Dovjenko o Dovzhenko, Alexander (1894-1956).
Director de cine ruso nacido el 29 de agosto de 1894 en Sosnitsa (Ucrania) y fallecido el 15 de noviembre de 1956 en Moscú.
Vida
Nacido en el seno de una modesta familia de agricultores ucranianos pudo, sin embargo, estudiar gracias a los desvelos paternos, ya que sus progenitores hicieron un importante sacrificio económico para que su hijo llegara a la universidad. Licenciado en Economía y Tecnología, Dovjenko marchó de inmediato a Polonia para trabajar en la embajada soviética, y más tarde estuvo una temporada en Alemania como ayudante del cónsul ruso en Berlín. No obstante, deseoso de convertirse en pintor, una antigua vocación que había abandonado como consecuencia de las necesidades económicas familiares, comenzó a sumergirse en las esferas intelectuales alemanas y posteriormente en las de su patria natal, a la que retornó para ayudar al movimiento revolucionario.
Con treinta y dos años, cuando su carrera como pintor parecía estancada y otras ocupaciones distaban de satisfacerle, entró en el mundo del cine gracias a los buenos oficios de su amigo el operador fotográfico Danylo Demutsky. Su debut no pudo ser más rápido y llamativo, puesto que apenas unos meses después de haberse iniciado como ayudante de dirección tuvo que coger las riendas de Vasia Reformator, film del cual también había escrito el guión. Su siguiente largometraje, La valija del correo diplomático (1927), una compleja historia de espionaje que pretendía denunciar las malas artes de algunos regímenes extranjeros, caería en sus manos de forma no menos pintoresca: la productora oficial del gobierno consideró oportuno encomendarle la realización por su experiencia anterior en legaciones diplomáticas.
Así las cosas, no fue hasta Zvenigora (1928) cuando por fin comenzó a mostrar su verdadero talento. El ambicioso relato, que abarcaba desde la Edad Media hasta el presente, seguía las peripecias de unos personajes a la busca de un fabuloso tesoro mitológico, pero las continuas metáforas visuales y el tratamiento filosófico del argumento desconcertaron un tanto a los espectadores.
En ese sentido, y buscando acercarse más al público aunque sin modificar sustancialmente sus presupuestos estéticos, rodó en dos semanas Arsenal (1929), un film propagandístico de la revolución soviética donde se glosaba la muerte de unos obreros en las barricadas de una fábrica de municiones. Pero sería La tierra (1930) el título que de forma definitiva le situaría en las máximas cotas del firmamento cinematográfico internacional. Su magnífico análisis de las reservas existentes en los núcleos agrarios a cualquier atisbo de modernización coincidiría con las intenciones del propio Lenin, aunque pese a este hecho la crítica rusa manifestó su rechazo hacia los numerosos planos de contenido poético que ponían el énfasis en la naturaleza sobre el individuo, lo cual entraba en franca contradicción con una línea más o menos oficial basada en la defensa del obrero por encima de cualquier otra circunstancia.
La transición hacia el cine sonoro resultó más complicada de lo esperado. Iván (1932), un poético canto a la modernidad que utilizaba como excusa la construcción de una presa en el caudaloso cauce del río Dnieper tuvo en la banda sonora su más eficaz aliado, pero pasó desapercibida fuera de las fronteras soviéticas. Mientras, Aerograd (1935), retrato mítico sobre la fundación de una ciudad en las heladas costas de Siberia, apenas tuvo repercusión.
Así las cosas, tras Schors (1939) Dovjenko se dedicaría básicamente a la realización de documentales propagandísticos y a colaborar con su mujer Yulia Solnyseva en la dirección de largometrajes promovidos por ella.
Se debe recordar que el estallido de la Revolución Rusa coincidió con una etapa de fértil creatividad en el campo cinematográfico que se tradujo en el surgimiento de un conjunto de realizadores afines a los principios bolcheviques y que suscitaron rápidamente la fascinación del mundo entero. Dziga Vertov, Sergei Eisenstein o Vsevolod Pudovkin contribuyeron mediante sus películas a difundir los ideales comunistas, mezclando el humanismo de sus propuestas con elevadas dosis de propaganda oficial y un alto componente teórico. Alexander Dovjenko sería el último de todos ellos en darse a conocer, aunque pronto quedó claro que había un aspecto que iba a diferenciarle radicalmente de sus compañeros de aventura: la búsqueda de imágenes poéticas frente a la teoría formalista del montaje.
Filmografía
1926: Vasia reformator (Codirector); Lagodki Liudvi.
1927: La valija del correo diplomático.
1928: Zvenigora.
1929: Arsenal.
1930: La tierra.
1932: Iván.
1935: Aerograd.
1939: Shchors.
1940: Liberación (codirector).
1943: La batalla por nuestra Ucrania soviética (codirector).
1945: La victoria en Ucrania (codirector); Ucrania en clamor (codirector).
1946: País natal (codirector).
1948: Mitchourine (codirector).
1951: Adiós América.
Proyectos finalizados por su mujer:
1958: Poema del mar (codirector).
1960: Crónica de los años de fuego (codirector).
1964: El Desna encantado (codirector).
1968: Nezabivaemoe (codirector).
1970: Zolotie Vorota (codirector).
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