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GeografíaBiografía

Eyre, Edward John (1815-1901)

Explorador y administrador colonial inglés, nacido el 5 de agosto de 1815 y fallecido en Devon el 30 de noviembre de 1901, a la edad de 86 años. Destacó por ser el primer hombre en atravesar el dominio meridional del continente australiano de E a O, cruzando la plataforma de Nullarbor, desde Adelaida hasta Albany, siempre en compañía de su inseparable amigo Wylie.

Hijo de ministro arribó a Australia a la edad de 17 años; así, el 7 de noviembre de 1832, Eyre alcanzó la costa australiana de Port Jackson, actual Sydney y al poco tiempo comenzó a trabajar como ayudante de pastores. Así, entre los años 1834 y 1836 trabajó con su propia cabaña de ovejas, asentada en los alrededores de la actual capital, Canberra. En 1837 inició sus exploraciones terrestres por el S de Australia y a principios de 1840 se desplazó hasta Albany con el objetivo de traer en barco unas 100 ovejas. De esta manera, realizó un gran número de exploraciones por Nueva Gales del Sur y por los dominios meridional y occidental del continente australiano, a la par que seguía con sus actividades pastoriles. Eyre buscaba una ruta óptima hacia el centro de Australia; en 1839 descubrió el lago Torrens, situado al pie de los montes Flinders; desde aquí siguió camino hasta descubrir el monte Sin Esperanza (Hopeless). En las memorias de sus viajes narra su descubrimiento del lago Torrens:

"Encontré el lago Torrens completamente rodeado por escarpadas colinas arenosas, exactamente iguales a las que bordean la costa. En ninguna parte aparecían rocas o piedras, pero en cambio numerosos montículos salinos sobresalían en la cadena exterior. Cuando, después de salvarlos, descendí por el O a la bahía, encontré el lecho seco del lago cubierto por completo de una costra de sal que formaba una superficie ininterrumpida de un blanco purísimo y brillaba intensamente bajo los pies. Al avanzar por ella observé que cedía bajo los pies y que, por debajo de la superficie, el lecho del lago estaba constituido por un limo blando. Cuanto más avanzábamos hacia Poniente tanto más pantanoso era el terreno, hasta que llegó un momento en que resultó imposible seguir adelante."

El sistema fluvial de la costa de Australia ya era conocida, gracias, en parte, a las exploraciones de Matthew Flinders, pero el verdadero "corazón del continente austral" seguía siendo un verdadero misterio. En 1840 se hizo cargo de una nueva expedición que partió de Adelaida con seis porteadores, tres indígenas (entre ellos, Wylie), trece caballos y cuarenta ovejas. Esta expedición atravesó la actual península de Eyre y recorrió gran parte de la costa de la Gran Bahía Australiana. Edward John Eyre se convirtió en el primero que penetró en la región más pobre en lluvias de toda la Tierra. Esta travesía, que supuso cerca de 1.300 km de recorrido, dejo atrás a hombres y animales ya que sólo llegaron a la bahía de Fowler cuatro hombres, once caballos y seis ovejas. Eyre tuvo que sacrificar sus caballos, cortar su carne en tiras y secarla, con objeto de tener provisiones para lograr recorrer otros 800 km de ruta. Con todo, probablemente no habría superado la aventura de no haber hallado en la costa un ballenero francés, el Mississippi, que completó sus provisiones y en el que permaneció unas dos semanas. Llegó finalmente a su lugar de destino, Albany, el día 7 de julio de 1841, tras doce meses de camino y un sinfín de problemas relacionados con la ausencia de agua, tal y como puede leerse en su diario:

"Habíamos comprobado la posibilidad de obtener agua a base del rocío. Con frecuencia había oído decir a los indígenas que era común entre ellos el empleo de este procedimiento, pero lo cierto es que nunca lo había visto poner en práctica. Por otra parte, era un trabajo muy frío; me había mojado de pies a cabeza, pues de los matorrales había caído sobre mi cuerpo una cantidad de agua muy superior a la que había logrado recoger con la esponja. Los naturales utilizaban una gran vasija alargada de corteza que mantenían debajo de la rama, mientras cepillaban ésta con un poco de hierba, imitando lo que hacía yo con la esponja. De este modo el líquido caía en la artesa sostenida al efecto y que, poseyendo una superficie mayor que la abertura de una botella, se llena con rapidez proporcionalmente mayor. En cuanto el sol está alto en el horizonte, las gotas empiezan a desprenderse de las ramas y ya no es posible recoger más agua. Por eso es preciso ponerse a la obra muy temprano, ya que el éxito es cosa de mucha importancia."

En 1845 regresó a Inglaterra con el objetivo de elaborar la memoria de sus viajes y exploraciones por Australia. Eyre fue galardonado con la Medalla de Oro de la Real Sociedad Geográfica y en 1846, además, fue elegido como nuevo teniente gobernador de Nueva Zelanda así como hecho gobernador de diversas zonas de la India Occidental. Un año después, contrajo matrimonio con Adelaide Ormond. Entre 1862 y 1866 ocupó el cargo de gobernador de Jamaica hasta que Eyre, finalmente, se retiró a Inglaterra donde vivió hasta el día de su muerte, acaecida el 30 de noviembre de 1901. Su inseparable compañero Wylie fue recompensado con una pensión vitalicia y se asentó en Albany.

Bibliografía

  • TREUE, W. La conquista de la Tierra. Barcelona, Ed. Labor, 1948.

Autor

  • Elena Escobar Blanco