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Espinel, Ileana (1933-2001).

Poetisa y periodista ecuatoriana, nacida en Guayaquil (capital de la provincia de Guayas) en 1933 y fallecida en su ciudad natal el 21 de febrero de 2001. Perteneciente a la denominada Generación del 50, fue una de las voces femeninas más rotundas, sugerentes e innovadoras de la lírica ecuatoriana de la segunda mitad del siglo XX, en la que abrió nuevas rutas exploradas más tarde por muchos poetas de generaciones posteriores.

Se dio a conocer como poetisa dentro del colectivo de escritores "Club 7 de Poesía", fundado por el gran poeta de Guayaquil David Ledesma Vázquez. Todos los miembros de este grupo pasaron a engrosar las filas de la denominada Generación del 50, a la que también se incorporaron los poetas de otro colectivo de Guayaquil (el "Movimiento Horizonte"), así como los de dos agrupaciones poéticas de Quito ("Umbral" y "Presencia"). Entre los compañeros de aventura literaria de Ileana Espinel en este colectivo generacional figuraban, amén del ya citado Ledesma, otros jóvenes autores de la talla de Francisco Tobar García, Fernando Cazón Vera, Miguel Donoso Pareja, Alicia Yánez Cossío, José Martínez Queirolo, Sergio Román -otra voz destacada dentro del grupo "Club 7" de Guayaquil-, Francisco Granizo, César Dávila Torres, Eduardo Villacís Meythaler, Jorge Torres Castillo, Walter Billolio, Alsino Ramírez y Alfonso Barrera.

Los primeros poemas publicados por Ileana Espinel vieron la luz dentro de un poemario colectivo, editado por su grupo bajo el título de Club 7 (Guayaquil, 1954). Posteriormente, la escritora ecuatoriana fue pergeñando una sólida y genuina producción poética integrada por algunas colecciones de versos tan importantes en la evolución de la poesía ecuatoriana contemporánea como Piezas líricas (Guayaquil, 1957), La estatua luminosa (Caracas, 1959), Poemas escogidos (Caracas, 1959), Arpa salobre (Caracas, 1966), Diríase que canto (Guayaquil, 1969), Tan solo trece (Guayaquil, 1972), La corriente alterna (Guayaquil, 1978), Poemas escogidos (Guayaquil, 1978) y Solo la isla (Quito, 1995).

Además de estas obras, Ileana Espinel publicó, en co-autoría con otros poetas de su generación, los poemarios Triángulo (Guayaquil,1960) y Generación huracanada (Guayaquil, 1969). Consagrada, en fin, como una de las poetisas ecuatorianas más relevantes de todos los tiempos, vio como muchas que sus composiciones quedaban incluidas en las muestras antologías más representativas de la poesía de su nación, como las tituladas Lírica ecuatoriana contemporánea (Bogotá, 1979), Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990), La palabra perdurable (Quito, 1991), Between the Silence of Voices: An Anthology of Cotenmporary Ecuadorean Women Poets (Quito, 1997), y Poesía erótica de mujeres: Antología del Ecuador (Quito, 2001).

Al margen de esta constante dedicación a la creación poética, Ileana Espinel ejerció durante muchos años el oficio de periodista cultural en el rotativo El Universo, una de las publicaciones periódicas de mayor difusión en su Guayaquil natal. Este trabajo le permitió desplegar una intensa labor de animación cultural, hasta convertirse en una de las figuras más respetadas e influyentes del panorama artístico e intelectual de la ciudad en la que había venido al mundo (y donde pasó la mayor parte de su vida).

La crítica hispanoamericana ha valorado en su justa medida la importancia de la producción poética de Ileana Espinel, poniendo especial énfasis en su asombrosa capacidad para abordar los aspectos más íntimos del erotismo sin caer en excesos escabrosos, y en su maestría a la hora de introducir temas, motivos, voces, giros y expresiones de la vida cotidiana en su discurso poético. Así, la narradora uruguaya Paulina Medeiros dejó escritas, a propósito de los versos de Espinel, las siguientes palabras: "Aun en la ironía, revela un dominio atrevido, no característico de las poetisas, por cierto. Y en la pasión, una hondura de pensamiento la aleja del erotismo superficial que cultiva nuestro sexo. Todo eso marca una personalidad, un perfil propio en el terreno de la lírica".

Por su parte, el reputado escritor y diplomático ecuatoriano Benjamín Carrión afirmó que "la obra de Ileana Espinel [...] también encierra una suerte de ejercido antipoético, o de arte pop", juicio que puede ser fácilmente corroborado por el lector a la vista del soneto de la escritora ecuatoriana que a continuación se copia: "Con una Valium 10 puedes cambiarte / lo negro en blanco y lo real en mito, / y pisarte el pretérito infinito / sin un paso que deba torturarte. // Con una Valium 10 tu ser podría / ilusionar al ángel de la angustia / y convertir esa sonrisa mustia / en cascabel de pánica alegría. // Con una Valium 10, tan sólo una... / Y lanzarte en cohete hacia la luna / tras una noche insomne como ésta. / ¡Ah, pequeña pastilla milagrosa / que levantas mis nervios de su fosa / con un responso de dopada fiesta!" ("Valium 10", del poemario Tan solo 13).

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.