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FísicaBiografía

Fowler, Ralph Howard (1889-1944).

Físico británico, nacido en Fedsden (Roydon, Essex) el 17 de enero de 1889 y fallecido en Cambridge el 28 de julio de 1944.

Vino al mundo en el seno de una familia acomodada, formada por el hombre de negocios Howard Fowler y por Frances Eva (hija de George Dewhurst, que regentaba un próspero comercio de algodón en Manchester). El futuro científico, hijo mayor del matrimonio, heredó de su padre una robusta condición atlética y una gran afición al deporte. Su progenitor, licenciado en Leyes por la Universidad de Oxford, había sido una estrella juvenil de rugby y cricket.

Recibió desde niño una esmerada educación, iniciada por una institutriz que le dio clases particulares en su propio domicilio hasta que hubo cumplido los diez años. A esta edad, se matriculó en la escuela preparatoria de Horris Hill, donde sobresalió en las modalidades deportivas de fútbol, cricket y atletismo. Y en 1902, con trece años, obtuvo una beca que le permitió ingresar en el prestigioso Winchester College, donde completó su formación secundaria durante seis años. A lo largo de este período, el joven Ralph H. Fowler se convirtió en el alumno más brillante de su promoción en Ciencias y Matemáticas, mientras seguía triunfando en su faceta de deportista (ahora, practicando con éxito el golf y el atletismo). Además, demostró poseer notables aptitudes para las Humanidades, por más que ya hubiera descubierto que su vocación le inclinaba claramente hacia los saberes científicos.

A finales de 1906, la brillantez de su expediente académico le proporcionó una beca para incorporarse en uno de los centros docentes más relevantes del Reino Unido, el Trinity College (de la Universidad de Cambridge), en el que ingresó en 1908, tan pronto como hubo concluido su formación secundaria. Allí se especializó en el estudio de las Matemáticas, materia en la que recibió el grado de licenciado en 1911. Dos años después, sus trabajos sobre esta disciplina le granjearon el premio Rayleigh.

Pasó, a continuación, a preparar su tesis doctoral en Matemáticas puras, y en pocos meses obtuvo un puesto de profesor ayudante en el mismo Trinity College donde había completado sus estudios universitarios. Pero, al poco tiempo, el estallido de la I Guerra Mundial (1914-1919) le obligó a suspender todos sus vínculos con el mundo académico para incorporarse al ejército británico, como miembro del cuerpo de Artillería de la Royal Marine. La guerra de causó daños irreparables: en 1917 perdió a su hermano menor Christopher, y poco después habría de sobrecogerse con las muertes de sus dos mejores amigos; además, el mismo resultó herido en un hombro en la célebre batalla de Gallípoli (1915-1916). Este percance le permitió reincorporarse, colmado de honores militares, a su actividad intelectual en el Trinity College, donde alcanzó el título de doctor en 1915.

Por aquel tiempo, estableció contactos laborales y fuertes vínculos de amistad con otros jóvenes científicos e ingenieros militares que trabajaban en el diseño de rutas de vuelo para aviones y zepelines. El grupo fue conocido como "Los bandoleros de la Colina". Uno de estos colegas de Fowler, A. V. Hill, le incorporó como segundo suyo al Experimental Department of HMS Excellent, emplazado en Whale Island. El joven físico de Fedsden reclutó un equipo de brillantes matemáticos que, dirigidos por él desde la ciudad de Portsmouth -donde había fijado su residencia al asumir este trabajo-, realizaron valiosas investigaciones de balística que habrían de resultar muy útiles al Reino Unido durante la II Guerra Mundial (1939-1945). Fowler, que no se limitó a la dirección teórica y administrativa de este equipo, participó activamente en los trabajos de campo y en los experimentos (particularmente, en el análisis de la estructura del viento y de la temperatura en una altitud muy elevada), mientras redactaba varios artículos en los que daba a conocer la labor que estaban realizando él y sus colaboradores. Por estos trabajos de balística fue recompensado con varios honores y distinciones.

