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PolíticaHistoriaBiografía

Fernández de Heredia, Frey Juan [escritor español] (ca.1310-1396).

Religioso, Gran Maestre de la Orden de San Juan, militar, político, diplomático, escritor y mecenas español nacido en Munébrega (cerca de Calatayud, Zaragoza) hacia 1310 y muerto en Aviñón el 1 de marzo de 1396.

Síntesis biografíca

Ya miembro de la Orden de San Juan, fue hombre de confianza de los reyes de Aragón Pedro IV y Juan I y de varios Papas. Gran Maestre de su Orden desde 1376 hasta su muerte, reorganizó ésta y defendió a los estados cristianos de Oriente contra los turcos. Humanista y erudito, promovió y colaboró él mismo en varias traducciones del griego al romance. Por todo ello fue un personaje verdaderamente internacional y uno de los aragoneses más importantes de todos los tiempos.

Hombre de confianza de reyes y papas

Era hijo segundón de Lorenzo Fernández de Heredia (del linaje de los condes de Fuentes de Ebro), hermano de Blasco Fernández de Heredia, Justicia de Aragón entre 1360 y 1362, y tío de García Fernández de Heredia, arzobispo de Zaragoza. Con pocos años, hacia 1328, ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén (o del Hospital o de Rodas; más adelante, de Malta). Cinco después, en 1333, fue nombrado lugarteniente del comendador de Alfambra (Teruel); en 1334 recibido esta misma encomienda junto con las de Villel, Aliaga (ambas en Teruel) y Zaragoza. Mucho más adelante recibiría también los prioratos de San Juan de Castilla (1355), de Saint-Gilles de Provenza (1356), de León (1359) y de Cataluña (1369).

A partir de 1338 fue consejero de Pedro IV el Ceremonioso, rey de Aragón, combatiendo junto a él en la batalla del Salado (1340) contra los benimerines. Con el tiempo se convertiría en su más cercano hombre de confianza. Por esta época trató de obtener la castellanía de Amposta (es decir, el más importante cargo de su Orden en Aragón); ésta estaba ocupada por Sancho de Aragón, tío de Pedro IV, desde largo tiempo atrás (1325), por lo que Fernández se encontró en dificultades a pesar de la ayuda del propio rey. En efecto, en 1341 Sancho de Aragón le capturó y envió a prisión; aunque fue liberado por orden de Pedro IV, perdió las encomiendas de Alfambra y Villel. Al fin, en 1345, murió Sancho de Aragón y la titularidad de la castellanía pasó a él.

Poco después fue enviado por el papa Clemente VI para mediar entre los monarcas inglés francés; sin embargo, ya en el contexto de la Guerra de los Cien Años, tomó parte en la batalla de Crécy (26 de agosto de 1346) a favor de los franceses; herido, fue capturado por los ingleses hasta que al poco tiempo su rey Eduardo III lo liberó. Luego luchó en la batalla de Mislata (1348) contra los nobles de la Unión valenciana; en la de Llucmajor (Baleares, 1349), que significó la vinculación definitiva del reino de Mallorca a Aragón, y también durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1365) entre los monarcas de Aragón (Pedro IV) y de Castila (Pedro I), y en las negociaciones con que concluyó ésta. Antes de ella, ya canciller del rey aragonés, fue enviado en 1351 con el rango de embajador a la corte del rey de Navarra Carlos II el Malo, y en 1356 a la del rey francés Juan II el Bueno.

Residiendo en Aviñón junto al papa Inocencio VI, también éste le empleó como embajador, esta vez en Rodas, para reavivar la lucha de la Orden de San Juan contra los turcos, tratando de que se estableciesen en Palestina o Asia Menor (desde su expulsión de Tierra Santa por los musulmanes los caballeros residían precisamente en Rodas). También fue nombrado por el papa, en 1362, capitán de armas y gobernador general de condado y ciudad de Aviñón (que hizo amurallar). En 1365 estuvo presente en la toma de posesión de su parte de Montpellier por el rey navarro, antes perteneciente al rey de Mallorca Jaime II.

Gran Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén

Finamente, el 2 de junio de 1376 (tenía en torno a los sesenta y cinco años de edad) fue nombrado Gran Maestre de la Orden de San Juan, en sustitución del fallecido Roberto de Juillac. Este mismo año tuvo importante papel en el regreso del papa Gregorio XI a Roma desde su exilio en Aviñón; él en persona fue el almirante de la escuadra de nueve galeras que trasladó al pontífice de Marsella a Corneto. Después que la reina Juana I de Nápoles le cediese en 1377 por cinco años el principado de Morea (Grecia), quiso aprovechar el potencial de la Orden para auxiliar a Venecia y a los estados cristianos de oriente contra los turcos. Posibilitó con su ayuda la recuperación de Patrás (luchó personalmente en el asalto de esta fortaleza) y Lepanto, y luego trató de hacer lo propio con Corinto (1378). Sin embargo, fue hecho prisionero en el mar por el príncipe albanés Juan Boua Spatas, aliado de los turcos, y encarcelado en el país de éste hasta 1381, pues el Gran Maestre prohibió que su Orden pagase el correspondiente rescate.

