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Étienne, Gérard (1936-VVVV).

Poeta, narrador, ensayista, lingüista, crítico literario y activista político haitiano, nacido en Cap-Haïtien el 28 de mayo de 1936. Autor de una extensa y deslumbrante producción literaria que progresa con idéntica soltura y brillantez tanto por los senderos de la prosa como por el ámbito de la poesía, está considerado como una de las figuras más sobresalientes de la literatura antillana contemporánea escrita en lengua francesa.

Nacido en el seno de una familia de clase media, su vida estuvo marcada desde sus orígenes por el vudú, práctica religiosa en la que creía ciegamente su progenitor, hasta el punto de convertirse en maestro vuduista. Por el contrario, la madre del futuro escritor, que era dominicana, pertenecía a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El pequeño Gérard fue educado por su madre en esta creencia, lo que despertó las iras del cabeza de familia, quien descargó toda su saña contra su esposa por no seguirle en la práctica del vudú.

Así las cosas, a los quince años de edad el joven Gérard abandonó la casa paterna en protesta de la violencia ejercida por su padre contra su madre, que se había visto obligada, tiempo atrás, a abandonar a los suyos y regresar a su país, huyendo de los castigos de su esposo. Gérard Étienne, antes de seguir los pasos de su progenitora y abandonar también a su suerte a su fanático padre, llegó a conocer in situ los efectos devastadores de esta creencia supersticiosa, que, entre otros muchos daños, había llevado a su familia a la ruina. Años después, ya consagrado como uno de los intelectuales haitianos contemporáneos de mayor prestigio, Étienne habría de definir públicamente el vudú como "una religión que nunca promueve el bien; te hace creer que los demás te desean el mal y te gastas todo tu dinero para protegerte de ellos. Los parámetros del vudú son la superstición, el arte de matar a los demás, y hasta la antropofagia".

A los trece años de edad, cuando aún no había salido del hogar paterno huyendo del fanatismo religioso de su progenitor, el joven Gérard Étienne dio muestras ya de poseer una clara inclinación hacia el cultivo de la Literatura, al componer una poemas primerizos que, durante varios domingos de 1939, 1940 y 1941, difundió con su propia voz a través de las ondas de "Radio Citadelle du Cap-Haïtien". Poco después, ya afincado en la casa de unos parientes de Puerto Príncipe, entró en contacto con los sectores marxistas de la comunidad política clandestina de la capital del país, y tomó parte activa en las insurrecciones desatadas contra el gobierno despótico de Paul E. Magliore. Fue así como, con tan sólo quince años de edad, experimentó en sus propias carnes el rigor y la crueldad de los torturadores a sueldo de las autoridades políticas de su nación.

Pero este temprano arresto y las subsiguientes sesiones de torturas y vejaciones a las que fue sometido no bastaron para desviarle de la lucha política. Cada vez más comprometido con la doctrina marxista, comenzó a frecuentar los foros literarios e intelectuales en los que se difundía en secreto esta ideología, y pronto llegó a ser uno de los discípulos predilectos del genial novelista Jacques-Stephen Alexis, médico de profesión y, en la práctica, principal dirigente de la oposición comunista clandestina.

A mediados de los años cincuenta, Étienne se vio obligado a cumplir sus obligaciones militares en el ejército haitiano, donde, en calidad de cadete del cuerpo aéreo, ingresó en el Cuerpo de Aviación (Corps d'Aviation) y fue destinado el departamento de meteorología. Allí permaneció por espacio de dos años (1955-1957), en el transcurso de los cuales no dejó de significarse por sus ideas izquierdistas, diametralmente opuestas al rumbo que había tomado la política gubernamental en Haití. Así las cosas, en 1959, ya con veintitrés años de edad, Gérard Étienne volvió a ser arrestado y sometido a torturas por culpa de sus ideas políticas -esta vez, por haber tomado parte activa en un complot contra el cruel dictador François Duvalier.

Entretanto, este firme y sincero compromiso con la oposición antifascista haitiana no le había impedido ir completando un brillante expediente académico que, entre otros saberes, le convirtió en especialista en estudios clásicos. Merced a esta titulación, pronto pudo ganarse la vida como profesor, dando así inicio a una fructífera trayectoria docente que le condujo, a finales de la década de los cincuenta y comienzos del decenio siguiente, hasta los mejores colegios e institutos de Haití. Y, simultáneamente, cultivó con acierto y provecho la crítica literaria y el género del reportaje en los principales periódicos y revistas de su país, como los diarios Le Nouvelliste (en el que colaboró entre 1961 y 1962) y Panorama (1962-1964).

