Echevarría Rotaeche, Federico (1840-1932).
Empresario español nacido en Bilbao el 1 de agosto de 1840, ciudad donde también falleció el 30 de enero de 1932.
Nacido en el seno de una familia humilde, su padre era hojalatero. Su formación en el mundo empresarial no fue más allá de lo que supone un negocio familiar. Comenzó con un negocio de exportación de ultramar a través de la Casa de Comercio. Echevarría aprovechó el fracaso anterior de la instalación de la línea de teléfono en Bilbao y, tras conseguir la concesión del servicio, lo puso de nuevo en funcionamiento.
Durante los años 1872 y 1873 se inició en la carrera política que comenzó como regidor y continuó como concejal desde 1874 a 1876. Precisamente fue en el año 1874, tras el estallido de la Segunda Guerra Carlista, cuando combatió como teniente del Batallón de Auxiliares. De esta guerra se licenció con la Medalla de los Sitios de Bilbao tras ser herido en combate.
De 1978 datan los inicios de la empresa con su nombre. Junto con su padre y con su hermano José iniciaron la construcción de las instalaciones del taller de laminación y estampación de hojalata, que más tarde fue ampliado para fabricar caldererías y baños galvanizados en Recalde. En 1880 cambió el nombre de la empresa por el de Echevarría Hermanos. En 1882 fue uno de los fundadores de Metalurgia y Construcciones de Vizcaya (la "Vizcaya"), empresa en la que llegó llego a ser gerente. Cuatro años más tarde organizó junto con otros empresarios la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao
En 1894 la empresa entró en contacto con el dueño de la empresa Siemens, que instaló el primer horno de acero en España. En 1896, tras el fallecimiento de su padre, pasaron a encargarse definitivamente Federico y José de la empresa. Federico comenzó en ese momento un serie de innovaciones en la empresa. Ese mismo año comenzaron a producir clavos de herrar que se comercializarían posteriormente en todo el mundo.
En 1901 Echevarría emprendió la ampliación de la empresa iniciada por su padre mediante la adquisición de la Fundición de Santa Águeda y la fábrica de alambres Santa Ana de Castrejana, que conectó a la fábrica de Recalde a través de una línea directa de ferrocarril.
En 1902, debido a la fusión de los Altos Hornos, Fabricas de Hierro y Acero Bilbaína, la Vizcaya y la Iberia, se constituyeron los Altos Hornos de Vizcaya, de los que fue miembro del consejo de administración desde el mismo momento de su constitución. Cuando ese mismo año se produjo el fallecimiento de su esposa, para evitar la consiguiente división del patrimonio empresarial, Echevarría decidió, un año después, convertir su empresa en la Sociedad Comanditaria Federico Echevarría e Hijos, de la que eran los socios colectivos Federico y sus dos hijos mayores, dejando a los ocho restantes como socios comanditarios.
Cuando en 1914 estalló la Primera Guerra mundial, las empresas de acero y siderurgias se vieron muy favorecidas. Esta situación favorable también fue aprovechada por los Echevarría, que aprovecharon para modernizar sus instalaciones. En 1918 fue promotor y consejero de la Sociedad Española de Construcciones Babcock y Wilcox. En 1920 se convirtió en la Sociedad Anónima Echevarría. Comenzaron entonces a fabricar los aceros HEVA (llamados así por los ingenieros M. Herrán y S. Vallhonrat, que los diseñaron).
Los años veinte fueron muy prósperos para la empresa de los Echevarría, tanto que, con los beneficios obtenidos durante todos esos años, consiguieron superar sin demasiadas dificultades la crisis económica sufrida entre 1929 y 1931.
A pesar de que la próspera fábrica de Recalde se cerró en 1967, los herederos de Echevarría de hoy día son los continuadores de la empresa que comenzó ciento veinticinco años antes y que todavía hoy mantiene su rentabilidad.
RUF
