Elosúa Rojo, Marcelino (1926-1984).
Empresario español nacido en Oviedo el 30 de junio de 1926 y fallecido el 6 de enero de 1984 a causa de un accidente con su avioneta. Con dos almazaras, “La María Rosa” en Monte Lope Álvares y “Covadonga” en Martos, fue el encargado de reemplazar a su padre en el negocio familiar de aceites de Oliva Elosúa y el encargado de convertir la marca en uno de los grupos empresariales más potentes del sector.
Procedente de una familia de empresarios nació con su futuro ya decidido, puesto que su padre, Marcelino Elosúa Herrero, vio en su primogénito al continuador de su negocio. Un año después de su nacimiento su padre, junto con algunos familiares fundó Elosúa, S.A. Tras un largo periodo intentando asentar el negocio del aceite de oliva fundó en 1941 Aceites Elosúa, S.A.
Mientras su padre asentaba el negocio, Marcelino Elosúa estudiaba bachillerato con los Jesuitas. Con 17 años se trasladó a Bilbao para seguir los estudios de profesor mercantil. Sin embargo, su padre ya le había manifestado sus deseos de nombrarle gerente de la empresa familiar. Para ello, de manera extraoficial desde 1943 asumía la dirección del negocio. Seis años mas tarde, al conseguir su titulo como profesor e intendente mercantil, pudo dedicarse a él en exclusividad.
En 1956 se constituyó Elosúa Martos, S.A. con el mismo objeto que Aceites Elosúa pero con la única diferencia de que ahora podían entrar accionistas ajenos a la familia. En esta nueva sociedad, Elosúa Rojo fue vicepresidente-gerente. Dos años más tarde, construyó una sucursal en Oviedo con trujales subterráneos y en 1960 compró en Jaén la tercera almazara, la “María Dolores”.
Mientras, Elosúa se embarcaba en un proyecto pionero, junto con otros almacenistas se integró en el grupo fundacional SPAR que supuso el primer intento para cambiar el concepto de tienda de mostrador en tienda de autoservicio. Otras novedades que introdujo Elosúa fueron, entre otras, trabajar a través de pedidos, publicidad en el punto de venta, aplicación de cursos para los empleados, puntos para las amas de casa que compraban en el grupo y luego canjeaban por regalos, etcétera. Esto sirvió de base para la posterior puesta en marcha de la venta por catálogo bajo la Sociedad Venca, S.A.
Pero Elosúa necesitaba una refinería para garantizar la calidad del producto, y para ello creó la refinería en León en 1962. Los envases eran un problema ya que el vidrio importado de Alemania y Francia tenía un tratamiento especial para lavarlos y llenarlos mecánicamente. Esto exigía altas inversiones. Para minimizar este problema, se probó el tetra-pack, pero no tuvo éxito en los hogares españoles.
En un intento de hacerse más fuerte, Elosúa se alió con uno de sus competidores, Koipe, para llevar a cabo la creación del El Burgo, una extractora de habas de soja destinada a los piensos para los animales de los ganaderos gallegos. Este negocio dio altos beneficios a ambas empresas y les permitió ponerse por encima de otras marcas de la competencia.
En 1965 Elosúa Rojo creó Vilesa para abastecer la zona noroeste con sus productos, la única envasadora de botellas de vidrio retornables. Actualmente la empresa es el tercer envasador del vino de Ribera del Duero.
En 1971 se inauguró la primera sucursal en Madrid y una planta de envasado en León. Un año después Elosúa creó una refinería con una capacidad de producción de 150.000 kg al día y una capacidad de envasado en plástico de 250.000 litros diarios.
Un año después del fallecimiento de Elosúa Herrero en 1973, se fusionaron Aceites Elosúa S.A. y Elosúa Martos, S.A. dando lugar a Elosúa, S.A. con Marcelino Elosúa Rojo como presidente. Tras su constitución, comenzó una carrera de adquisiciones de empresas que permitió diversificar el mercado. Así, por ejemplo, adquirió Productos Campanal, S.L. dedicada a la fabricación de platos preparados en conserva; también adquirió la Envasadora Agrícola Leonesa, S.A. con la que comercializó la marca “El Hostal” de legumbres, etcétera.
A comienzos de los años ochenta, Elosúa era el segundo envasador en litros detrás de Koipe y segundo en reconocimiento de marca tras Carbonell.
En 1981, planificó la estrategia de crecimiento ordenado y se decidió la escisión de Elosúa, para formar un holding cuya principal empresa conservó el apellido Elosúa como nombre. A mediados de la década de los ochenta Marcelino Elosúa Rojo tenía planificada la compra de una de sus competidoras Carbonell que se hizo efectiva un año después de su fallecimiento.
RUF
