Farrojzad, Forugh (1934-1967).
Poetisa y cineasta iraní, nacida en Teherán en 1934 y fallecida en 1967, que está considerada como una de las voces más brillantes y representativas de la literatura femenina iraní de todos los tiempos. Su audacia creativa y su progresismo ideológico -sumados a un firme compromiso político y humano en defensa de sus compatriotas menos favorecidos (y, muy especialmente, las mujeres)-, hicieron de ella un figura tan valorada en los foros intelectuales internacionales como desprestigiada dentro de las fronteras iraníes durante el gobierno del Sha Mohamed Reza Pahlevi. Tanto fue así que su trágica desaparición, acaecida en un fatal accidente de circulación cuyas extrañas circunstancias nunca quedaron bien esclarecidas, fue atribuida en muchos cenáculos literarios extranjeros a la acción directa de los servicios secretos del régimen dictatorial del Sha.
Caracterizada por haber alcanzado las más altas cotas de libertad dentro de la literatura iraní escrita por mujeres, la poesía de Forug Farrojzad se sirve de un estilo directo que, en muchas ocasiones, recurre voluntariamente al prosaísmo para lograr esa sencillez capaz de llegar por la vía más rápida al entendimiento y al sentimiento del lector. Pero, dentro de esta intencionada claridad expositiva, la poetisa de Teherán tuvo que recurrir en muchas ocasiones a la utilización de algunos elementos simbólicos que, siempre sujetos a la simpleza cotidiana de su imaginario poético, era la única manera posible de aludir a una realidad política y social férreamente controlada por la censura oficial de la dictadura (así, v. gr., en muchos de sus poemas la noche simboliza la oscuridad y el miedo en que emanaban del régimen del Sha; por le contrario, la luz encarna los anhelos de cambio que alberga la propia poetisa: "¡Dadme refugio, oh luces inquietas, / iluminados hogares inciertos / de ropa ondeando al sol").
Entre los poemarios más célebres de Forug Farrojzad, conviene recordar los titulados El Muro (1952), La rebelión (19579, El renacimiento (1959) y, sobre todo, Tengamos fe al principio de la estación fría (1966), que, publicado un año antes de su trágico fallecimiento, pronto se convirtió entre los intelectuales y artistas opuestos al régimen del Sha en una especie de legado testamentario del compromiso político sostenido tenazmente por la audaz escritora. Los ecos de su rebelión cultural e intelectual (dirigida también contra la tradición clásica iraní, a través de versos tan singulares como estos: "Quiero huir de ti, / para abrir el camino de la ciudad del deseo, / pero tus silenciosos y apagados ojos / oscurecen los senderos ante mi mirada, / me rodean como muros"), pronto llegaron hasta los oídos de algunos creadores occidentales tan relevantes como el director de cine italiano Bernardo Bertolucci, quien, en 1965, realizó un cortometraje sobre la esforzada lucha individual que había emprendido la poetisa de Teherán. La atención del entonces joven cineasta de Parma venía justificada no sólo por el vigor poético de los versos de Forug Farrojzad, sino también por las brillantes incursiones de la escritora en el terreno de la creación cinematográfica, a la que aportó varios cortometrajes centrados en su valiente compromiso socio-político.
A finales del siglo XX, tras veinte años de República islámica que en nada mejoraron la situación de la mujer en Irán, vio la luz una significativa recopilación de los principales poemas de Forug Farrojzad, realizada por la estudiosa de su obra Nazanín Amirian. Esta obra, traducida por la propia antóloga, fue publicada en lengua castellana bajo el título de Noche en Teherán (San Cugat del Vallé [Barcelona]: El Bardo, 2000). En abril de 2004 se publicó una nueva antología en castellano de la autora iraní con el título Nuevo nacimiento, donde se incluyen los poemas escritos en su último año de vida.
AIE
