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DeportesBiografía

Díaz Miguel, Antonio (1933-2000).

Entrenador y ex jugador de baloncesto, nacido en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el 2 de julio de 1933 y fallecido en Madrid el 21 de febrero de 2000.

Sus inicios en el mundo del basket fueron como jugador en el Estudiantes, el Real Madrid y como internacional con la selección nacional. Como entrenador del combinado nacional, cargo que ostentó durante nada menos que veintisiete años (desde 1965 hasta 1992), siempre pretendió que la selección tuviera la cohesión interna propia de un club y desarrollara un juego alegre, agresivo y moderno. Ferviente admirador del baloncesto universitario norteamericano, el más innovador desde el punto de vista técnico y táctico, viajó en numerosas ocasiones a Estados Unidos para seguir los entrenamientos de las universidades más importantes y aprender al lado de los técnicos de mayor prestigio, como Bobby Knight (Indiana), John Wooden (UCLA), Dean Smith (North Carolina) o Lou Carneseca (Saint John's).

Al frente de la selección participó en seis ocasiones en los Juegos Olímpicos (México '68, Múnich '72, Moscú '80, Los Ángeles '84 -en que el equipo se hizo con la medalla de plata en una conflictiva final frente a Estados Unidos-, Seúl '88 y Barcelona '92); también disputó los Campeonatos del Mundo de Puerto Rico (1974), Colombia (1982, en el que España consiguió ganar a Estados Unidos por vez primera en su historia), España (1986) y Argentina (1990). Dirigió a España en doce Campeonatos de Europa, en los cuales sus mejores resultados fueron las medallas de plata logradas en Barcelona (1973) y Nantes (1983) y la de bronce en los de Roma (1991). Tras cesar en el cargo de seleccionador, a raíz del fracaso de España en los Juegos Olímpicos de Barcelona, estuvo un breve período como técnico de club en el Clear Cantú, equipo italiano del que fue despedido al poco de su fichaje. Posteriormente, en 1996, hizo su primera incursión en el baloncesto femenino para entrenar al Pool Getafe, al que abandonó al final de temporada.

En 1997 se convirtió en el primer español que ingresaba en el estadounidense Basketball Hall of Fame (Salón de la Fama del Baloncesto), y dos años más tarde, en febrero de 1999, su dilatada y fructífera carrera fue reconocida en su propio país con la más importante distinción oficial que puede recibir un deportista: la Gran Cruz al Mérito Deportivo, que le fue concedida por el Gobierno español al mismo tiempo que a grandes nombres del deporte nacional como Manuel Santana, Alfredo di Stéfano o Ladislao Kubala. Apenas once días después de recibir ese galardón falleció en su domicilio de Madrid a consecuencia de un cáncer, dejando tras de sí una vida entera dedicada al deporte que amaba. Sus compañeros no dudaron en reconocer su indiscutible protagonismo en el crecimiento y desarrollo del baloncesto español y europeo.

Autor

  • Lourdes Mata Anchisi