Duhesme, Philibert-Guillaume. Conde de (1766-1815).

General francés, nacido en Borgoña el 7 de julio de 1766 y muerto en Genappe el 18 de junio de 1815.

Vida

Ingresó en el ejército con el grado de capitán; en 1789 servía en la Guardia Nacional, y de 1792 a 1794 en el ejército del Norte, a las órdenes de Dumoriez, con el que llegó a general de brigada. Pasó luego al ejército del Rhin y Mosela, ya como general de brigada, y después al de Italia, con el que participó en la toma de Nápoles en 1799, dando pruebas de gran valor e intrepidez, así como en la campaña de los Alpes contra los austriacos.

Enviado a España a comienzos de 1808, fue rechazado dos veces a las puertas de Gerona, hasta que se apoderó a traición de la ciudad de Barcelona, de la que fue nombrado gobernador. Al frente del Cuerpo de Observación de los Pirineos Orientales firma un oficio, Barcelona 24 marzo 1808, dirigido al Capitán general de Cataluña, sobre la libertad de exportación de granos a la región (en Diario de Barcelona, nº 85, 25 marzo 1808), al que también dirige una carta, fechada en Barcelona el día 7 de mayo de ese año, sobre los sucesos de Madrid (traducida en Diario de Barcelona, nº 130, 9 mayo 1808), en la que dice: "un populacho movido por perturbadores; paisanos reunidos en la Villa por enemigos de las dos naciones, y entre los cuales se han hallado muchos ingleses, han tenido el arrojo de perturbar la tranquilidad el día 2 del corriente, y acometer a Oficiales Franceses en acto de servicio", aunque es de resaltar que también se congratula por la conducta moderada de los buenos vecinos de Barcelona. Sin embargo, el 24 de mayo los revoltosos y facciosos aparecen en la misma Barcelona, queriendo alarmar al pueblo con una supuesta conscripción militar, que niega poniendo el ejemplo de Nápoles (carta publicada en Diario de Barcelona, nº 146, 25 mayo 1808). La misma nota de echar la culpa de lo que pasa a los perturbadores, vagos y desertores, que sólo quieren medrar, se encuentra en sus órdenes del día del 1 al 12 junio 1808 (publicadas en Diario de Barcelona, nºs 154, 157, 158, 160 y 167, de 2, 5, 6, 8, 14 y 15 de junio de 1808), en las que, después de amenazar, aparenta que todo está volviendo a la tranquilidad. Acto seguido, el día 28 de junio de 1808, salió a la luz un Nuevo bando sobre "la audacia de los facciosos" (también en Diario de Barcelona, nº 182, del 30).

Después cambió de táctica, pues perdonó a cinco insurgentes cogidos el 30 con las armas en las manos. Pero las cosas son tan complicados que el 5 de julio tiene que amenazar a los soldados ladrones, sus propios soldados (Diario de Barcelona, nº 188, 6 julio 1808). Su intimación a Gerona para que se rinda aparece el día 5 de septiembre de 1808 en el Diario Mercantil de Cádiz. En una "Declaración a los Prohombres de los Gremios de Barcelona", el día 23 de agosto anuncia medidas drásticas para asegurar la subsistencia y manutención de su ejército, que sólo podrá dulcificar si los propios barceloneses se encargan de resolver el problema, mediante una Junta, que es efectivamente creada por Ezpeleta, la cual se compone de cuatro comerciantes, cuatro fabricantes, cuatro caballeros, cuatro hacendados, dos oidores, dos clérigos, dos regidores, dos diputados y doce gremiales, junta llamada de comercio y fábricas que será convocada por el intendente.

Duhesme impone a los barceloneses un empréstito (Diario de Barcelona, el 25 de septiembre de 1808, Gaceta de Zaragoza, nº 81, 27 de septiembre 1808). Su respuesta a la carta del marqués del Palacio, Barcelona, 14 de octubre de 1808, sobre quién era fray Baudilio de San Boy (id., nº 293, 27 de octubre de 1808).

