Engquist, Ludmila (1964-VVVV).
Atleta sueca de origen ruso, nacida en Tambovskaya Oblast (antigua URSS) el 21 de abril de 1964, cuyo nombre de soltera es Ludmila Leonova, que fue campeona olímpica en Atlanta '96 y campeona del mundo en dos ocasiones en la prueba de 100 metros vallas.
Ludmila Leonova (apellido de soltera) desarrolló la primera parte de su carrera deportiva bajo la nacionalidad soviética y con el nombre de su primer marido, Nikolai Narochilenko. En 1988 compitió en sus primeros Juegos Olímpicos, en Seúl, pero con la mala suerte de una caída que le privó de subir al podio. En 1991 conquistó en Tokio el título mundial de la especialidad, así como el de los 60 vallas en pista cubierta, y cuando parecía que podía completar su dominio con el título olímpico, una lesión le impidió adjudicarse el oro en Barcelona '92, donde llegó con su mejor marca de todos los tiempos, 12,26 segundos.
Tampoco tuvo fortuna en su vida personal, ya que tras divorciarse en 1992 dio positivo por esteroides en un control antidopaje en febrero de 1993, hecho por el que fue suspendida durante cuatro años, a pesar de defendió repetidas veces su inocencia. Finalmente obtuvo una reducción del castigo y, a principios de 1996, pudo regresar a las pistas, ya con la nacionalidad sueca, merced al matrimonio con su representante Johan Engquist. Su reaparición en la alta competición no pudo ser más feliz: ganó el oro olímpico, su asignatura pendiente, en los Juegos de Atlanta, con lo que se convirtió en la primera atleta sueca en lograr un título olímpico, y en los siguientes Campeonatos Mundiales de Atenas, en 1997, confirmó con su segundo oro mundial que, pese a su veteranía, aún era la reina absoluta de la prueba.
A principios de 1999 le fue diagnosticado un tumor maligno en el pecho derecho, tuvo que dejar la competición e iniciar un tratamiento con quimioterapia; una dura prueba a la que Engquist se enfrentó con gran valor y con la voluntad de retomar su carrera deportiva en cuanto venciera a la enfermedad. Así ocurrió, y en julio de 1999 volvía a los entrenamientos con el objetivo de presentarse en plena forma en los Campeonatos de Sevilla que se celebraron en agosto, donde obtuvo una medalla de bronce muy meritoria. Esta gesta le animó a prepararse a fondo para los Juegos Olímpicos de Sydney, para lo cual se trasladó a Australia, pero los problemas físicos en sus gemelos le obligaron a perderse esta última cita olímpica. Recuperada de su enésimo paso por el quirófano, la veterana atleta decició abandonar el atletismo por la práctica del bobsleigh.
La atormentada carrera deportiva de Engquist volvió a protagonizar otro capítulo crítico en 2001 cuando la sueca admitió públicamente que se había dopado en los entrenamientos y manifestó su renuncia a participar en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City en 2002.
MAH
