Escalona y Calatayud, Juan José (1667-1737)
Religioso español, nacido en la villa de Quel (La Rioja) en 1667 y muerto en Mochoacán (México) en 1737. Fue obispo de Caracas, donde fundó su universidad, y de Michoacán, donde realizó una importante labor docente y religiosa.
Era hijo de Francisco Escalona y de Josefa de Calatayud. Ingresó como colegial de la Universidad Complutense de San Jerónimo y luego del mayor de San Bartolomé, en la Universidad de Salamanca. Fue doctor en teología, canónigo penitenciario de Calahorra y capellán mayor de la Encarnación (Madrid). El 17 de julio de 1717 fue elegido obispo de Caracas y tomó posesión del cargo en 1718.
Llegó a Caracas el 5 de diciembre de 1719, al año siguiente inició las gestiones para que el Colegio Seminario de Caracas se transformara en universidad. Felipe V otorgó la real cédula de creación de dicha universidad el 22 de diciembre de 1722. Después de que la Iglesia concediera el reconocimiento de sus títulos, el expediente pasó al Consejo de Indias y finalmente la Universidad de Caracas se fundó oficialmente el 9 de agosto de 1725. El entusiasmo del obispo Escalona por el centro de estudios superiores era tal que redactó personalmente las constituciones para el mismo dos años después. Estas constituciones, aprobadas por el rey el 8 de mayo de 1727, estuvieron vigentes hasta que las reformó Bolívar en 1827. El mandato pastoral de Escalona estuvo lleno de conflictos con la Compañía Guipuzcoana, con el Cabildo y con el gobernador Diego de Portales y Meneses, a los que se sumaron otros con el Clero, cuando intentó hacer algunas reformas. Pese a todo hizo una labor fructífera de la que quedó la Visita, la fundación del convento de Carmelitas Descalzas de Caracas y la organización de las misiones capuchinas. Escalona tuvo también que atender a las transferencias de las misiones regulares a la jurisdicción diocesana.
Escalona y Calatayud fue promovido al obispado de Michoacán el 28 de julio de 1729, donde realizó una labor aún más importante, si cabe, hasta 1737. Durante su visita a la diócesis se rompió una pierna, por lo que pensó renunciar al báculo, pero continuó desempeñando el cargo. Socorrió a los misioneros franciscanos y a los padres del Oratorio de San Felipe Neri de San Miguel el Grande, estimulándoles a abrir casa en la capital. Tuvo fama de piadoso con los pobres y prodigó fondos para las iglesias de Indaparapeo, Tarímbaro y Ozumatlán, concluyendo a sus expensas el convento de las religiosas de Santa Catalina en Valladolid. Construyó además el palacio episcopal y la hospedería del Santuario de Guadalupe, que comunicaba con la ciudad por una calzada. Erigió el templo de Nuestra Señora de los Urdiales y ayudó a crear las casas religiosas en su diócesis, especialmente en Valladolid y Charo. Su preocupación docente se reflejó en la fundación del colegio de las Rosas para niñas en Querétaro y otro para recogimiento de mujeres en Celaya. Repartió infinitas dotes, fundó un hospital en España y finalmente presentó al monarca un plano para la construcción de las torres y la fachada principal de la catedral diocesana. Murió a los sesenta y dos años el 23 de mayo de 1737 en la hacienda del Rincón, cercana a Valladolid.
Bibliografía
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LOPETEGUI, I.; ZUBILLAGA, F.; EGAÑA, A. Historia de la Iglesia en la América Española. Madrid, 1965, 2 vols.
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YBOT LEON, A. La Iglesia y los eclesiásticos españoles en la empresa de Indias. Madrid, Salvat Editores, S.A., 1962.