Durante el tiempo que estuvo al mando superior de esta provincia, Duhesme se dedicó simplemente al saqueo, hasta el punto de que Augereau le destituyó y tuvo que volver a Francia. Después de casi cuatro años, fue llamado de nuevo al servicio activo y se le nombró gobernador de Kehl (1813), y general de división y conde del Imperio en 1814. Se unió durante el Imperio de los Cien Días a Napoleón, quien le dio el mando de la guardia joven, con la que tomó parte en la funesta batalla de Waterloo; el mismo fue herido en el combate y finalmente muerto en una casa por los húsares de Brunswick.

Beauchamp publicó sus Mémoires ou Précis historique des opérations politiques et militaires pendant qu'il a comandé en chef dans la Catalogne (1808, 1824).

Decretos y proclamas

Su manifiesto "A los habitantes de la Ciudad de Barcelona", Barcelona 8 diciembre 1808, apareció en el Diario de Barcelona y fue reproducido por Álvarez Calvo. También publicó una instrucción, fechada el 1 de mayo, Sobre los pases necesarios para entrar y salir de Barcelona, los cuales se justifican por razones de salud pública, aparecida en Diario de Barcelona, nº 124 (4 de mayo de 1809), así como un decreto, de 9 mayo de 1809, por el que se obliga a los funcionarios a prestar juramento de fidelidad a José I (Diario de Barcelona, nº 130, 10 mayo 1809). Un nuevo decreto, de 22 de mayo de 1809, prohibe a todos los ciudadanos aparecer en las calles con bastón, cuchillo o cualquier arma blanca, so pena de ser juzgado por asesino y conspirador. Se excluye de esta prohibición a los funcionarios públicos, y en cuanto a los ancianos que lo necesiten podrán usar un palo. Las capas y capotes deberán ser registradas. Y toda casa en la que aparezca muerto un francés, o una autoridad o empleado, será saqueada; y en caso de que en ellas se celebren reuniones clandestinas, y los dueños no avisen, serán demolidas (Diario de Barcelona, nº 143, 23 mayo 1809).

Otro decreto, del 27 mayo, sobre las horas de apertura y cierre de iglesias y conventos, establece que toda persona que no pertenezca a ellos y sea cogida fuera de las horas de apertura será considerada criminal. Además establece un auténtico espionaje en la catedral, parroquias y principales conventos (Diario de Barcelona, nº 149, 29 mayo 1809).

Da una garantía a los siete magistrados de la Audiencia de Barcelona, en el sentido de que todos los vecinos les deben socorro y asistencia (Diario de Barcelona, nº 158, 7 de junio de 1809).

Intentó mantener un férreo control sobre sus gobernados en el tema de impuestos y contribuciones, claro ejemplo de lo cual son los siguientes decretos y proclamas:

El 12 junio crea una Junta para que los barceloneses no eludan, ausentándose, el pago de las contribuciones (Diario de Barcelona, nº 165, 14 junio 1809). Facilitando el pago en especie, que luego amplía a efectos de cama, lencería y medicamentos para los hospitales, y prohibiendo la exportación de los artículos fabricados en el país, cree resolver el problema (decretos de 22 y 23 junio y de 21 julio, publicados en Diario de Barcelona, nºs 175 y 203, 24 de junio y 22 de julio de 1809). Éstos fueron seguidos de un nuevo decreto, del 1 de julio de 1809, que hace referencia a la contribución mensual de pudientes (Diario de Barcelona, nº 183, 2 julio 1809). Por su parte, en un Aviso del 29 de julio recuerda la obligación de pagar los impuestos, amenazando con llevar a Montjuich a los morosos (Diario de Barcelona, nº 211, 30 de julio de 1809).

Un bando del 1 de agosto se dirige contra los bandidos que recorren impunemente los campos, asesinando a los soldados si los encuentran solos (Diario de Barcelona, nº 214, 2 de agosto de 1809). Pero enseguida aparecieron nuevos decretos de contribuciones y sobre el empréstito forzoso, que se podrá pagar con bienes nacionales, y otro prohibiendo el uso de armas a todos los súbditos franceses que no se hayan registrado en la Guardia nacional, todos del 3 de agosto de 1809 (Diario de Barcelona, nº 216, 4 de agosto de 1809).