Ya por aquel entonces había alcanzado un notable prestigio como escritor en los foros artísticos e intelectuales de su nación, donde era conocido desde su adolescencia por aquellas composiciones juveniles que difundía a través de las ondas radiofónicas. Poeta precoz, Étienne tuvo listo un primer volumen de versos a los dieciséis años de edad (1950); sin embargo, no publicó nada hasta diez años después, cuando dio a la imprenta el poemario Au milieu des larmes (En medio de las lágrimas [Puerto Príncipe, 1960]), al que pronto siguieron otras colecciones de versos tan notables como Plus large qu'un rêve (Más largo que un sueño [Puerto Príncipe, 1960]), La raison et mon amour (La razón y mi amor [Puerto Príncipe, 1961]) y Gladys (Puerto Príncipe, 1963).

Simultáneamente, Gérard Étienne se reveló como un lúcido, profundo y penetrante analista de la realidad social y cultural de Haití (y, en general, de la cultura de la raza negra), por medio de dos espléndidos ensayos que vieron la luz bajo los títulos de Essai sur la négritude (Ensayo sobre la negritud [Puerto Príncipe, 1962]) y Le nationalisme dans la littérature haïtienne (El nacionalismo en la literatura haitiana [Puerto Príncipe, 1963]). Estos escritos, junto con sus anteriormente citados poemarios, le convirtieron en uno de los principales animadores del panorama cultural haitiano de comienzos de los años sesenta, donde se significó, además, por la fundación del grupo cultural Samba (que acabaría convirtiéndose en el rico movimiento conocido como Haïti-Litteraire), así como por ser uno de los promotores de la Societé des Messagers de l'Art ("Sociedad de los Mensajeros del Arte", 1963).

Pero, a pesar de desempeñar este papel preeminente en la vida cultural y artística de su nación, la situación personal de Gérard Étienne en el Haití gobernado por el feroz y sanguinario "Papa Doc" se hacía cada vez más complicada, debido a su pública adscripción a cualquier filiación política contraria a los desmanes del dictador. De ahí que, en 1964, el escritor de Cap-Haïtien se viera obligado a tomar el camino del exilio rumbo a Canadá -destino de tantos otros exiliados antillanos francoparlantes-, donde, afincado en Montreal, se ganó la vida durante algún tiempo como profesor de enseñanza media -en el Lycée Da Silva (1964-1965)- y como periodista -en los rotativos Métro Express y Quartier Latin-. Aprovechó, además, su llegada a Canadá para cursar estudios superiores de Letras en un centro de estudios superiores tan prestigioso como la Universidad de Montreal, en la que estuvo matriculado entre 1964 y 1970. Durante dicho período, y para poder costearse sus estudios, el escritor trabajó como enfermero en uno de los grandes hospitales de Montreal (1965-1968), como profesor en el Colegio de Matane (1968-1970), y como colaborador en el diario francófono La Voix Canadienne.

Estas ocupaciones laborales, sumadas a su dedicación al estudio, no le apartaron un ápice del cultivo de la creación literaria. En efecto, al poco tiempo de haber arribado a Canadá, Gérard Étienne dio a la imprenta el poemario titulado Lettre à Montréal (Carta desde Montreal [Montreal, 1966]), al que después seguirían otros espléndidos poemarios del escritor haitiano, como Dialogue avec mon ombre (Diálogo con mi sombra [Montréal, 1972]), Cri pour ne pas crever de honte (Grito para no reventar de vergüenza [Montréal, 1982]), y La Charte des crépuscules. Oeuvres poétiques 1960-1980 (La carta del crepúsculo. Obras poéticas 1960-1980 [Moncton, 1993]).

A la perfecta integración de Gérard Étienne en Haití contribuyó, de forma decisiva, su encuentro en 1967 con Natania Feuerwerker, que habría de convertirse en su compañera durante el resto de su vida. De su unión nacieron dos niños: Joël y Michaëlla. En la primavera de 1992, cuando llevaban ya veinticinco años de vida en común, el poeta dedicó a su amada el bello poema titulado "Les yeux de Natania" ("Los ojos de Natania"), que vio la luz en las páginas de la revista Muse en Île (nº 3, abril de 1992, págs. 1-2).

A comienzos de los años setenta, tras haber completado con éxito sus estudios de Letras, el escritor haitiano se incorporó a la plantilla docente de la Universidad de Moncton (sita en la provincia canadiense de Nueva Brunswick, a orillas del río Petitcodiac). Allí, al tiempo que impartía clases, fue ampliando sus conocimientos de Lengua y Literatura francesa hasta obtener el título de doctor en Lingüística por la Universidad de Estrasburgo (1974). Ya con esta titulación en su haber, pasó a impartir clases de Lingüística y Gramática Superior en dicha Universidad de Moncton hasta 1978, para ocuparse, a partir de 1979, del módulo de Información y Comunicación y de las clases de Periodismo. En realidad, su relación con los medios de comunicación jamás se había visto interrumpida, pues desde al año siguiente a su llegada a Moncton, publicó asiduamente sus artículos y reseñas en el diario Devoir, en una estrecha y fecunda colaboración que habría de prolongarse durante tres lustros (1972-1987).

