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HistoriaBiografía

Díaz de Mayorga, Martín (1721-1783).

Militar español, gobernador de Guatemala y virrey de Nueva España, nacido en Barcelona en septiembre de 1721 y fallecido el 28 de julio de 1783 en la fragata Clotilde, cuando se encontraba cerca de la ciudad de Cádiz.

Fue bautizado el día 12 del mismo mes de su nacimiento en la iglesia de San Justo y San Pastor de la ciudad condal. Era hijo póstumo del brigadier Martín Díaz de Mayorga, fallecido el 5 de abril de 1721, y de Manuela Ferrer, natural de Vich (Gerona), hija esta última de Gerónimo Ferrer y Mariana Pou. Su abuelo paterno, también llamado Martín Díaz de Mayorga, alcanzó el puesto de coronel de los ejércitos y sargento mayor de los presidios de Cádiz.

Siguiendo el oficio de su padre y abuelo, Martín se enroló en el ejército, concretamente en el Regimiento de Reales Guardias españolas, en donde alcanzó el grado de alférez en 1735. En 1745 participó en diversas campañas en Italia (Tortosa, Plasencia, Parma, Pavía, Alejandría, Valenza, Asti y Milán), donde alcanzó el grado de oficial de granaderos. Después participó en la campaña de Portugal, concretamente en la toma de Almeida, durante la guerra de los Seis Años (1763-1769). En 1766, Carlos III le nombró gobernador político y militar de Alcántara, y en 1772 gobernador de Guatemala y presidente de su Audiencia con un salario de ocho mil pesos.

Mayorga alcanzó la ciudad de Guatemala el 12 de junio de 1773 tras un penoso viaje. Iba acompañado por su mujer, Josefa Valcárcel y Daoiz, natural de Pamplona, con la que se había casado el 17 de enero de 1760 en la capilla del Real Palacio del Buen Retiro, pues la novia era camarera de la reina María de Braganza. Del matrimonio nacerían tres hijos, dos varones, Pedro y Francisco, que siguieron la vocación militar de su padre, y una hembra. Apenas iniciado su gobierno, Guatemala sufrió un devastador terremoto (29 de junio de 1773) que destruiría o dañaría la mayor parte de los edificios de la capital. Los movimientos sísmicos se repitieron el 7 de septiembre y el 13 de diciembre del mismo año, dejando un saldo de 123 muertos y numerosos heridos. La actuación de Mayorga, socorriendo a los damnificados e iniciando la rápida reconstrucción de la capital, fue elogiada por el rey, si bien se inició una larga disputa por el traslado o no de la ciudad a otro paraje más seguro. El gobernador era partidario de levantarla en otro terreno más adecuado, mientras parte de los pobladores, encabezados por el arzobispo Cortés y Larraz, querían simplemente reconstruirla en el mismo sitio. Al final, Mayorga logró el apoyo real y se aprobaron los planos de la ciudad de Nueva Guatemala en el conocido como Llano de la Virgen. La labor del gobernador también fue notable en el desarrollo de la agricultura, la industria y el comercio de Guatemala, motivo por el que fue recompensado por Carlos III con el ascenso al grado de mariscal de Campo de los Reales Ejércitos.

Estos trabajos mermaron la salud de Mayorga, quien pidió su relevo en la gobernatura. El 22 de enero de 1779, el ministro de Indias, José de Gálvez, le comunicó que sería sustituido por Matías de Gálvez, hermano suyo. Sin embargo, la muerte de Bucareli, virrey de Nueva España, le impidió regresar a la península, donde se encontraba su familia, pues fue nombrado nuevo virrey interino, puesto que se preveía transitorio, pero que la guerra dilató hasta 1783. Cumpliendo con las órdenes reales, Mayorga llegó a la ciudad de México el 23 de agosto de 1779. Unos días antes había conocido en la ciudad de Puebla la noticia de la declaración formal de guerra con Inglaterra (real orden del 18 de mayo), por lo que inmediatamente se puso a organizar las fuerzas armadas, enviar caudales y comunicar el grave acontecimiento a sus nuevos súbditos. Aunque no se produjo ningún ataque británico, el virrey dedicó una gran atención a conocer y mejorar el estado defensivo de Nueva España y a ayudar a los territorios dependientes de la misma, como Luisiana, Cuba, Guatemala y Filipinas. Para hacer frente a estos gastos, Gálvez nombró a Pedro Antonio de Cossio, administrador general de la Real Hacienda en Veracruz, responsable de todos los aspectos hacendísticos del virreinato, disfrazándolo con el nombramiento de secretario de Cámara del virrey. Pocos sabían de esta división de poderes, incluso dentro del gobierno imperial, iba en detrimento de la secular autoridad virreinal, lo que provocó órdenes contradictorias. La situación duró hasta el final del gobierno de Mayorga. Cossio cayó en desgracia por su carácter abrupto, que le enfrentó a varias autoridades.