Después de su liberación, aunque residiendo en lo sucesivo en Aviñón, prestó su protección a los recién creados ducados catalanes en Grecia (Atenas y Neopatria). Negoció la compra definitiva de Morea, pero no tuvo éxito, de modo que en 1389 preparó una expedición contra esta ciudad que tampoco logró llevar a cabo. Simultáneamente a estos hechos, desde 1378, la cristiandad latina se había escindido en dos (Cisma de Occidente); Juan Fernández de Heredia apoyó a los papas de Avión Clemente VII y Benedicto XIII (a causa de esto Urbano VI, papa de Roma, le desposeyó del cargo de Gran Maestre, pero prácticamente toda la Orden le guardó fidelidad).

Hombre culto y capaz, además de su actividad como político, militar y diplomático, realizó varias reformas administrativas en la Orden: a través de los diversos capítulos que convocó (Valence, 1383; Rodas, 1392, etc.) la reorganizó y reunió la documentación de la misma (Cartulario Magno de la castellanía de Amposta, recopilado por los notarios Domingo Carcaies y Gonzalo López de San Martín entre 1349 y 1354, antes incluso de su nombramiento como Gran Maestre). Durante sus últimos años de vida se dedicó, además del gobierno de su Orden, a la cultura. Desde Aviñón encargó numerosos códices miniados. Como amigo del rey Juan I de Aragón fue uno de los principales impulsores del humanismo en tierras aragonesas: pagó maestros de gramática y los estudios universitarios de protegidos suyos.

También, en una apreciable esfuerzo de erudición, mandó traducir al aragonés (por Demetrio Calodiqui, por Nicolás, obispo de Adrianópolis, o por otros traductores a sus órdenes) y publicar diversos autores y obras griegas: las Vidas paralelas de Plutarco (la primera versión en romance); la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, o la Crónica de Morea, inspirada en un libro de Juan Zonaras, el Epitome Historiarum. Otras traducciones fueron el Libro de Actoridades o Rams de flores (relatos procedentes de la Summa Collationum de Juan de Gales); Flors de las Historias de Orient (de textos del monje Hayton); El libro de Marco Polo; Secreto de los secretos (una guía de príncipes) e Historia troyana (de Guido de Columnis).

Él mismo parece que escribió varias obras (al menos en parte), como la Grant Crónica de los Conquiridores (con la vida de cuarenta personajes, históricos o no, de renombre como Hércules, Augusto, Atila, Carlomagno o Gengis Kan) y la Grant Crónica de Espanya (1385-1386, una historia de España de esquema parecido a la de Alfonso X). De ambas se hicieron ediciones ricamente miniadas. Tenía previsto escribir historias de Francia, Grecia y Bizancio, que empezó pero no terminó. Fruto de toda esta labor fue una importante biblioteca personal, con obras en diversas lenguas, que luego pasó en su mayoría al marqués de Santillana (y de éste al duque de Osuna hasta que finalmente terminó en la Biblioteca Nacional).

Murió en 1396, después de veinte años como Gran Maestre; su pésame lo escribió el propio rey aragonés, Juan I. Fue enterrado en la iglesia de Caspe, a la que había patrocinado, al igual que a la iglesia de su pueblo natal, Munébrega, y a otras. Sobre su sepulcro, de estilo gótico, se colocó una estatua yacente con su imagen que aún se conserva. Tuvo varios hijos naturales (aunque algunos autores afirman que nacieron de sendos matrimonios de juventud, el segundo con Teresa de Centallas, previos a su ingreso en la Orden de San Juan), a los que dotó con distintas prebendas.

Enlaces en Internet

http://www.filol.csic.es/departamentos/bizantinos/heredia.html ; Página con información sobre Juan Fernández de Heredia (en español).

Bibliografía

  • ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, A. “Juan Fernández de Heredia y las traducciones del griego medieval al aragonés”, en Erytheia, 6.1 (1986) 25-41.

  • Anales de la Corona de Aragón. 4 vols. (Zaragoza: 1967-1973).

  • CACHO BLECUA, J. M. El gran maestre Juan Fernández de Heredia. (Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada: 1997).

  • CORTÉS ARRESE, J. “Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de San Juan de Jerusalén: una aproximación a su imagen”, en Anuario de Estudios Medievales, 13 (1983) 327-337.

  • EGIDO, A. y ENGUITA, J.Mª. (eds.). Juan Fernández de Heredia y su época. IV curso sobre lengua y literatura en Aragón. (Zaragoza: 1996).

  • GEIJERSTAM, R. af. Juan Fernández de Heredia. La Grant Crónica de Espanya (libros I-II). (Uppsala: 1964).

  • LUTTRELL, A: The Hospitallers in Cyprus, Rodhes, Greece and the West 1291-1440. (Londres, Variorum: 1978).

  • McKENZIE, J.G. Lexicon of the 14th Century Aragonese Manuscripts of Juan Fernández de Heredia. (Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies: 1984).

  • SERRANO SANZ, M. Vida y escritos de Juan Fernández de Heredia. (Zaragoza: 1913).

  • VIVES, J. Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de Rodas. (Barcelona: 1927).

Autor

  • Bernardo Gómez Álvarez