Fernández Coronel, Alonso (ca. 1305-1353).
Caballero español, nacido en Sevilla hacia 1305 y fallecido en Aguilar de la Frontera en enero de 1353. Su figura estuvo vinculada a Sevilla y al rey Alfonso XI, durante cuyo reinado acumuló cargos y honores y después de cuya muerte cayó rápidamente en desgracia.
Alonso Fernández Coronel perteneció a un poderoso linaje sevillano cuyos más remotos orígenes conocidos se sitúan en Guadalajara, donde doña María Fernández Coronel fundó el convento de Santa Clara. Don Alonso fue hijo de don Juan Fernández Coronel y de doña Sancha González. Se crió en Sevilla, en casa de su tía doña María Alonso Coronel, viuda de don Alonso Pérez de Guzmán. Su relación con el clan de los Guzmán le posibilitó en un futuro operar en una Sevilla en la que nada se movía sin el consentimiento de los Guzmán y los Biedma, encabezados por Alonso Jofré Tenorio; don Alonso Fernández Coronel casó con doña Elvira Alonso de Biedma. Gracias a su privilegiada situación de "puente" entre las dos familias más poderosas de la oligarquía sevillana, don Alonso gozó de un gran ascendente político, potenciado por el favor regio.
En su juventud se trasladó a la corte de Valladolid, durante la minoría de Alfonso XI, llegando a ganar la confianza del futuro rey, que le nombró miembro del Consejo Real. Durante esta época relajó sus relaciones con Sevilla por causa de los continuos viajes de la corte itinerante. Sin embargo, antes de 1329 ya era alguacil mayor de la ciudad y aquel mismo año representó a Sevilla en las Cortes de Valladolid. Hasta 1347, don Alonso adquirió un gran número de propiedades en los alrededores de Sevilla, invirtiendo grandes sumas en tierras en Aljarafe, Carmona y Campo de Tejada. A estas propiedades habría que añadir las que heredó a la muerte de su tía doña María Alonso Coronel (1332), que incluían heredades en Galicia, León y Portugal, además de la villa de Bolaños.
En 1331 fue nombrado caballero por el rey Alfonso XI. Don Alonso participó en el cerco de Algeciras y en los años siguientes su posición en la corte siguió ascendiendo. Recibió los cargos de Notario Mayor del Reino de León, Mayordomo del Infante don Enrique y en 1339 ya era Copero Mayor del rey Alfonso XI. Fue nombrado Alguacil Mayor de Sevilla y como tal llevó el pendón de Sevilla en la batalla de el Salado (1340). En 1341 viajó a Aviñón como embajador regio. Don Alonso recibió del rey la donación de la villa de Montalbán, que, junto con su casa de Sevilla, constituyó en mayorazgo en 1343 en la persona de su hijo Juan Alfonso. Cinco años después recibió Capilla como compensación del rey por no haberle entregado la villa de Aguilar. Esta villa, sobre la que don Alonso reclamaba derechos de herencia, era a su vez reclamada por el importante magnate aragonés don Bernal de Cabrera. La otra cosa que don Alonso no consiguió de Alfonso XI fue la dignidad de ricohombre, que daba derecho a "pendón y caldera" (el pendón significaba que podía levantar gente de guerra y la caldera indicaba que la mantenía a su costa). Don Alonso desempeñó también la alcaldía de Medina Sidonia, señorío de la amante del rey, doña Leonor de Guzmán, lo que da una idea de la gran influencia que el caballero sevillano tenía en la corte. Sus relaciones con los hijos de doña Leonor fueron fluidas hasta la muerte del rey en 1350. Entonces don Alonso solicitó a doña Leonor que se levantase el pleito homenaje por Medina Sidonia, que tenía por ella y que no deseaba conservar.
Con el ascenso de Pedro I al trono castellano, don Alfonso de Alburquerque se convirtió en la persona más poderosa del reino y don Alonso Fernández Coronel se acercó a él, desmarcándose de los Guzmán. Gracias a ello consiguió la villa de Aguilar y la categoría de ricohombre (hasta entonces, y a pesar de las altas dignidades que había desempeñado, solo había gozado de la categoría de caballero). A cambio prometió a Alburquerque la entrega del castillo de Burguillos, promesa que no cumplió.
En 1350 el rey enfermó en Sevilla y se abrió un debate sobre su sucesión; Alonso Fernández Coronel tomó el partido de don Juan Núñez de Lara, que era también apoyado por Garcilaso de la Vega; el candidato propuesto por Alburquerque y por el maestre de la orden de Calatrava, don Juan Núñez de Prado, era don Enrique, duque de Tortosa y primo de Pedro I. La recuperación del rey de su enfermedad dio al traste con las esperanzas de los candidatos y la muerte aquel mismo año de don Juan Núñez de Lara dio lugar a la persecución de sus partidarios. La filiación de don Alonso en este asunto probablemente fue el motivo que pocos años después le costó la vida. Don Alonso, temiendo las represalias se refugió en Aguilar sin acudir a las Cortes de Valladolid, a lo que le obligaba su dignidad de ricohombre. Afianzado en su rebeldía, abasteció Aguilar y las villas de Montalbán, Torija y Capilla; esperaba el apoyo de sus parientes andaluces, especialmente de la casa de Sanlúcar, pero la muerte de Juan Alonso de Guzmán y el ascenso de un niño en la dirección de los Guzmán, don Alonso Pérez de Guzmán, retrasó las ayudas sevillanas, que terminaron por no llegar. En 1352 el rey, por consejo de don Juan Alfonso de Alburquerque, declaró traidor a don Alonso y ocupó las villas de Torija, Burguillos, Capilla y Montalbán. En octubre del mismo año se intensificó el cerco de Aguilar y, a pesar de la enconada resistencia que mostró don Alonso Fernández Coronel, la plaza fue tomada a principios del año siguiente. Don Alonso fue apresado y decapitado. Sus restos mortales fueron trasladados a Santa Clara de Guadalajara. Sus bienes fueron repartidos por el rey, que permitió a sus hijos conservar sus propiedades en Sevilla.
Bibliografía
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GARCÍA TORANO, P. El Rey don Pedro el Cruel y su mundo. Madrid, 1996.
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SÁNCHEZ SAUS, R. Caballería y Linaje en la Sevilla Medieval. Estudio genealógico y social. Cádiz, 1989.
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