En 1919, Ralph H. Fowler se apartó del Ejército y regresó al Trinity College, aunque habría de volver a colaborar con la Artillería de las Fuerzas Armadas británicas durante la II Guerra Mundial. Al regresar a su alma mater, se encontró con que al frente del prestigioso laboratorio Cavendish (el más célebre de la Universidad de Cambridge) se encontraba el egregio físico y químico Ernest Rutherford (1871-1937), considerado como uno de los padres fundadores de la Física nuclear. Fowler se hizo de muy amigo de lord Rutherford y, aunque había retornado al Trinity College en calidad de profesor de Matemáticas, comenzó a interesarse profundamente por la Física, hasta acabar abordando problemas pertenecientes a los ámbitos de la termodinámica y la mecánica estadística.

Las relaciones de Fowler con Rutherford y su entorno fueron tan sólidas que, en 1921, el joven científico de Fedsden quedó incorporado a su familia al contraer matrimonio con Eileen, la única hija del premio Nobel. La joven, que habría de darle cuatro hijos, perdió la vida prematuramente al cabo de nueve años, a raíz del nacimiento del último vástago del matrimonio.

Un año después de su boda, Fowler quedó definitivamente ligado al cuerpo docente de Cambridge y empezó a colaborar con G. C. Darwin -descendiente del famoso padre de la teoría evolucionista- en el que habría de ser su trabajo más importante: la partición de la energía. Partiendo de los trabajos previos del físico holandés Paul Ehrenfest (1880-1933), Fowler y Darwin desarrollaron técnicas y cálculos que permitían acercarse a la química física por medio de la mecánica estadística. En esta línea de trabajo, Fowler estableció, entre 1922 y 1923, la fórmula de la disociación para la alta ionización de temperaturas.

En colaboración con otro físico británico, Edward Arthur Milne (1896-1950), Fowler realizó en 1923 un valioso estudio sobre espectros estelares, temperaturas y presiones. Se trataba de un trabajo de incalculable valor para los estudios astrofísicos -como pronto habría de comprobarse-, que mereció el prestigioso Premio Adams de la Universidad de Cambridge en 1924, y vio la luz, bajo el título de La mecánica estadística, en 1929. Fue reeditado en 1939, enriquecido con las aplicaciones astrofísicas a las que había dado lugar; y, al cabo de tres años, se vio complementado por un segundo volumen de Fowler acerca de este tema, titulado Termodinámica estadística (1939).

En 1926, Fowler publicó otro brillante artículo sobre mecánica cuántica y el estado gaseoso de las estrellas enanas blancas, en el que tomaba como referencia la definición de quántum recientemente propuesta por Paul Dirac (1902-1984). Éste era uno de los alumnos más aventajados que tenía Fowler en Cambridge, y había sido iniciado en la teoría del cuanto por el propio científico de Fedsden. Las consideraciones de Fowler acerca de las enanas blancas propiciaron un notable avance de los conocimientos astrofísicos, plasmado en las reveladoras teorías de Subrahmanyan Chandrasekhar (1910-1955).

Ralph Howard Fowler abordó, hasta el final de su carrera, otros muchos campos de trabajo, como el de la espectroscopia (a la que aportó también fructíferos artículos), el de la química física (más tarde conocida como física condensada de la materia o, simplemente, física de estado sólido) y los materiales magnéticos. Su progresión científica y académica le permitió hacerse con un puesto de gran relieve en el laboratorio de Cavendish, así como con la cátedra "Plummer" de Física teórica.

Miembro de la Royal Society desde 1925, Fowler fue condecorado con varias medallas otorgadas por las principales instituciones políticas y culturales del Reino Unido. En 1938 fue nombrado director del Laboratorio Físico Nacional; pero, aquejado ya de graves problemas de salud, no pudo asumir estas obligaciones y prefirió permanecer en su cátedra de Cambridge, donde era ya un vivo ejemplo de la asombrosa capacidad de adaptación de la Ciencia a la realidad del momento (todos se admiraban de que un matemático teórico de extraordinario prestigio se hubiese adentrado sin complejos en la física y la ingeniería hasta erigirse en autoridad mundial en ambas materias).

A pesar de su mala salud, durante la II Guerra Mundial consideró necesario volver a servir a su país y, en su condición de miembro de las Fuerzas Navales británicas, asumió el cargo de enlace científico entre el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá (dos países americanos que Fowler conocía bien, pues había impartido clases y dictado conferencias en las universidades de Princeton, Wisconsin y Toronto). Este esforzado servicio le fue recompensado con el título de Sir, que le fue concedido en 1942.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.