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LiteraturaBiografía

Estébanez Calderón, Serafín (1799-1867).

Escritor español, nacido en Málaga, el 27 de diciembre de 1799, y fallecido en Madrid, el 5 de febrero de 1867.

Estudió Humanidades y Ciencias en Málaga, así como Derecho en Granada. Fue miliciano nacional, y en 1823 estuvo a punto de emigrar a Gibraltar; no obstante, ya en 1825 pudo poner bufete en Málaga y se convirtió en abogado de los Reales Consejos. En 1830 se trasladó a Madrid protegido por los condes de Teba y comenzó a escribir en el Correo Literario y Mercantil y en Cartas españolas, publicaciones en las que pronto hizo famoso el pseudónimo de El Solitario. El 31 de octubre de 1831 solicitó la auditoría de guerra de Puerto Rico, pero en vez de este cargo obtuvo finalmente el de auditor general del ejército del Norte (29 de enero de 1834). Colaboró en el Boletín del Comercio (Madrid 1832-1834), y se dice que dirigió el Diario de la Administración (Madrid, 1834). En una carta a Andrés Borrego, fechada el 11 de julio de 1835, rechaza el filosofismo del siglo XVIII, de las Cortes de Cádiz y de la revolución de 1820. Muy español, e incluso iberista, quería unir el clero católico con la libertad, y afirmaba que la misión filosófica de la Península era civilizar el África.

Fue nombrado jefe político de Logroño en diciembre de 1835, y se sabe que el 26 de mayo de 1836 recomendó a su sobrino Antonio Estébanez de Romero para una subtenencia de cuerpos francos de la Rioja. El 3 de agosto de 1836 solicitó tres meses de licencia para restablecer su salud, resentida a raíz de una caída de caballo. En 1836 confía en Luis Fernández de Córdoba (como él mismo dice, habrá que buscar la solución de los problemas nacionales "en un General y en su campamento"), idea que le parece perfectamente compatible con su doble creencia en la libertad (que excluye al carlismo) y en Isabel II. Confiará después en Mendizábal, único dique al torrente de la disolución social. Fue nombrado ministro togado del Tribunal Supremo de Guerra y Marina el 30 de junio de 1837, y a finales de este año jefe político de Sevilla. Diputado a Cortes por Málaga entre 1837 y 1839, publicó en 1838 Cristianos y moriscos: leyenda lastimosa, considerada pésima por la crítica, y colaboró en El corresponsal entre 1839 y 1844.

La revolución pasó y Estébanez contrajo matrimonio en 1839 con una pariente del banquero Salamanca. Pero ese mismo año se le formó causa por el cargo que le resultó de las diligencias practicadas para la averiguación del autor de un anónimo contra el exclaustrado D. Manuel María Ochagavia, con motivo de un sermón que pronunció en Haro; y acerca de la inversión de la multa que impuso a Domingo Rodríguez, por sentencia de 23 de marzo de 1839. Estébanez fue absuelto del cargo de ocultación de la sumaria y de haber exigido 4.000 reales cuando sólo impuso la multa de 100 ducados, pero recibió apercibimiento de que en lo sucesivo no diese lugar a procedimientos semejantes, y se le condenó en costas. Estébanez dijo no tener dinero, ni bienes, porque todos estaban a nombre de su suegro, pero afirmó que pagaría las costas con mesadas atrasadas.

Colaboró en El Español y en El Heraldo, en la Revista de teatros y en La revista militar, todas ellas publicaciones madrileñas. Fue diputado por Orense en la segunda legislatura de 1843 y seguidamente, hasta 1846, desarrolló sus ideas imperialistas en Manual del oficial en Marruecos (1844), libro muy importante, que le abrió las puertas de la Academia de la Historia. De nuevo diputado por Málaga (Coín) entre 1846 y 1848, fue también senador vitalicio. En colaboración con Castelló publicó Asamblea general de los caballeros y damas de Triana (Madrid, 1846). Como escritor costumbrista se hizo célebre en 1847 con la publicación de Escenas andaluzas. En 1849 acompañó como auditor al ejército expedicionario español a Roma, y el 3 de agosto de 1849 fue elegido miembro de la comisión que iba a felicitar a Pío IX por su restablecimiento en el trono. Después, el 12 de octubre de 1849, solicitó volver a su antigua plaza en el Tribunal Supremo de Guerra y Marina, y justificó su petición en el estado de su salud, que no le permitía otras ocupaciones. En 1849 publicó De los soldados almogávares. Desde 1857 perteneció al Consejo Real, y desde 1859 al de Estado. Era gran buscador de libros antiguos -se cuentan divertidas anécdotas de sus relaciones con Gallardo y con Gayangos- y su cultura se salía de lo común, aunque era en exceso alambicado. Llegó a hablar y a enseñar árabe, lengua de la que fue catedrático en el Ateneo de Madrid. En el Semanario Pintoresco de 1848 se publicó un discurso suyo sobre la materia. Póstumamente aparecieron De la conquista y pérdida de Portugal (Madrid, 1885), Poesías (Madrid, 1888), Novelas, cuentos y artículos (Madrid, 1893) y otras colecciones posteriores. Al parecer, dejó inédita una Historia de la infantería española.

Serafín Estébanez Calderón, "Pulpete y Balbeja" (Escenas andaluzas).

Bibliografía.

  • ALBORG, Juan Luis: Historia de la Literatura Española, IV, 1982.

  • "Archivo General Militar de Segovia".

  • CÁNOVAS DEL CASTILLO, Antonio: Biografía de D. Serafín Estébanez "El Solitario" y su tiempo, 2 vols., Madrid, 1883.

  • MORATILLA, Bernardo: Estadística del personal y vicisitudes de las Cortes y de los Ministerios de España, Madrid, 1880.

  • PÁEZ RÍOS, Elena: Iconografía hispánica, 5 vols., Madrid, 1966.

  • PALAU Y DULCET, Antonio: Manual del librero hispano-americano, 2ª edición, Barcelona, 1948-1977.

A. GIL NOVALES.

Autor

  • novales.