Durante el gobierno de Mayorga se construyó el fuerte de San Diego, en el puerto de Acapulco, de planta pentagonal, que había sido destruido por un terremoto en 1776. Además, se mejoraron las fortificaciones del litoral atlántico, desde Yucatán a Veracruz, y se edificó una nueva fábrica de pólvora en Tacubaya. Otras medias fueron más polémicas, como la destrucción de las baterías costeras de Mocambo, Alvarado y Coatzacoalcos, que Carlos III ordenó restablecer. En estas labores militares, el virrey fue asesorado por varios ingenieros, el coronel Matías de Armona y el inspector general de las tropas, Pascual de Jiménez de Cisneros. La colaboración con este último también se fue deteriorando por conflictos de competencias. Además, había una rivalidad personal, pues mientras Jiménez era teniente general, Mayorga sólo era mariscal de campo. A pesar de estos contratiempos, la labor de este virrey fue muy importante en materia defensiva, celoso en completar las milicias urbanas y los regimientos, crear otros nuevos (regimiento de la Costa del Sur) y mejorar las fortificaciones a pesar de la penuria hacendística. Otras medidas de sanidad, alojamiento y abastecimiento completaron a las militares.

En otros aspectos, la labor de Mayorga fue continuista con las iniciativas del virrey Antonio María de Bucareli. Durante su gobierno se inauguraron el hospital general de San Andrés, en la capital, y el de Jesús, María y José en Veracruz, fundaciones hospitalarios que sirvieron para paliar la grave epidemia de viruela que diezmó a la población (1779-1780). También se levantaron la capilla de Guadalupe y la Real Academia de Bellas Artes, que fue creada por real cédula del 25 de diciembre de 1783. Otra medida importante fue la división de la ciudad de México en ocho cuarteles principales y otros 32 menores, trabajo que fue realizado por el oidor Baltasar Ladrón de Guevara. Varios alcaldes de barrio estarían al frente de los mismos con la obligación de velar por el orden, la limpieza y el control de sus habitantes. Menos éxito tuvo la creación de una flota de carromatos para facilitar el transporte entre Veracruz-Puebla-México. Las restricciones de los gastos durante el período de guerra llevó a demorar otros proyectos hasta su finalización y a frenar los sueldos.

Uno de los episodios más sonados del mandato de Mayorga fue la sublevación de los indios de Izúcar, población próxima a la Puebla de Los Ángeles. El 21 de enero de 1781, un grupo de vecinos se sublevaron, liberaron a los presos y destrozaron las casas reales. La intervención de varios soldados, mandados por el coronel Rodríguez Pontón, encrespó los ánimos, y se produjo un choque armado con varios muertos de saldo. Mayorga envió una tropa de pacificación encabezada por José Antonio de Urízar, alcalde de corte, que logró su cometido ayudado por el cura de indios. Cinco vecinos fueron castigados, medida completada con otras prohibiciones a los habitantes y a las corporaciones locales.

Mayorga era consciente de que se encontraba fuera del círculo de Gálvez, por lo que pidió su relevo insistentemente y su regreso a la península. Vivió disgustado y desconfiado durante todo el mandato, a medio sueldo por su carácter interino y sin ascenso en el escalafón militar. La opinión popular le censuró su desidia y la debilidad de carácter, al abandonar ciertas funciones en manos de su mayordomo Guillermo Bargigli y de una camarilla, a la que dedicaron sabrosas sátiras. La finalización de la guerra con Inglaterra (1779-1783) coincidió con la terminación de su gobierno. El 28 de abril de 1783, Martín de Mayorga entregó el mandó a su sustituto, Matías de Gálvez, hermano mayor de José de Gálvez, el poderoso secretario de Indias. Realizado el traspaso, se dirigió a Veracruz, donde se embarcó en el navío Santo Domingo con destino a La Habana (Cuba). En este puerto permaneció varias semanas, en espera de un barco con destino a España. El elegido fue la fragata Clotilde, si bien nunca llegó a la península, muriendo a vista de la ciudad de Cádiz el 28 de julio de 1783 de forma repentina. Algunas voces señalaron que fue envenenado, aunque nunca esta hipótesis nunca se demostró.

Bibliografía

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Salvador Bernabéu Albert
Escuela de Estudios Hispanoamericanos

Autor

  • 0304 Salvador Bernabéu Albert