y en 1965 protagonizó Aquí la verdad desnuda.

Tras un periodo apartada de los escenarios, Celia formó de nuevo compañía en 1968 para representar una comedia con la que cosechó un gran éxito: Es mejor en otoño, de Alfonso Paso.

En el mundo del cine desarrolló poca actividad, entre los títulos más destacados figuran: Rápteme usted y Las leandras, que protagonizó Rocío Durcal. En 1976, muerta su hermana Amelia, su compañera perpetua, optó por trasladarse cerca de sus otros familiares a Buenos Aires. En 1984 la revista Semana contrató con Celia Gámez la publicación de sus Memorias, y la invitó a regresar a España, donde se decidió a reaparecer en un escenario. Fue contratada por Sara Montiel, juntamente con Olga Guillot, para actuar las tres en un musical de viejas melodías con el que obtuvieron un gran éxito en el madrileño teatro de La Latina y en otras ciudades españolas.

En diciembre de 1984 se le ofreció un gran homenaje en ese mimso Teatro de La Latina, y en su honor actuaron como vicetiples de lujo Lina Morgan, Concha Velasco y Esperanza Roy, interpretando con Celia el famoso número de la "Estudiantina portuguesa". Ese año Celia se despidió de España y fijó definitivamente su residencia en Buenos Aires.

En 1988 volvió de nuevo a España para participar en el programa de Televisión "Más estrellas que en el cielo", del escritor Terenci Moix. Celia Gámez, que sufrió graves reveses económicos debido a su afición por los casinos de Estoril y Biarritz, nunca supo aceptar la vejez. Tras sufrir una depresión y una doble operación de cadera, la mente de Celia se fue deteriorando, por lo que la familia decidió internarla en el geriátrico San Jorge de Buenos Aires. Aquejada de la enfermedad de Alzheimer, fue ingresada el 10 de noviembre de 1992 en la Clínica bonaerense del Sol. Falleció en este centro el 10 de diciembre de 1992.

Autor

  • Sánchez