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HistoriaPolíticaBiografía

Díaz de Haro III, Lope, Señor de Vizcaya (ca. 1245-1288)

Octavo señor de Vizcaya, nacido hacia 1245 y muerto en Alfaro el 8 de junio de 1288. Ayudó a Sancho IV de Castilla a hacerse con la corona y se convirtió en su valido; como tal ejerció un enorme poder y amasó una gran fortuna.

Fue hijo de don Diego López de Haro III y de doña Constanza de Bearn y heredó el señorío de Vizcaya a la muerte de su padre en 1254, cuando aún era menor de edad, por lo que se hizo cargo de su gobierno doña Constanza. Casó con la infanta de castilla doña Juana de Molina.

La familia de Haro había administrado el señorío de Vizcaya como vasallos del rey de Castilla y el destino de reino y señorío siempre habían estado unidos hasta que Diego López de Haro rompió sus relaciones con Alfonso X de Castilla y juró fidelidad al rey aragonés, Jaime I. Don Lope, como su padre, rindió también vasallaje al Conquistador, lo que causó la reacción del monarca castellano, que en 1255 conquistó Orduña para terminar con la preeminencia de los Haro. Sin embargo, hacia 1262, las buenas relaciones entre el rey y don Lope se habían restablecido y Alfonso el Sabio casó a su hijo Sancho con la prima de don Lope, doña Guillermina de Moncada, que más tarde fue repudiada por Sancho.

La muerte del heredero de la corona en 1275 planteó un problema sucesorio que provocó la división del reino en dos bandos antagónicos; según las leyes que Alfonso había instituido para Castilla en las Siete Partidas el trono correspondería a los infantes de la Cerda, hijos del fallecido heredero Fernando de la Cerda. Esta sucesión hubiese incrementado enormemente la influencia francesa en Castilla, ya que los infantes eran además hijos de doña Blanca de Francia. Por otra parte, don Sancho, hijo del rey, reclamaba sus derechos sucesorios, apoyado por una buena parte de la nobleza, que encabezaba don Lope Díaz de Haro III. En el bando contrario y representado por don Juan Núñez de Lara, señor de Albarracín, el linaje de los Lara destacó por su apoyo a los infantes de la Cerda. Ambas familias lucharon encarnizadamente por hacerse con la preeminencia en el reino. En 1284 murió inesperadamente Alfonso X y Sancho IV se hizo proclamar rey en Toledo, a raíz de lo cual desapareció la oposición política en todas las ciudades adictas a los infantes de la Cerda y se disolvió el partido de los Lara. El rey recompensó enormemente a sus aliados y nombró conde a don Lope, que en los años sucesivos incrementó su influencia en la corte.

En 1285 el Señor de Vizcaya se convirtió en el hombre más poderoso del reino cuando Sancho IV le tomó como su hombre de confianza, tras haber caído en desgracia su anterior valido, el abad de Valladolid, Gómez García, que había pactado con Felipe de Francia que el rey castellano abandonaría a su esposa María de Molina y casaría con la hermana del rey francés. La negativa de Sancho trajo la ruina del abad y el encumbramiento de don Lope. El primer cargo que recibió fue el de mayordomo de palacio y posteriormente el de alférez mayor del reino, lo que le daba casi tanto poder como al rey, que no podía otorgar mercedes sin su firma. El conde pasó a ser el dueño de todas las rentas de la corona cuando Sancho IV, aconsejado por su valido, las arrendó en junio de 1287 al judío Abraham Barchilón, vasallo de don Lope. Don Diego intentó manejar todos los asuntos de la corona y, para aumentar su poder, incluso intentó deshacer el matrimonio del rey para casarlo con su sobrina, la hija del conde Gastón de Bearn. Tales delirios de poder le llevaron al extremo de retirarse ofendido a Vizcaya cuando el rey actuó en contra de sus consejos, al negarse a firmar una alianza con el rey de Granada.

El arrendamiento de la Hacienda real a los judíos y el enorme poder que estaba adquiriendo el señor de Vizcaya levantaron un gran descontento en una parte de la nobleza que se aglutinó en torno a don Álvar Núñez de Lara y al infante don Juan para pedir al rey que derogase las medidas tomadas. Sancho IV demoró su respuesta por consejo de su valido y los rebeldes se concentraron cerca de Portugal, donde fueron vencidos por Sancho IV en colaboración con don Dionís de Portugal.

Pero en 1287 Lope Díaz de Haro vio declinar su fortuna cuando Sancho IV, aconsejado por su esposa María de Molina y por el arzobispo de Toledo, decidió mejorar las relaciones con Francia en vez de firmar un tratado de paz y amistad con Aragón, como pretendía su valido. Desde aquel momento las relaciones entre ambos se degradaron progresivamente hasta que tras una discusión en Alfaro, donde se encontraban reunidas las Cortes de Castilla, el rey mandó asesinar a don Lope y a varios de sus partidarios. El infante don Juan pudo salvar su vida gracias a la intervención de la reina.

A la muerte de don Lope, le sucedió en el señorío su hijo don Diego López de Haro IV, que se sublevó contra Sancho IV.

Bibliografía

  • DE LEZA, J. Los López Díaz de Haro, Señores de Vizcaya y Señores Cameros en el gobierno de la Rioja durante la Edad Media: 1016-1134. Logroño, 1954.

  • SERRANO, L. Orígenes del Señorío de Vizcaya en época anterior al siglo XII. Bilbao, 1941.

  • VVAA. Edad Media y Señoríos: el Señorío de Vizcaya. Bilbao; Publicaciones de la Excma. Diputación Provincial de Vizcaya, 1972.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero