A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Ocio y entretenimientoBiografía

Finisterre, Alejandro (1919-2007).

Editor español e inventor del popular juego llamado futbolín, nacido en Fisterra (La Coruña) en 1919 y fallecido en Zamora, el 8 de febrero de 2007. Su verdadero nombre era Alejandro Campos Ramírez.

Se trasladó a La Coruña desde Fisterra, su pueblo de nacimiento, y luego cursó el Bachillerato en Madrid. Durante su época de estudiante trabajó como peón de albañil, así como en una imprenta y dando clases particulares a niños. Por aquel entonces conoció al poeta León Felipe, y se convirtió en su albacea. Fundó el periódico Paso a la Juventud donde publicó artículos sobre sus ideas políticas y sus poesías, su gran pasión, con el seudónimo de Alejandro Finisterre.

En noviembre de 1936, en plena Guerra Civil española y con tan sólo 17 años, quedó sepultado bajo los escombros durante uno de los bombardeos que sufrió la ciudad de Madrid. Tras ser rescatado, le trasladaron a un hospital improvisado de Valencia. Durante su convalecencia y gracias a su gran inventiva e imaginación, creó su primer invento en colaboración con Francisco Javier Altuna: el pasahojas mecánico, un artilugio compuesto por unas pinzas móviles accionadas por un pedal que sirvió para ayudar a una enfermera que daba recitales de piano en el centro.

Finisterre quedó cojo, por lo que compartió estancia en el hospital con otros jóvenes lisiados. Al ser el mayor de todos, le encargaron el cuidado de los niños del centro y, con ese fin, organizó una escuela según los criterios pedagógicos anarquistas de Ferrer i Guardia. El contacto con esos niños, muy aficionados al fútbol, y el hecho de que cuando llovía no podían jugar, hizo que Finisterre ideara el futbolín, también en colaboración con el carpintero Francisco Javier Altuna, que hizo la mesa y torneó las figuras. Lo patentó en el año 1937, al igual que el pasahojas.

Finalizada la Guerra Civil, Alejandro Finisterre tuvo que exiliarse a Francia; atravesó los Pirineos a pie, con tan sólo la patente, una lata de sardinas y dos obras de teatro en su equipaje. En París, en 1948, descubrió que su invento del pasahojas había sido puesto a la venta sin su consentimiento, pero gracias a la asesora jurídica de la Asociación Internacional de Refugiados consiguió que le pagaran una suma de dinero respetable, con la que se financió un viaje a América, concretamente a Ecuador.

Una vez allí retomó su trabajo como editor y poeta y fundó la revista de poesía Ecuador 0º0´0". En 1952 se trasladó a Guatemala, donde perfeccionó su futbolín con algunos cambios técnicos y materiales, y desde donde consiguió su difusión gracias, en gran medida, a la cercanía del Canal de Panamá y el acceso al océano Atlántico y al Pacífico, lo que hizo crecer su negocio con más inventos. También en esos años conoció al Che Guevara, y posteriormente, la invasión de Guatemala por Castillo Armas hizo que fuera extraditado del país.

De esta manera recaló en México en 1956, donde pudo comprobar cómo su invento fue pirateado sin que pudiera hacer nada por controlar los beneficios generados por los derechos del mismo. Dicha situación produjo que se dedicara a la edición de libros de arte y la obra de otros exiliados como él. En México retomó su relación con el también exiliado León Felipe.

Regresó a España ya durante la Transición hacia la democracia y comprobó la gran expansión que tuvo el futbolín en los años de la Guerra Civil y que continuó hasta nuestros días. El futbolín se convirtió en el juego nacional, pero el fabricado por las empresas valencianas había evolucionado a partir del prototipo de Finisterre, mejorando en los materiales y ganando en potencia a la hora de jugar.

Afincado en Aranda de Duero (Burgos), continuó con su faceta de poeta e ingresó como miembro de la Real Academia Gallega. Posteriormente se ubicó en Zamora, y allí gestionó la herencia del poeta León Felipe creando la "Fundación León Felipe" como albacea testamentario y presidente de la misma.

También fue miembro de la "Societé des Auteurs et Compositeurs Dramatiques" de Francia, de la Federación Internacional de Periodistas y de la Asociación de Escritores de España. En México fue cofundador de la Asociación de Escritores de México, del Ateneo de Galicia en México y de otras colectividades culturales de aquel país. Además, fundó y dirigió durante 20 años una revista de poesía universal.

Falleció a los 87 años en su casa del barrio de Pinilla, en Zamora, el 9 de febrero de 2007 y sus cenizas fueron esparcidas en las aguas del río Duero a su paso por Zamora y las aguas del océano Atlántico en Finisterre.

Autor

  • Pablo Alcalde Fernández