Derqui, Santiago (1809-1867).
Presidente de la Confederación Argentina, nacido en Córdoba en 1809 y muerto el 5 de septiembre de 1867 en la ciudad de Corrientes. Estudió Derecho en esa ciudad; se graduó con sólo un año de estudio en 1831. Dirigió un periódico llamado El Narrador y fue elegido diputado a la legislatura local, institución que llegó a presidir bajo el gobierno de Reinafé. Cuando el gobernador de Córdoba José María Paz, general unitario que había derrocado al federal Bustos en 1829, cayó prisionero del gobernador de Santa Fe Estanislao López, Derqui, como presidente de la legislatura, se negó a juzgarlo en Córdoba por el cargo de levantamiento, por lo que la causa debió proseguirse en Santa Fe, lo que le significó que se lo considerara cercano a los unitarios. En 1833 fue designado profesor de filosofía y vicerrector de la Universidad de Córdoba.
Al producirse en territorio cordobés el asesinato de Juan Facundo Quiroga, destacada figura de la facción federal, Derqui se pronunció en contra del acusado gobernador Reinafé y apoyó al sucesor de éste hasta que el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, impuso un gobernador de su agrado, Manuel López. Derqui publicó El cordobés hasta 1836, año en que fue apresado y luego desterrado a Santa Fe. Pasó luego a Corrientes, donde se relacionó con el grupo liberal contrario a Rosas. Prestó su apoyo al gobernador de esa provincia Pedro Ferré, antiguo adversario de Rosas, cuando se acercó a la Liga del Norte, un núcleo antirrosista que produjo un levantamiento en Tucumán. Publicó en 1841 El nacional correntino y luego pasó a desempeñarse como secretario del general José María Paz, ex gobernador de Córdoba y ahora comandante de las fuerzas correntinas, en un nuevo alzamiento contra Rosas. Cuando el general Paz se adjudicó el gobierno de Entre Ríos, después de la batalla de Caaguazú, Derqui fue su ministro.
Tras abandonar precipitadamente la ciudad de Paraná, ambos se dirigieron a Montevideo, donde Paz fue jefe de la defensa ante el sitio de Manuel Oribe. En 1844 viajaron a Río de Janeiro y Río Grande do Sul, y finalmente volvieron a Corrientes en razón de la nueva rebelión que estaba protagonizando el gobernador Madariaga. Derqui fue enviado al Paraguay donde firmó una alianza antirrosista que no prosperó. Nuevamente derrotado, Paz y Derqui se exiliaron en Asunción y luego en Río de Janeiro, donde el segundo permaneció hasta el derrocamiento de Rosas. La batalla de Caseros le permitió retornar al país y colaborar estrechamente con Urquiza, el vencedor de Rosas. Fue elegido convencional constituyente por la provincia de Córdoba al congreso que sancionó la constitución de 1853, del cual fue vicepresidente primero y luego presidente hasta su disolución, el 7 de marzo de 1854. Se le atribuye la redacción del manifiesto con el cual se clausuró el citado congreso.
Urquiza, elegido presidente de la Confederación Argentina, entidad de la que no participaba la provincia de Buenos Aires, lo designó ministro de Justicia e Instrucción Pública y, a partir de noviembre de 1854, titular del ministerio del Interior. En el transcurso de dicho mandato, pasó por todas las carteras a excepción de la de Guerra y Marina, con lo cual se convirtió en parte del elenco estable de la Confederación Argentina. Luego de la batalla de Cepeda del 23 de octubre de 1859, en la cual la Confederación derrotó a la provincia de Buenos Aires, se firmó con esta última el pacto de San José de Flores el 11 de noviembre de 1859. Por este documento Buenos Aires se reincorporaría a la Confederación, previa convocatoria a una convención constituyente para realizar las reformas que aquélla considerase necesarias, las que fueron sancionadas en septiembre de 1860.
En ese mismo año debía producirse el cambio de presidente. El colegio electoral reunido a tal efecto eligió por 72 votos a Derqui, que contaba con el apoyo de Urquiza; salió derrotado Manuel Fragueiro, candidato de Buenos Aires, que obtuvo 46 votos.
Pero los recelos entre Urquiza y Derqui y la rivalidad sólo atenuada con Buenos Aires provocaron desentendimientos continuos. La situación explotó cuando en noviembre de 1860 fue asesinado el gobernador de San Juan, partidario de la Confederación, y fue reemplazado por Antonio Aberastain, liberal cercano a Buenos Aires. Derqui debía proceder a la intervención federal, medida que Buenos Aires aceptaba siempre que se realizara con métodos pacíficos, pero la intervención fue violenta y Aberastain y sus partidarios fueron asesinados. Mitre exigió que la Confederación desautorizase a los interventores, pero Derqui, que había autorizado el uso de la fuerza, no aceptó. A causa de ello, renunciaron los ministros De la Riestra y Pico, que participaban en el gabinete como representantes de los porteños. La competencia entre Urquiza y Derqui, partidario de algún entendimiento con Buenos Aires, se definió a favor del primero y ya no hubo posibilidad de conciliación con Mitre.
La confrontación con los porteños provocó la bancarrota de la Confederación, ya que Buenos Aires dejó de pagarle la suma mensual que se había comprometido a suministrar después de Cepeda. Se iniciaron preparativos para el inminente conflicto armado. Derqui intervino la provincia de Córdoba, cuyo gobernador había recibido de Buenos Aires armas y dinero, y también la provincia de San Luis, y ordenó movilizar todas las milicias del país. Los intentos de mediación de los embajadores de Francia y Gran Bretaña fracasaron, hecho que provocó la aceleración de los acontecimientos. Buenos Aires se armaba sin los problemas económicos que sufría la Confederación.
Urquiza fue nombrado comandante del ejército del litoral que debía enfrentar al porteño, mientras Derqui forzaba a las provincias del norte a que lo apoyaran, para lo cual debió intervenir también la provincia de Santiago del Estero. El vicepresidente Pedernera, en ejercicio de la presidencia, solicitó al Congreso facultades para reducir por la fuerza a la provincia de Buenos Aires, a lo que el citado organismo respondió decretando la intervención de la provincia; Mitre, mientras tanto, se ponía personalmente al frente del ejército porteño.
La batalla tuvo lugar el 17 de setiembre de 1861 en Pavón, en territorio de la Confederación. El resultado fue incierto. Derqui trató de reorganizar sus escasas fuerzas, pero el abandono de Urquiza lo impidió, lo que demostraba que todo poder en la Confederación debía aún apoyarse en el prestigio, la riqueza y el ejército de un caudillo como este último. Sin embargo, Derqui resistió por algo más de un mes, tratando de conseguir que Urquiza volviese al campo de batalla. Finalmente renunció el 5 de noviembre de 1861 y se embarcó en el navío inglés Ardent; se exilió en Montevideo.
Regresó la país bajo la presidencia de Mitre, que había promovido una reconciliación nacional, y se instaló en Corrientes, donde murió en la mayor pobreza.
D. Santilli
