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Ocio y entretenimientoBiografía

Fernández Gómez, Pedro, o "Niño de Aranjuez" (1954-VVVV).

Matador de toros español, nacido en el Real Sitio de Aranjuez (Madrid) el 15 de febrero de 1954. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre artístico de "Niño de Aranjuez".

Aficionado precoz, no tuvo ocasión, empero, de lucir su primer traje de luces hasta el día 29 de abril de 1973, cuando, ya cumplidos los diecinueve años de edad, se presentó vestido de torero en la localidad madrileña de San Martín de la Vega. Dio inicio, a partir de entonces, a una brillante etapa novilleril que, plagada de éxitos durante la temporada de 1974, le permitió debutar en su primer festejo picado el día 9 de marzo del año siguiente, fecha en la que hizo el paseíllo en el coliseo taurino de su ciudad natal, acompañado de los jóvenes aprendices Ángel Majano ("Palomo II") y Juan de Dios Lozano, para dar cuenta de un encierro marcado con el hierro de la vacada de don Lucio Muriel.

Instalado, ya por aquel entonces, en los puestos cimeros del escalafón novilleril, siguió progresando con éxito y gran número de actuaciones durante la campaña de 1976, circunstancia que le permitió debutar por fin en la primera plaza del mundo el día 19 de junio de 1977. Compareció, en efecto, el "Niño de Aranjuez" aquella tarde en las arenas de la plaza Monumental de Las Ventas acompañado en los carteles por los jóvenes novilleros Faustino Barragán ("Gitanillo Rubio") y José Castilla, para enfrentarse con reses procedentes de la ganadería de Sotillo Gutiérrez, y demostró ante la sabia afición de la capital española que andaba sobrado de facultades y conocimientos para afrontar el gran paso añorado por cualquier novillero: tomar la alternativa e inscribirse en la nómina de los matadores de toros.

Así las cosas, el día 4 de septiembre de aquel año de 1977 Pedro Fernández Gómez volvió a hacer el paseíllo a través de la arena del Real Sitio, dispuesto a recibir el título de doctor en Tauromaquia de manos de su padrino, el genial coletudo salmantino Santiago Martín Sánchez ("El Viti"); el cual, bajo la atenta mirada del no menos destacado espada jiennense Sebastián Palomo Martínez ("Palomo LInares"), que hacía las veces de testigo en tan emotiva ceremonia, cedió al toricantano los trastos con los que había de muletear y estoquear a Fusilero, un burel negro, de quinientos cuarenta kilos de peso, que había pastado en las dehesas de don Baltasar Ibán.

La finura de estilo apuntada por "El Niño de Aranjuez" durante sus brillantes actuaciones novilleriles había despertado entre el público madrileño el deseo de presenciar su interpretación del toreo, ya en calidad de matador de toros, en el redondel de Las Ventas. Y así, el diestro del Real Sitio compareció de nuevo ante la afición capitalina el día 20 de mayo de 1978, en el transcurso del ciclo ferial isidril, fecha en la que confirmó su alternativa con la autorización de su padrino, el coletudo toledano Gabriel de la Casa Pazos; aquella tarde, en la que se jugaron toros pertenecientes a la divisa de don Antonio Pérez de San Fernando, actuó como testigo de confirmación el espada vallisoletano Roberto Domínguez Díaz.

Por desgracia, los percances inherentes al duro oficio de matador de toros truncaron pronto la fulgurante trayectoria taurina del "Niño de Aranjuez", quien, sólo unos días después de haber confirmado la validez de su doctorado ante la primera afición del mundo (concretamente, el día 28 de mayo de 1978), cayó herido de gravedad a causa de la cornada que le asestó un pupilo de Victorino Martín en Las Ventas. Ello no le impidió torear aquel año, en recompensa a los méritos exhibidos durante el abono ferial, la prestigiosa corrida extraordinaria de Beneficencia, en la que compartió el burladero de los matadores con los gaditanos Francisco Ruiz Miguel y José Luis Feria Fernández ("Galloso"). Pero pronto perdió el sitio y vio como las ofertas escaseaban de forma alarmante en el despecho de su apoderado, aunque no por ello se resignó a abandonar el ejercicio del toreo, que le mantuvo activo hasta mediados de los años ochenta. Fue el 29 de julio de 1984 cuando, también en el coso de la capital de España, sufrió otro serie percance que le precipitó sin remedio hasta los puestos más bajos del escalafón, a los que permaneció sujeto durante las siguientes campañas de 1985 y 1986, en las que sólo se enfundó la taleguilla en -respectivamente- dos y una ocasiones.

Autor

  • 0103 JR.