Emín Bajá, Mahomed (1840-1892).
Explorador alemán, cuyo verdadero nombre era Eduardo Schnitzer, nacido en Oppein (Silesia) el 28 de marzo de 1840 y muerto en Kanena (África occidental) el 23 de octubre de 1892. Su familia, de origen judío, se estableció en 1842 en Neisse. Al morir su madre, ésta se casó en segundas nupcias con un cristiano, adoptando la religión de su esposo. Educado en un colegio católico de Neisse, desde 1856 hasta 1864 estudió Medicina y Ciencias en la Universidad de Breslau (capital de la antigua Silesia alemana y hoy ciudad polaca), Berlín y Koningsberg. Cuando finalizó su estudios se marchó a Turquía donde empezó a ejercer su profesión.
En 1870 tomó parte, como médico militar, en la expediciones a Siria y Arabia. En 1871 entró al servicio del bajá Ismael Hakki al que acompañó en diferentes expediciones a Trebizonda, Erzerum, Constantinopla y Yanina. Al morir el bajá, Schnitzer se casó con su viuda, convirtiéndose al islamismo y adoptando el nuevo nombre de Mahomed Emín Bajá. En 1874 volvió a Constantinopla y poco después se dirigió a Jartum, donde se hallaba Gordon Bajá, gobernador de Sudán, y entró al servicio de Egipto en 1876 con el título de Emin Efendi como médico-jefe del ejército del Sudán egipcio. Junto a Gordon llegó hasta el Lago Victoria Nyanza y exploró el Nilo Somerset.
En 1877 prosiguió sus expediciones y remontó el Nilo de Lado hasta el país de los Magungos desde donde se dirigió hacia el Sud Rubaga. Al regreso de esta expedición recibió el título de bey y fue nombrado gobernador de las provincias ecuatoriales en marzo de 1878, que no tardaron en ser los mejores distritos de Sudán.
A finales de 1879 y principios de 1880 fue de Doufilé, sobre el Nilo Blanco, a Fatiko; luego exploró la ribera O del lago Alberto Nyanza. En el verano de ese año llegó a Makaraka, después a Fatiko y Fovera; y de marzo a mayo de 1881 fundó estaciones nuevas en Wadelai y volvió a estudiar y completar los itinerarios descritos por Yunker, Schweinfuth, Wilson y Felkin. En 1882 visitó los países situados al SO de Lado, hasta entonces no explorados por persona alguna, pero no pudo regresar a consecuencia de unas revueltas en Sudán. Totalmente incomunicado con Egipto y con Europa se dedicó a explorar el Lago Alberta junto a otros dos exploradores que se unieron a él, Yunker, en 1884, y Casati, en 1885. Su situación era cada vez más penosa, pues los seguidores de Mahdi (los mahdistas) protagonistas de las revueltas, trataban de apoderarse de todo el Sudán, al tiempo que las tropas de Schnitzer se habían propuesto insubordinarse.
Las noticias de su precaria situación llegaron hasta Europa, y se enviaron algunas expediciones en su ayuda que no fructificaron. Finalmente la Sociedad de Geografía escocesa, a petición del explorador Felkin, organizó una expedición para ir en su búsqueda, al frente de la cual se puso Stanley. Cuando localizaron a Schnitzer en abril de 1888, le encontraron en una situación de prosperidad que contrastaba con la miseria que reinaba entre quienes iban a rescatarle. Y es que el explorador alemán se había dedicado a las exploraciones científicas sin ser molestado por los mahdistas. Considerado como un virrey con un ejército de 10.000 hombres, se negó a abandonar su puesto. Poco después tras sufrir el amotinamiento de sus tropas, acabó por resignarse y seguir a Stanley en un viaje lleno de peligros y penurias por tierras inexploradas, en el trascurso del cual, casi ciego, estuvo a punto de morir.
Ya reestablecido emprendió un nuevo viaje a África Central. El 7 de abril de 1890 entró al servicio de Alemania y emprendió una expedición a lago Victoria. En 1892 se dirigió hacia el SO por el lado del Congo y a 150 km de Kirundu y del Congo, en Kanena fue asesinado, en 1893. Los resultados de sus investigaciones se han publicado en inglés con el título de Emin Pacha in Central Africa, being a collection of his letter and journals (Londres, 1888).
