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MedicinaBiografía

Galli, Leonardo (1751-1830).

Médico cirujano español nacido en Tarragona en 1751 y muerto en Madrid en 1830.

Recibió su primera formación quirúrgica de manos de Salvador Corbella, que ocupaba el cargo de cirujano mayor del hospital de Tarragona. Se trasladó, más tarde, a Barcelona y se matriculó en el Colegio de Cirugía que se había establecido en dicha ciudad. En esta institución tuvo como maestro, entre otros, a Francisco Puig, y trabó amistad con su condiscípulo Domingo Vidal, quien llegaría a ser catedrático del citado colegio. La carrera de Galli se desarrolló fundamentalmente como cirujano militar, y llegó a ocupar los más destacados lugares. Fue cirujano de cámara del rey y de la Primera Compañía Española del Real Cuerpo de Caballeros Guardias de Corps, director y miembro de la Junta Superior Gubernativa de los Reales colegios de Cirugía, y perteneció a la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País y a la Academia Médica Matritense, perteneció también a la Academia de Ciencias y Artes de Barcelona .

La producción impresa de Leonardo Galli se limitó a tres obras. Una de ellas es la historia de un caso clínico de una niña que nació viva sin cerebro, cerebelo y médula oblongada y está destinada a defender la vieja idea aristotélica de que el corazón es el órgano más importante del cuerpo humano, superior incluso al cerebro. Otro escrito de Galli, también de corta extensión, fue publicado en 1822 y era una defensa de las ventajas que producía la unificación de la medicina y la cirugía, idea por la que también había luchado sus paisanos Pedro Virgili y Antonio Gimbernat.

La obra más importante de Leonardo Galli es, sin duda, la titulada Nuevas indagaciones acerca de las fracturas de la rótula, publicada en 1795. En este libro mostró una concepción de la cirugía comparable a la que poseían los cirujanos más vanguardistas de Europa. Fiel a esta orientación, dedicó la primera parte del libro a hacer una cuidada exposición de la anatomía de la zona. En ella supo contraponer a los tratados teóricos su propia experiencia personal, siendo para él, al igual que para Gimbernat, el cadáver el libro más fiable de todos. En esta parte estudió también la embriogénesis de la rótula y su fisiología, y llega a comparar su papel con el que ejercían los huesos sesamoideos.

Respecto a la patología, revisó las causas más frecuentes de fractura de la rótula y señaló que éstas eran fundamentalmente tres: el traumatismo externo, las enfermedades de la rótula y la contracción, junto al traumatismo del cuadríceps femoral. Es el reconocimiento de esta última causa una de las aportaciones más originales de Galli. Las consideración clínicas y terapéuticas que realizó evidencian que poseía una excelente información bibliográfica, que sabría contrapesar con su propia experiencia clínica.

Pero lo que según Juan Riera convierte el libro de Galli en una de las obras más importantes de la cirugía española ilustrada es, sin duda, la utilización de los experimentos para resolver ciertas cuestiones patológicas y terapéuticas. Procedió a aserrar y fracturar la rótula en el cadáver y estudió con toda minucia la forma y comportamiento de esta fracturas. Gracias a ello pudo asentar en las fracturas transversales las siguientes leyes generales:
1.ª La rótula en su fractura transversal se rompe por su cara anterior mientras que la parte superior sigue unida,
2.ª La separación de esta fractura transversal es siempre mayor en los bordes anteriores con los posteriores y está en relación de tres a uno.
Afirmó también que en este tipo de fracturas, cuando se flexiona la rodilla se aumenta la separación entre los fragmentos de la rótula. Por el contrario, en las fracturas longitudinales la separación entre los bordes aumenta cuando se producía la extensión de la pierna. Éstos no eran conocimientos meramente teóricos, sino que tenían una inmediata aplicación práctica y Galli recomendaba, lógicamente, que se mantuviese la pierna en extensión cuando éstas fueran transversales y en flexión cuando eran longitudinales para ayudar a consolidar las fracturas.

En la misma obra, se ocupó también de las fracturas de olécranon, realizando igualmente experiencias en cadáveres a fin de entender su mecanismo. Llegó a la conclusión de que las fracturas longitudinales puras eran muy poco frecuentes, siéndolo mucho más las oblicuas, tranveso-oblicuas o transversales. Este libro fue traducido al italiano por el jesuita Francisco Campi en 1798.

Bibliografía.

Fuentes.

Observación de una niña que nació viva sin cerebro, cerebelo y médula oblongada, ilustrada con una memoria sobre los principios de animalidad, Barcelona, Raimundo Martí, 1786;
Nuevas indagaciones acerca de las fracturas de la rótula y de las enfermedades que con ellas tienen relación, principalmente con la transversal, Madrid, en la Imprenta Real, 1795.
Contestación al informe inserto en los números III y IV, tomo II, páginas 79 y 145 de las Décadas médico-quirúrgicas, Madrid, Imprenta que fue de Fuentenebro, 1822.

Estudios.

LÓPEZ PIÑERO, J. M. y GARCÍA BALLESTER, L. Las "Nuevas indagaciones acerca de las fracturas de la rótula" de Leonardo Galli (1795) y los comienzos de la traumatología experimental, Revista Española de Cirugía Osteoarticular, 2 (1967), 437-452.
RIERA PALMERO, J. Los textos quirúrgicos españoles de la segunda mitad del siglo XVIII, Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 7 (1968), 35-133.
ÁLVAREZ SIERRA, J.: Historia de la cirugía española. Madrid 1961.

Francesc BUJOSA HOMAR

Autor

  • F.B. Piñero