Deferr, Gervasio (1980-VVVV).
Gimnasta español nacido en Barcelona el 7 de noviembre de 1980; consiguió el oro olímpico en salto en Sydney 2000 y Atenas 2004, aunque su especialidad deportiva es el ejercicio de suelo, disciplina en la que se proclamó campeón europeo en 1998, subcampeón europeo en 2000 y subcampeón mundial en 1999.
La familia de Deferr, exiliada de Argentina durante la dictadura, se instaló en la localidad catalana de Premiá de Dalt, donde el pequeño 'Gervi' comenzó a practicar la gimnasia deportiva primero en el colegio y después en el Centro de Tecnificación de la Federación Catalana. En 1992 se trasladó al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallés y de allí al CAR de Madrid. En 1998 abandonó los estudios para centrarse por completo en su formación gimnástica, con la ayuda de una beca del programa ADO para deportistas de elite.
En 1995, debutó en el equipo español de gimnasia artística para competir en las semifinales de los Campeonatos de Europa disputados en Perigueux (Francia), pero el combinado nacional no consiguió la clasificación para la final. Antes de acabar el año, Deferr se proclamó subcampeón de España juvenil. En 1996 obtuvo la victoria de la Copa nacional en la final de suelo, ejercicio que convertiría en su especialidad deportiva, y acudió por primera vez en Copenhague a una final de los Europeos junior donde colaboró de forma notable para lograr el magnífico sexto lugar que ocupó el equipo español. A finales de año se clasificó en quinta posición en el Campeonato de España celebrado en Pontevedra y fue subcampeón nacional con la selección catalana en Navás (Barcelona).
Su primera participación en unos Campeonatos del Mundo llegó en Lausana (Suiza) en 1997. El equipo español retornaba a la elite de la competición mundial después de seis años de ausencia y, liderado por Jesús Carballo, obtuvo la novena posición, la mejor conseguida en la historia de la gimnasia nacional masculina. Deferr participó en salto y en el ejercicio de suelo se clasificó como segundo reserva para la final, aunque la retirada del campeón bielorruso Ivankov le permitió saltar a la pista y clasificarse en la séptima posición con una nota de 8,887. Su explosión como gimnasta llegó en los Campeonatos de España celebrados ese mismo año en Huelva, donde se proclamó campeón nacional junior en el concurso completo, después de vencer en la final de cinco de los seis aparatos disputados: suelo, salto, anillas, paralelas y barra fija. Cerró el año con la segunda posición en suelos en el Memorial Joaquín Blume celebrado en Barcelona.
Regresó a la competición internacional en los Campeonatos de Europa celebrados en 1998 en San Petersburgo y se convirtió en el campeón europeo junior en suelo, mientras el equipo español alcanzaba la cuarta posición en la clasificación final. Con la medalla continental en el bolsillo, debutó a finales de aquel año en los Campeonatos de España en categoría absoluta y se adjudicó el oro en su ejercicio favorito, el suelo, y en salto.
En 1999, Deferr regresó de los Campeonatos del Mundo disputados en Tianjín (China) con la medalla de plata en suelo y, convertido en flamante subcampeón mundial, no tuvo problemas para conquistar la victoria en suelo y salto en la I Copa de España celebrada en Huelva. Comenzó su preparación para la cita olímpica del año 2000 participando con éxito en las pruebas internacionales puntuables para la Copa del Mundo y en el mes de mayo obtuvo el subcampeonato de Europa, nuevamente en suelo, en la ciudad alemana de Bremen.
Ausente Jesús Carballo de los Juegos Olímpicos de Sydney por lesión, Gervasio Deferr acudió a la Olimpiada como el gimnasta con mayores posibilidades de subir al podio. Un error en la última diagonal en el ejercicio de suelo le dejó fuera de la final en su especialidad, pero los aficionados a la gimnasia olvidaron pronto la decepción inicial porque el joven Deferr sí consiguió clasificarse entre los mejores en la modalidad de salto. La esperanza de medalla continuaba viva y el barcelonés no defraudó. Se colgó el oro en la final con una nota media de 9,712 que acabó con las aspiraciones de sus más directos rivales, el ruso Bondarenko y el polaco Blanik. Deferr había llegado a Australia con el objetivo de proclamarse campeón olímpico en suelo y abandonó Sydney como campeón en salto, disciplina en la que ocupaba el primer puesto del ranking mundial en el último año.
Después de los Juegos, 'Gervi' regresó a la competición en la prueba puntuable para la Copa del Mundo de Stuttgart (Alemania), donde terminó tercero en salto y en suelo. A finales de año, consiguió dos podios en Glasgow en las finales de esta competición, se impuso con autoridad en suelo, triunfo que le sirvió para resarcirse de la decepción olímpica en este ejercicio, y quedó segundo en salto, tras el rumano Drafulescu.
En marzo de 2001 ganó el concurso de suelo en el torneo de París, una de las pruebas del circuito de Copa del Mundo pero su extraordinaria progresión sufrió un serio revés por culpa de las lesiones en sus brazos. Pasó por el quirófano y padeció varios meses de dura recuperación antes de regresar a la élite de la competición para confirmar su calidad gimnástica. Reapareció en octubre de 2002 en los Campeonatos de España, disputados en Vitoria, y logró adjudicarse los títulos nacionales de suelo y salto. Semanas después, revalidó la victoria en la prueba de suelo en el torneo de París, puntuable para la Copa de Mundo y en noviembre participó en el Campeonato del Mundo por aparatos de Debrecen (Hungría), donde repitió la medalla de plata en suelo que ya cosechara en los mundiales de 1999.
La temporada 2003 resultó particularmente aciaga para el gimnasta español. Por un lado, una lesión en la espalda le impidió participar en el Mundial de Anaheim, la cita más importante del año, y, por otro, la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) le sancionó tras dar positivo por cannabis en un control sanguíneo realizado en el mes de octubre de 2002. La sanción implicaba la pérdida de las medallas obtenidas en la cita de París de Copa del Mundo (oro en suelo) y en los Mundiales de Hungría (plata en suelo), así como los premios en metálico asociados a estos metales.
Con estos precedentes, Deferr afrontó el 2004 con esperanzas de conseguir algún buen resultado en Atenas 2004, pero con muchas reservas por todo lo sucedido. Sin embargo, el genio del barcelonés salió en el momento adecuado, y supo mantener la calma para volver a colgarse del cuello su más preciado trofeo, el oro olímpico. Dos magnífico saltos dieron la suficiente puntuación para que Deferr se hiciera con el preciado metal, reeditara su título de campeón de salto y pasara a engrosar la corta lista de gimnastas españoles triunfadores en las competiciones internacionales. Todo a ello a pesar de que fallara en su aparato favorito, el suelo.