Más adelante, Gérard Étienne continuó otorgando un papel relevante al cultivo del periodismo, ora como editorialista del rotativo Le Matin (1986-1987), ora como colaborador del semanario Le Voilier (1987-1989). Finalmente, acabó publicando sus crónicas, reseñas y reportajes en Haïti-Observateur. Ya por aquel entonces, además de un reputado escritor en el ámbito de las Letras francófonas, era una auténtica autoridad mundial en el campo de la Lingüística, al que aportó un disciplina de su invención: la antroposemiología. Étienne consagró muchas horas de estudio y reflexión a esta materia, y llegó a publicar, en diferentes revistas especializadas de todo el mundo, más de cincuenta trabajos científicos sobre lingüística, crítica literaria y semiología.

Pero, como venía sucediéndole desde la adolescencia, ninguna actividad profesional logró apartarle de su innata vocación literaria. Además de los poemarios que añadió a los que había dejado impresos antes de abandonar Haití, Gérard Étienne comenzó a cultivar la prosa de ficción en plena madurez, cuando, ya instalado como profesor en la Universidad de Moncton, pudo compaginar esta dedicación vocacional con sus obligaciones docentes y sus estudios de doctorado. Fue así como, a mediados de los años setenta, dio a la imprenta su primera novela, Le nègre crucifié (El negro crucificado [Montreal, 1974]), a la que pronto añadió otras narraciones extensas de tanta calidad como las tituladas Un ambassadeur macoute à Montréal (Montreal, 1979), Une femme muette (Montreal / París, 1983), La Reine Soleil levée (Montreal, 1987), La pacotille (Montreal, 1991), Maître-Clo ou la romance en do mineur (Montreal / París, 2000), Vous n'êtes pas seul (Montreal / París, 2001), Au coeur de l'anoréxie (Montreal, 2002) y Au Bord de la falaise (Montreal, 2004). Además, el escritor de Cap-Haïtien es autor de la excelente novela breve (o nouvelle) titulada Le Bacoulou (Ginebra [Suiza], 1998).

En su faceta de ensayista, Étienne agregó, a los dos excepcionales volúmenes que había dado a la imprenta en su país natal, otros libros tan ricos y sugerentes como La question raciale et raciste dans le roman québécois. Essai d'anthroposémiologie et sémiotique appliquée (La cuestión racial y racista en la novela de Quebec. Ensayo de antroposemiología y semiótica aplicada [Montréal: Éditions Balzac, 1995]); La femme noire dans le discours littéraire haïtien. Éléments d'anthroposémiologie (La mujer negra en el discurso literario haitiano. Elementos de antroposemiología [Montreal / Paris: Éditions Balzac / Le Griot, 1998]), obra escrita en colaboración con François Soeler; y L'injustice, la désinformation, le mépris de la loi (La injustiscia, la desinformación y el menosprecio de la ley [Montreal: Humanitas, 1998]).

En esta última obra, Étienne revelaba las últimas agresiones de orden político de que había sido víctima, puesto que su combativa defensa de la igualdad y la justicia social seguía despertando la animadversión de los regímenes totalitarios. Pero el genial autor de Cap-Haïtien, acostumbrado desde su adolescencia a estos ataques, no dejó por ello de denunciar airadamente el fascismo en sus aulas, sus libros, sus artículos, sus conferencias y, en general, en cualquiera de sus apariciones públicas. Y tampoco perdió un ápice de vigor en su firme compromiso con los más desfavorecidos cuando su frágil salud, gravemente deteriorada por una afección cerebral que le puso dos veces en estado de coma, amenazó por apartarle para siempre de la vida pública.

Autor de reconocido prestigio en numerosos países de Europa (donde algunas de sus obras han sido traducidas al alemán, al inglés, al italiano y al portugués), Gérard Étienne ha sido distinguido con algunos honores y galardones tan relevantes como el "Premio al mejor editorialista" (1988); la Medalla de la Asociación de escritores de Guadalupe (1991); el Premio a la Mejor Emisión de Radio Comunitaria, por el espacio "Apprenons à nous connaître" ("Aprendamos a conocernos") (1994); el Certificado de Honor "Maurice Cagnon" del Consejo Internacional de Estudios Francófono (1994); la Medalla de Oro de la "Renaissance française" (1997); y el Premio "Cator de Vermeille", por la totalidad de su obra (1998).

J. R. Fernández de Cano

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.