Egica. Rey visigodo (687-702)
Rey de los visigodos en España, sobrino de Wamba y nieto de Chindasvinto; fue nominado por Ervigio para sucederle poco antes de abandonar el poder. Estaba casado con Cixilona, una hija de éste. Ervigio le había hecho jurar a Egica que cuando le sucediese, ampararía a su suegra y a toda la familia real; por ello, tras ser ungido rey, convocó el XV Concilio de Toledo y comunicó a la asamblea de nobles y prelados el juramento hecho a Ervigio y su imposibilidad de cumplir el juramento como rey de velar por todos sus súbditos sin violar el anterior. Esto fue debido a que Ervigio, para asegurarse el trono, había reducido a muchos nobles a la esclavitud, apropiándose de sus bienes, y éstos clamaban justicia. El concilio falló que el compromiso con la nación era superior a todas las obligaciones previamente adquiridas, y que este juramento le dispensaba del primero.
Dos años después murió Julián de Toledo y su sucesor Sisberto ansió el mismo poder que en el Estado había tenido su antecesor Julián, pero Egica, de más carácter y energía que Ervigio, no lo consintió, por lo que Sisberto urdió una trama para asesinarle, llegando incluso a ungir como rey a Sunifredo. Descubierta la trama, Sisberto y todos los nobles que la apoyaron fueron excomulgados, desterrados y privados de todos sus bienes en abril del 693.
En el año 693, Egica reunió el XVI Concilio de Toledo, donde se ratificaron las penas impuestas a Sisberto y sus cómplices, en la que también se incluye a Liuvigoto, la reina viuda. Entre las medidas para reforzar la debida fidelidad de los nobles hacia al rey, se llevó a cabo la condena a Liuvigoto, que fue forzada a tomar los hábitos y recluirse en un convento para el resto de sus días. En lo sucesivo se aplicó esto a las reinas que sobrevivían a los reyes.
Los judíos se veían sometidos a persecuciones, por lo cual pidieron ayuda a los árabes, y planearon una conspiración. Ésta fue descubierta, por lo que Ervigio convocó el XVII Concilio de Toledo, que se celebró en el año 694. En este concilio se endureció si cabe aún más, la dureza de la persecución contra los judíos.
En el 698 Egica asoció al trono a su hijo Witiza, al cual nombró dux de la Gallecia, y regente de Tude (Tuy). Poco después hubo un intento de desembarco de tropas bizantinas en las proximidades de Orihuela (Murcia), las cuales fueron derrotadas y expulsadas por el conde visigodo Teodomiro.
El 24 de noviembre del 700 se sintió enfermo Egica y ordenó la Unción Real de su hijo Witiza. Murió entre el 15 y el 30 de diciembre del 702.
