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HistoriaPolíticaBiografía

Fernández Oreamuno, Próspero (1834-1885).

Militar y político costarricense, presidente de la República de Costa Rica (1882-1885), nacido el 18 de julio de 1834 en San José (Costa Rica) y muerto el 12 de marzo de 1885 en San Mateo (Costa Rica).

Licenciado en Literatura por la Universidad de Guatemala, en el año 1852 regresó a su país para alistarse en el ejército. Participó en la expedición que hizo frente a los ataques del filibustero estadounidense William Walker en Nicaragua, entre los años 1856 y 1857, al que logró vencer en las batallas de Santa Rosa, Rivas y San Jacinto, además de hacerse con varios vapores del enemigo, acción que precipitó la capitulación definitiva del estadounidense. Gracias a su valor y a los méritos contraídos en dicha campaña, Próspero Fernández fue ascendido sucesivamente al grado de capitán, coronel y, por último, general de brigada.

Una vez acabada la guerra, fue nombrado comandante militar de Alajuela por el presidente Juan Rafael Mora Porras (1849-1859), y, poco después, general en jefe del ejército costarricense, cargos que desempeñó a la perfección, circunstancia que propició su nombramiento como ministro de la Guerra bajo la presidencia de Tomás Guardia Gutiérrez (1870-1882).

Después de las elecciones presidenciales del año 1882, Próspero Fernández resultó elegido presidente de la República, precisamente en uno de los momentos más duros para el país como consecuencia de la crisis económica ocasionada por la bajada de los precios del café en los mercados exteriores y por el descrédito en el que había caído Costa Rica, que se había traducido en una desconfianza generalizada por parte de los grupos inversores y crediticios.

Con el propósito de equilibrar la balanza comercial de Costa Rica, absolutamente negativa, y remediar la crisis del café, producto principal del país en la exportación, aplicó una rígida política de recortes que afectó, sobre todo, a la administración y a la política educativa: impuso una bajada considerable de los sueldos de los funcionarios, cerró un gran número de escuelas públicas infrautilizadas y decretó la enseñanza laica y obligatoria, secularizó todos los cementerios del Estado y prohibió el establecimiento de toda clase de órdenes monásticas o comunidades religiosas en la República.

Deseoso de restablecer el crédito en el país y atraer el necesario capital extranjero, el 5 de abril de 1884 firmó el contrato Soto-Keith, por el que se cedió a la empresa ferroviaria estadounidense la explotación de todos los ferrocarriles del país construidos hasta la fecha y otros en proyecto de construcción, por un período de tiempo de 88 años. Durante su mandato también se inauguró el primer alumbrado eléctrico en San José.

El 5 de marzo de 1885, el Parlamento costarricense aprobó el ingreso del país en la renacida Federación Centroamericana, resolución a la que Próspero Fernández se negó, apoyado por un amplio sector de la población y del presidente de El Salvador, Francisco Menéndez. Como general, Próspero Fernández decidió ponerse al frente de sus tropas y entablar batalla a los ejércitos liderados por el general Justo Rufino Barrios, presidente de Guatemala (1873-1885), quien ya había llevado a cabo las primeras acciones de invasión de Costa Rica.

Delicado de salud, Próspero Fernández murió en San Mateo, nada más iniciarse la contienda, cuando intentaba parar a los ejércitos de Rufino Barrios.

Bibliografía

  • BETHELL, Leslie: Historia de América Latina: México, América Central y El Caribe (1870-1930). (Barcelona: Crítica, 1992).

  • VV.AA: Historia de Iberoamérica: Historia Contemporánea. Volumen nº 3. (Madrid: Cátedra, 1988).

CHG

Autor

  • Carlos Herraiz Garcia