Viendo que muchos abogados, escribanos y procuradores se hallaban ausentes de Barcelona, sin razón aparente, da un decreto el 18 de agosto de 1809, por el que se prohibe terminantemente sacar de la ciudad cualquier, proceso, manual, protocolo, "aprisia", registro o expediente, y establece las penas correspondientes. Otro decreto, del 21 agosto, prohibe extender escrituras, pedimentos o autos en papel común, en detrimento de los derechos del Estado (Diario de Barcelona, nº 235, 23 de agosto de 1809).

Las necesidades del ejército le obligan a publicar un nuevo bando, 26 agosto 1809, por el que se concede ocho días a todos y cada uno de los comunes para que depositen en los almacenes militares la mitad de los granos que el comisario ordenador les ha exigido: aquellos comunes que no cumplan deberán mantener una guarnición a sus expensas; los regidores que traten de escapar serán responsables de todo lo que ocurra (Diario de Barcelona, nº 242, 30 de agosto de 1809). Al comprobar que los ingresos por el impuesto sobre las casas disminuían, da un nuevo decreto conminando a quienes no cumpliesen con lo dispuesto con el escuestro, bajo la fórmula de su conversión en bienes nacionales (Diario de Barcelona, nº 287, 14 de octubre de 1809).

En virtud de otro decreto forma un inventario de los bienes que poseen los conventos de frailes (Diario de Barcelona, nº 289, 16 de octubre de 1809). En seguida, con mayor relieve tipográfico, le toca el turno a "las mercaderías, papeles, muebles y demás bienes y efectos" de los ausentes, que serán puestos a disposición del administrador de los bienes. Una cláusula establece que se gratificará a los denunciantes, a proporción del valor de lo denunciado (Barcelona, 22 de octubre de 1809, Suplemento al Diario de Barcelona, 25 de octubre).

Para cuidar el aspecto propagandístico de su política ordena al vicario general, Francisco Sans, que oficie una misa mayor en la catedral y un Te Deum, para solemnizar la paz recién firmada entre Francia y Austria, que ya había sido anunciada por el Diario de Barcelona (nº 313, 9 de noviembre de 1809).

No obstante, la economía es la cuestión que siempre tiene sofocado al general Duhesme. Viendo que las normas que prohíben a los panaderos y a los habitantes de Barcelona proveerse de pan procedente de los almacenes del ejército no se cumplen de forma estricta, vuelve a dar un decreto repitiendo la prohibición el 16 de noviembre de 1809. (Diario de Barcelona, nº 321, 17 de noviembre 1809). El 27 noviembre dio el decreto desamortizador (Diario de Barcelona, nº 333, 29 de noviembre de 1809), en cumplimiento de las órdenes de S.M.

Por decreto del 6 diciembre 1809 ordena la ocupación militar de Sarriá, por haberse convertido en guarida de salteadores, es decir, guerrilleros (Diario de Barcelona, nº 341, 7 diciembre de 1809). En un Reglamento que aparece en Barcelona el 7 diciembre 1809, fechado la víspera, desarrolla este tema, Reglamento publicado con notas de su cosecha (Diario Mercantil de Cádiz, 14 de enero de 1810).

Un nuevo decreto, de 14 de diciembre de 1809, autoriza al administrador de los bienes de ausentes a arrendarlos por tres años; si el dueño se presentase, deberá respetar el derecho del inquilino (Diario de Barcelona, nº 351, 17 de diciembre de 1809).

Bibliografía

• Diario de Barcelona.

• Diario Mercantil de Cádiz, cit.

• SEPÚLVEDA, Christovam Aires de Magalhaes. Diccionario Bibliográfico da Guerra Peninsular [cuatro tomos en dos vols.] (Coimbra: 1924).

• TULARD, Jean (ed.). Dictionnaire Napoléon (París: 1987).

A. Gil Novales

Autor

• Enciclonet